En la Torre de Tokyo -Sakura Card Captor (Mikki)

Capítulo I - Una vida común y corriente (Parte II)

Capítulo I - Una vida común y corriente (Parte II)

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Eriol Hiragizawa suspiró de nuevo con gesto cansado mientras descendía de su lujoso automóvil. Había sido una tarde complicada pero no había conseguido sacar nada claro, de modo que pidió una taza de café y esperó.

La verdad era que se sentía inquieto.

Los últimos tres meses había estado en Hong Kong y Macao pero nada había podido encontrar. Incluso había pasado tres semanas en Tomoeda una vez que volvió a Japón, pero no había conseguido ninguna información...

Empezaba a pensar que todo era una absurda locura.

Fue entonces que su mente recordó de nuevo lo ocurrido y se sobresaltó. ¿Porqué le estaba ocurriendo esto?, era él quién siempre solía crear los enigmas, quien se complacía en probar la inteligencia de los demás, siempre sabiendo todo lo que pasaba y en el fondo complacido de la superioridad que esto le provocaba pero esta vez no podía saber lo que le estaba pasando...

¿Acaso le estaba llamando?

- "¡Bienvenido!" -Nakuru se sentó a su lado, con una gran sonrisa- "¿qué te pasa?... hace un instante parecías casi angustiado... ¿no averiguaste nada?"

- "No... y eso que busqué bastante. Empiezo a pensar que estoy loco"

- "Me asombra lo que dices Eriol... no eres de los que se dan por vencidos tan fácilmente" -rió- "mírame a mí... hoy pasé toda la tarde con Touya."

- "¿En serio?"- se asombró- "¿ya eres novia de Kinomoto?"

- "Bueno.... no precisamente. ¡Pero no pudo librarse de mí en toda la tarde y por algo se empieza!"

Eriol suspiró y le surgió una gotita en la cabeza. Nakuru iba casi tres meses en eso.

- "¿Y Spi?"

- "En la casa de Kaho.. ya ves que su embarazo es muy delicado y como Kia tuvo que salir a un trabajo y volverá en una semana, creí que lo mejor era que la acompañara.. además así no estaba estorbándome con Touya.. tu sabes, de por sí ya es difícil que me haga caso pero peor si somos dos..... ¡aunque es tan lindo cuando se enoja!"

A Eriol le volvió a surgir la gotita.

El embarazo de Kaho tenía ciertos problemas y la antigua maestra de la primaria Tomoeda había tenido que dejar momentáneamente su empleo como supervisora de profesorado en la institución Clamp para asegurarse de que su bebé naciera sano y fuerte.

Ya tenía cinco meses y debía ser cuidadosa.

De modo que Eriol decidió visitar a su amiga para animarse un poco y se dirigió con Nakuru a la casa de Kaho, pero en el camino un pequeño puesto donde una mujer de mediana edad y sin ningún tipo de poder mágico presagiaba la buena fortuna le hizo sonreír.... ¡Estos hechiceros modernos!!... la gran mayoría eran unos mentirosos.

Pero una ráfaga de viento helado sacudió la calle repentinamente y Eriol apenas contuvo un escalofrío... esas presencias.... esas presencias en la ciudad...

Otro motivo -y esta vez muy grande- para angustiarse.....

Porque era ya el tiempo de esa profecía...

Distraído en su nueva preocupación, Eriol tropezó con un grupo de chiquillas -que iban en grupo a leerse la buenaventura- y no pudo evitar una sonrisa cuando las tres jóvenes se sonrojaron...

- "¡Lo lamento!" -dijo la más pequeña - "!Fue mi culpa, yo estaba distraída!"

Eriol le dedicó una encantadora y tranquilizante sonrisa.