50. Rota. Parte II

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—No sé si podre volver a llenar ese hueco

—Quizá no tengas que llenarlo.

—¿Y entonces?

—Aprendemos a vivir con grietas

(tomado de la red)


🌸🌸🌸


Era... era... lo más lindo que podría haber visto. Era su bebé.

Su niño, ahí estaba frente a ella mirándola con sus dos hermosos ojos idénticos a los de ella y le fue inevitable sonreír... era él...

Sus ojos, su pequeña nariz y el alborotado cabello guinda estaban exactamente como lo recordaba. Alzó su mano y le acarició la mejilla, pero no fue como se lo había esperado, la expresión de su pequeño comenzó a verse opacada por la tristeza y unas pequeñas lágrimas se formaron en sus ojitos. —No llores mi niño –le dijo suavemente de una hermosa manera maternal- todo está bien mi bebe, siento mucho haberme tardado, pero ya estamos juntos de nuevo. Aquí nadie podrá hacernos daño, así que no llores mi amor.

—Mami... –sollozó Joshira y se aventó abrazar a su madre con toda la fuerza que su cuerpo tenía- ¡Te extrañe mucho! ¡¿Por qué no despertabas?! ¡Estaba muy asustado y tenía mucho miedo! ¡No me vuelvas a hacerme esto!

—Sakura...

—¡Sakura!

¿Despertar?

¿Extrañar?

Miedo...

Acaso...

Sakura frunció el ceño y parpadeó muchas veces para ver si el escenario cambiaba... Pero no lo hacía...

Sentía cómo su cuerpo era aplastado, comenzó a escuchar el llanto y unas voces que decían una y otra vez su nombre. Miró hacia arriba y había una brillante lámpara, alzó su mano y tenía conectada una intravenosa, volteó al lado y había unas máquinas, y sobre de una mesa estaba un monitor que sonaba una y otra vez con un ruido agudo y repetitivo. Estaba viva

.

—¡Llama a Tsunade!

Ella estaba viva, ella había estado tan segura de que había muerto, estaba segura de que su niño había muerto, pero ninguno de los dos estaba.

Tragó saliva y apurada trató de quitarse los artefactos que tenía en su cuerpo mientras recordaba cuál era su vida estando viva. Le volverían a hacer daño...

.

—¡Joshira! ¡Ven aquí!

Sintió un dolor punzante en su cabeza y soltó un gritó ahogado. No podía respirar...

Parpadeaba y movía la cabeza, pero el escenario no cambiaba. Retsu vendría en cualquier momento...

Sintió un dolor punzante en su pecho y trató de gritar, pero no podía hacerlo, en cambio, solo salieron unos hirientes sonidos guturales.

Desesperada trataba de quitarse todos los artefactos que tenía en su cuerpo, pero alguien la agarró de los brazos y la obligó a detenerse. Él había llegado... él le volvería a hacer daño.

Accidentes Inevitables.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora