Blake
Íbamos en el jet, el capitán no había salido de su cabina ni un solo instante y me pareció algo gracioso. Como cambiaron las cosas en tan poco tiempo, pensar que cuando me subí por primera vez en este jet quería darle celos a Aarón y ahora lo tengo recostado sobre mi hombro como a un crío.
Amanda iba en otro asiento con Asher contando algo, Scott y Louis iban en otro hablando como si fuesen amigos de toda la vida Hasta pareciera que tenían temas en común. Iba a poner música para poder dormirme en mis auriculares cuando Aarón me abraza y se pega demasiado a mí.
Iba a sonreír hasta que sentí dónde estaba su rostro, le di un golpe en la cabeza y lo aparté roja de la vergüenza. El idiota se recostó en mi pecho aplastándolo como si fuese una almohada.
—¡Oye! —chillé en voz baja—Maldito pervertido.
—No me culpes, ya pasaron dos días enteros, necesito mi dosis diaria de Blake—dijo con una sonrisita pícara en sus labios.
—Si has estado conmigo todos esos dos días—refuté—¿Qué no te basta?
—Claro, me encanta—me dio un beso en la mejilla—pero me gustaría más si gimes mi nombre toda sudada y roja y
—¡Aarón! —reproché con vergüenza.
Idiota pervertido.
—En cuanto lleguemos vamos a darle un bonito uso a la casa a la sala, al baño, a la cocina, a—le di un puñetazo en el brazo y soltó una gran carcajada.
—Me voy a llegar a dormir, para que se te quite—advertí.
—Dormir será lo último que haremos—indicó con una seriedad que madre mía.
—Ugh, eres un imbécil.
—Y así me amas—sonrió como un angelito.
—Pues fíjate que no.
Enarcó una ceja en forma de decir ¿segura de lo que dices? y me sentí estremecer.
—¿Ah no? —se acercó, me tomó de la cintura y me acercó a él, colocó su dedo bajo mi mentón y me hizo mirarlo a la cara.
—Exactamente, como oíste—mantuve mi postura a pesar de que su mirada me estaba poniendo nerviosa.
Aún me parece raro estar de nuevo así con él pero sinceramente es lo que más extrañaba y no lo voy a cambiar por nada.
—Ya va—dijo y me plantó un beso apasionado con lengua y todo que hasta revolvió mis ideas. Fue tan profundo que hasta me mareé.
Se despegó, se acomodó en su asiento, se alejó y dejó de tocarme. Comenzó a ignorarme. Pero si es un imbécil, dios mío.
—Es lo último que tendrás ya que no me amas—se encogió de hombros, se cruzó de brazos y se preparó para volver a dormir.
Me dejó con las ganas, sí, pero a mí eso me ha sonado a un reto de quién aguanta más.
—Pues a ver quién aguanta más—sonreí—Sabemos quién va a ganar.
No me dijo nada. Agh, que coraje.
Hombre estúpido. Me dejó atontada con ese beso pero no le voy a dejar ganar, soy una persona muy competitiva y aguanté mucho tiempo sin él así que puedo ganar. Él aguantó más pero en mi defensa yo soy más fuerte en ese sentido.
Cuando hicimos mitad del camino las azafatas nos despertaron para ofrecernos algo de comer. Abrí los ojos con cansancio y noté que Aarón no estaba a mi lado, me preocupé. Volteé a todos lados hasta que lo vi detrás de las cortinas donde se encuentran las azafatas hablando con alguien, vi a la mujer que estaba frente a mí y definitivamente no era la que se estaba sabroseando a mi novio la última vez.
¿Novio? No importa eso, la azafata que definitivamente quería con él no está aquí. Lo que quiere decir que está allá atrás con ella. Maldita sea, si que me conoce, pero no lo voy a dejar ganar. Soy celosa pero él lo es más.
Aunque Sólo ocupo echar un vistazo. Por suerte ahí están los baños. Me acerqué a los baños y cuando los vi la mujer estaba jugueteando con su cabello y lanzándole ojos de cógeme ya, y el idiota solo le estaba dando alas a la pobre chica. Maldita zorra, si vio que estábamos dormidos juntos ¿por qué se le insinúa? Que coraje.
Más que celos ya me dio lástima. ¿Por qué? Porque conmigo sonríe cuando me habla y se pone todo tierno y con ella es el mismo que con todos, sin emociones.
