43. Retorno a la arena

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Saber esconder el dolor, no significa que no duela.



—¿Estará bien?

—Sí, supongo que sí. Quedó agotado por el uso desmedido de chakra y podría dormir hasta mañana.

—Me alegro de que esté bien. No soy bueno cocinando, pero calenté agua y le puse una bolsa de té instantáneo, anda siéntate y tómalo.

Shino le ofreció la taza de té y Sakura bebió la mitad de un solo sorbo, después de eso se quedó viendo a la nada como lo había estado haciendo durante todo el camino.

Una hora antes, Shino había visto como Joshira que estaba envuelto en los brazos de su madre dejaba de gemir porque se había quedado dormido por el agotamiento. Sakura no reaccionó demasiado ante esto,  por lo que supuso que ella sabía que era normal ante tal situación tan agotadora, no obstante, pasaba el tiempo y Sakura seguía con la mirada perdida abrazando el cuerpo de su pequeño, era como si estuviera perdida en un trance y no pudiera o no quisiera reaccionar. Por ende se tomó la libertad de agarrarla y ayudarla a levantar para sacarla de ahí, dentro poco seria la hora de salida de la academia y la gente se congestionaría.

—"Vámonos". Fue lo único que le dijo antes de llevársela del lugar. Se quitó la chaqueta para cubrir a Joshira, y notó que el par de ojeras que se le habían dibujado habían desaparecido al quedarse dormido.

Shino la notaba caminar con pasos torpes y tambaleantes, pero tenía a Joshira fuertemente sostenido contra su pecho, pensó en decirle que él llevaría a Joshira, sin embargo pensó que tener abrazado a su hijo era lo único que evitaba que desfallecera. Llegaron a la casa y ella subió a dejarlo a la habitación, duró tal vez treinta minutos y luego bajó con la misma mirada profunda y pérdida.

—¿Qué pasará en la escuela? –preguntó Sakura después de un largo silencio.

—Tengo que entregar un informe a Iruka, después de todo él es el director de la academia, sin embargo no hará falta redundar en los detalles, además que estoy seguro de que él no me los pediría. En cuanto a los niños, tendremos una charla con ellos y los padres para decidir cómo vamos a proceder.

—Entiendo... nuestras sospechas fueron ciertas al final, había niños molestando a Joshira y Sarada, tal vez si hubiera prestado más atención o hubiera hecho algo al respecto esto no hubiera pasado, tal vez si lo hubiera presionado un poco más me hubiera contado lo que sucedía.

—Él hubiera no existe Sakura, lo que está predestinado a suceder, sucede. Y la única constante es qué sucederá en el momento que menos lo esperemos.

—Déjame preguntarte algo Shino que me ha dado curiosidad, ¿Qué es lo que sabes tú? Dímelo sinceramente y sin rodeos, sé que tú no eres de los que mienten.


Shino miró a través de sus lentes a Sakura, siempre supo que iba a tener está conversación con ella tarde o temprano, pero le hubiera gustado retrasarlo lo más posible. —Sé que te acabas de enterar qué el padre de tu hijo es él Kazekage, no solo tiene la habilidad de controlar la arena, sino que también heredó su Kekkei Genkai.

En automático Sakura sintió como un puñal se le encajaba en el pecho al escuchar a Shino decirlo con tanta naturalidad, a pesar de que su cerebro ya lo supiera, escucharlo en voz alta era peor que un balde de agua fría. ¿Cómo podía decirlo tan fácilmente? Aunque... ¿Por qué había dicho que ella misma recién se enteraba? ¿Acaso Kiba le había contado los detalles acerca de la paternidad de Joshira?

Accidentes Inevitables.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora