Accidentes Inevitables.

Epílogo

Pensamos que fue una casualidad del destino el habernos encontrado, pero en realidad fuimos un accidente, un Accidente Inevitable, cómo los que pasan todos los días, como los que pasan en cualquier lugar, como los se aman y nunca se olvidan.

🌸🌸🌸

Tres años después...

—Mmmm ¿Rosa o amarillo? El amarillo haría buen contraste, pero el rosa tiene esas flores de colores.

—¡Rosa! A mamá le gusta más el rosa, además combina con su cabello.

—Buena idea, espera ¿A dónde se ha ido? ¡Estaba aquí hace un minuto!

—¡Karura! ¡Hermanita!

—Por Kami, ¡Perdí a la niña! ¡Karura!

—¡Karura!

—¡Por favor! No es momento de jugar conmigo.

—¡Ey! ¿¡Por qué gritan!? –preguntó Shikamaru encontrándolos a mitad de un pasillo - escuché sus gritos hasta la cocina.

—¡Tío Shikamaru! –apresuró Joshira- el tío Kankuro perdió a mi hermanita.

—¿¡Qué!? –preguntó confundido Shikamaru- ¿Cómo es que perdieron a una niña que apenas y puede caminar?

—¡Cállate Shikamaru! Si no ayudas no hables. Me va a matar mi hermano, y su madre bailará sobre mi cadáver cuando llegue. La acabábamos de bañar y la dejamos en la cama envuelta en esa toalla de pato que Temari le dio. Después fuimos al clóset para escoger un vestido y cuando nos dimos la vuelta ya no estaba, ¡Simplemente desapareció!

—¿Así que tenemos a una bebé desnuda por los pasillos del edificio?

—¡Sí! –aceptó Joshira- y un poco mojada, aún no la habíamos secado bien.

—Creo que ya la encontré –informó Shikamaru señalando El balcón que estaba al final del pasillo con cierto tono de risa- una bebé desnuda y lo que parece ser un padre enojado.

Gaara dejó que su arena lo dejara hasta el umbral del balcón y después avanzó por el pasillo con cara de poco amigos —Hola Kankuro –saludó Gaara mientras sostenía a una pequeña bebé que aún llevaba los cabellos mojados- ¿Puedes decirme por qué Haru me dijo que tenía una pequeña visita fuera de mi oficina?

Porque eso me sorprendió mucho y a mi oficina se coló una Karura mojada y sin ropa.

—Este... es que ella es una niña muy lista –explicaba Kankuro abochornado- ella sabe cómo llegar a la oficina de su padre, lo que no sabe es cómo vestirse. Supongo que aún es muy pequeña para eso, ¡Pero te prometo que la ayudaré a que aprenda!

La pequeña Karura estornudo y eso hizo que Gaara se olvidara de su hermano y se metiera a la habitación para ponerle ropa, no sin antes mandarle una fría mirada.

—¡Yo te ayudo! –Dijo Joshira y se apresuró a ir tras su padre y hermana.

—Eres un poco idiota –se bufó Shikamaru ante el show que acaba de presenciar- pero eres bueno en la cocina, vamos, que las chicas no tardan en llegar.

...

—Te gusta mucho poner nervioso al tío Kankuro ¿Verdad papi?

—Por supuesto, es algo que disfruto, aunque sí debió haber cuidado más a mi pequeña ¡¿Verdad que sí Karura?!