Me metí al baño con una sonrisita y me puse a tontear para hacer tiempo, luego de salir los vi todavía hablando y la chica ya se le estaba insinuando de más. Quise agarrarla de los pelos pero sé que Aarón no va a permitir que pase nada más, me quiere poner celosa pero no me quiere volver a perder, creo.
Me senté a un lado de Scott y me metí en la conversación con Louis. Hablaban de cosas que la verdad no entendí pero ahí seguí hasta que contaron un chiste que logré comprender, reímos y Scott me pasó el brazo detrás del hombro y dio un apretón como a veces lo hace Ash.
—Vale pero —comenzó a decir Scott justo cuando la azafata me habló.
—Señorita Steele, me temo que hemos perdido algo de su equipaje, por favor acompáñeme a revisarlo—pidió la misma chica con la que hablaba Aarón.
—Ya vuelvo—avisé.
Seguí a la chica hasta el área donde se encontraban las maletas y el resto del equipaje pero en eso se fue como si nada y me dejó ahí sola. Ya me iba a ir cuando sentí como alguien me tiró del brazo y me pegó contra la pared.
—Bien, perdí, me declaro perdedor—susurró con las pupilas dilatadas.
Sonreí victoriosa y rodeé su cuello con mis brazos. Noté como miraba mis labios con deseo y me sentí de pronto con muchas ganas de besarlo, mirar como otra chica lo deseaba me puso los nervios de punta pero aquí lo tengo Deseándome a mí.
—Ya lo sabía pero gracias por aclarármelo—me cambió la sonrisa con un beso.
Pero era un beso de los buenos, de los que te mueven el piso y te hacen cosquillas ahí abajo. Enredé mis dedos en su cabello y tiré de él, sabía que eso le gustaba porque siempre jadeaba cuando lo hacía. Me apretó de la cintura y luego sus manos dieron un gran apretón a mi trasero, eso me hizo soltar un sonido que no quiero que nadie oiga.
—Aarón —intenté hablar pero me siguió besando.
En seguida me alzó, manteniendo un buen agarre de mi trasero, y me continuó besando con pasión. No supe cómo y no me interesa pero desabotonó mi blusa dejando al descubierto mi brasier el cual también soltó con facilidad y con una sola mano.
Y ahí van, sean libres pequeñas.
Dejó un rastro de besos desde mi mandíbula hasta mi clavícula, después atrapó mi pezón con sus labios e hizo esos movimientos con la lengua que me hacen tambalear, eché la cabeza hacia atrás y clavé mis uñas en su espalda.
Cuando ambos recibieron su completa atención volvió a mi boca, pronto sentí como su mano bajaba a mis pantalones y bajaba el cierre de éstos. Frotó el área sensible y me sentí totalmente desesperada. Fuimos un lío de gemidos y jadeos, nuestras respiraciones agitadas fue lo único que se escuchaba al final.
Volví a tocar el suelo con los pies y me abracé a él rodeándolo del cuello con mis brazos, dejó sus manos en mis caderas mientras ambos intentábamos recuperar el aliento. De pronto me entraron unas ganas de reírme y él me siguió, riéndose conmigo, me llenó de besos en las mejillas y en todas partes del rostro.
Sonreí como una niña pequeña al verlo y en ese preciso instante sentí todo ese amor que nos tenemos combinarse y estallar en un millón de sonrisas. Sus ojos son otros cuando me mira; irradian felicidad, amor y deseo, sus ojos expresan todo lo que no dice y eso me encanta.
—Te amo, Blake, te amo tanto—me dijo antes de darme un beso corto en los labios.
Sostuve su rostro entre mis manos y con una sonrisa grande hablé.
—Te amo, Aarón—murmuré—Te amo en todas tus facetas, te amo a ti sin importar qué.
Me dio un beso en la frente y nos abrazamos con fuerza, me sentí tan bien que tuve un mal presentimiento. Siempre que comienza a ir todo tan bien, algo sucede.
ESTÁS LEYENDO
Dangerous Love #1.1©(Completo)
Teen FictionEl amor arrasó con todo, y no dejó nada al final. Las consecuencias de los errores pasados serán precenciados esta vez. Todo parecerá diferente pero por más enterrado que se encuentre todo, nada cambió desde la última vez.