Capítulo 17

10 1 0
                                    

A la mañana siguiente, mi cuerpo seguía doliendo, mi cabeza seguía punzando, quería salir de aquí lo más pronto posible pero estoy demasiado agotada para eso. Ésta vez me tomé el tiempo de analizar la habitación, observando y pensando si había al menos una, por más remota que fuera, una sola posibilidad de escapar en el estado en el que estoy.

Recibí una bala en el estómago, ni siquiera se como es que sigo con vida, no recuerdo haber ido al hospital. No tengo idea de cómo llegué aquí y lo único que sé no me reconforta en nada, no cuando se trata de mi padre y de Jace.

—No hay salida, si es eso lo que buscas—escuché desde la puerta.

Hablando del Rey de Roma.

Jace, de pie frente a la puerta, con un traje fino y un aura distinta a la que conocía. Cambió, demasiado y no sé si fue para bien o para mal, pero aún así no tiene el valor de mirarme a los ojos. Su mirada viaja de un lugar a otro, tratando de evadir la mía a toda costa.

Si lo que buscaba era un perdón, ahora más que nunca no se lo daré.

—Blake Así no es como quería que fueran las cosas y lo sabes—hubo una pausa, parecía organizar sus ideas—Mira, lo único que queremos es que entiendas que esto es lo mejor para todos. Sabes bien que no perteneces ahí, que solo era parte de tu retorcido plan, pero aquí tienes una gran oportunidad.

—¿Una gran oportunidad? —cuestioné, irritada.

—Sí, todo éste imperio lo construyó tu padre, todo esto es técnicamente tuyo—dijo, con una sonrisa—Él solo quiere que entiendas lo importante que es para él todo esto, quiere que comprendas la importancia que tiene el legado familiar.

—Claro—susurré—¿Para qué carajo querría yo todo esto? ¿Para seguir haciendo la misma mierda que hace él? ¿Usar una empresa para cubrir sus actos ilegales? Gracias por la oferta, pero paso.

Lo escuché suspirar. Lentamente, casi con miedo, fue acercándose a mi cama hasta llegar al borde de ésta quedando así justo frente a mí.

—Yo sé que ahora solo ves lo malo de esto, y lo entiendo porque también lo hice—pausó—Lo que quiero decir es No es tan malo, no es como que solo se centre en el tráfico de personas, también se encarga de acabar con gente muy mala.

—¿Cómo él? —solté una risita— Que ironía.

Pareció haberse cansado de discutir y, honestamente, yo igual. Se fue, dejándome sola en esa habitación sin salida ni nada que pudiera tomar mi atención. Comienzo a pensar que serán unos días bastante largos si continuo así.

Más tarde llegó una enfermera a revisarme, quería usarla para salir, pero estoy harta de tener que usar a gente inocente para mi propio escape. Lo quiera o no, eso es exactamente lo que hice, usé a gente que quizás no era del todo inocente para poder escapar del tormento constante que me brindaba mi padre.

¿Por qué sigo llamándolo así?

No lo sé, por más que quiera enterrarlo siempre será mi padre.

—Disculpe—hablé.

—Dime, ¿te duele algo? —dijo la enfermera.

—Todo pero no era eso ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

—Casi una semana, despertó unas cuantas veces pero volvía a caer inconsciente en seguida.

—Gracias, ¿Cuánto tiempo falta para que vuelva a la normalidad? —inquirí, aunque no creo nunca volver a la normalidad.

—En unos días más seguro podrás volver a caminar—me regaló una sonrisa y salió sin decir más.

Así que, sí, pasaron unos días y logré ponerme de pie. Caminar como tal, no, pero hubo un progreso diría yo.

No me dejaban salir de ésta habitación, todo lo que necesitaba estaba aquí supuestamente. Me traían la comida, venía el de rehabilitación aquí, a veces venía la enfermera y me sacaba del agonizante aburrimiento un rato. Todo estaba aquí y a la vez me hacía falta todo.

Me hubiera vuelto loca si no hubiera aparecido Jace aquella mañana.

Dangerous Love #1.1©(Completo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora