Capítulo 23

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Blake

—¿Qué haces? —suspiré—Vamos, sal de ahí.

Aarón estaba en su bañera con una botella de alcohol en la mano, me miraba fijo pero no decía nada. Me acerqué e hice un ademán de quitar la botella de sus manos pero se apartó rápidamente.

—No, déjame solo—dijo arrastrando las palabras.

—No seas infantil—refuté—Dame eso.

—No quiero—protestó—¿Estás feliz?

Lo miré confusa. No sé de que habla pero su expresión no da señal de que sea algo bueno.

—¿Qué?

—Ahora soy la mierda que crees que soy—sonrió—Al final no estabas tan equivocada.

—Yo no

—Soy un idiota Un mentiroso Un in-inhumano Un monstruo como alguna vez me llamaste—soltó un bufido—Soy una gran mierda.

Tomó un gran trago de la botella e intenté quitársela de nuevo, sin obtener éxito.

—Aarón, no digas eso.

—¿Por qué? ¿Es verdad o no? —me dedicó una sonrisa triste—Es lo que todos creen Es lo que tú crees.

Ignoré sus palabras, me duele que piense eso. Volví a acercarme, quizá demasiado, para tomar la botella de sus manos y cuando lo logré su mano atrapó mi muñeca y me jaló hacia él.

Nuestras narices quedaron rozando y mi aliento chocó contra el suyo, apestaba a alcohol. Sus pupilas estaban completamente dilatadas, el color esmeralda de sus ojos a penas se notaba, pero aún así su mirada en mí me hizo sentir indefensa.

—Aarón

—Me gusta mi nombre en tus labios—sonrió, triste.

—No es tu nombre—suspiré y me alejé de él.

No dijo nada más, lo ayudé a ponerse de pie logrando esquivar los vidrios del suelo y lo devolví a la habitación. Saqué algo cómodo de su armario para que se cambiara y lo puse en su cama.

—¿Puedes vestirte? —cuestioné.

—Claro, no soy idiota—dijo.

Aunque, claro, estaba demasiado mal como para poder siquiera moverse. Suspiré y me acerqué a él, tomé el borde de su camiseta y tiré de ella hacia arriba.

—La primera noche y ya te quieres aprovechar—murmuró en tono burlón.

Rodé los ojos y coloqué una camiseta nueva sobre su torso. No pude evitar notar como se le tensaban los músculos cada que se movía, su abdomen desnudo, y me odié por haber sentido lo que sentí.

Terminé de alistarlo y lo dejé tumbado sobre la cama en lo que fui por algo de agua para él. Tras volver, lo encontré sentado en su cama con la mirada perdida, le entregué el vaso con agua y me miró divertido.

—¿Otra vez agua? —murmuró—No quiero agua.

—No me importa, te la tomas—ordené.

—Sí, señora—sonrió y se la bebió con cara de disgusto.

—Ahora intenta dormir—le pedí.

Logré hacer que se acostara, estuve a punto de irme cuando sentí que tiró de mi brazo. Caí sobre la cama y me apretujó a él, su rostro estaba recargado sobre mi vientre y sus brazos rodeándome, sentí que me abrazaba con fuerza.

—No te vayas—murmuró—No me dejes otra vez.

Dicho eso cerró los ojos y se quedó dormido, me quedé observándolo pasmada hasta que tuve el impulso de colocar mi mano sobre su cabello y comenzar a acariciarlo lentamente. Sentí como se relajó al instante, pude haberme quedado ahí de no haber sido por mi promesa.

No quería volver a caer, volver a ser vulnerable una vez más. Lo extraño tanto que llego a pensar que es una parte esencial de mí, lo quiero demasiado que verlo así me lastima pero lo amo tanto que debo dejarlo. No es sano para ninguno de los dos, ninguno está listo para volver

Dangerous Love #1.1©(Completo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora