“Nunca es demasiado tarde para volver a mi lado.
Las estrellas de tus ojos brillaron más en Tupelo.
Y si alguna vez te cansas de ser conocida por a quienes conoces,
sabes, tú siempre me conocerás, Dorothea”.
—Dorothea - Taylor Swift.
Taehyung analizaba con cuidado el panorama del inicio de su jornada. Hubo niños con piernas rotas, otros que habían cogido un leve resfriado debido al clima tan helado de los últimos días; algunos, con cirugías que iban de la más pequeña a las complejas y tardías en lo que respecta a la recuperación, caminaban a la par de sus padres por los pasillos estrechos y con una particular actitud positiva que no muchos tenían el placer de poder ver en las personas adultas.
Recorrió con la mirada el movimiento de las personas que trabajaban en su área, y a lo lejos, un muchacho de más de un metro ochenta, cabellos castaños revueltos, ojos pequeños y labios grandes trotaba por el pasillo. Las enfermeras y el servicio de limpieza lo esquivaban como podían, pero desafortunadamente, como acostumbraba a ocurrir (y era por ese motivo que los titulares les insistían a sus hambrientos residentes que no corrieran por los pasillos para evitar accidentes, y porque, siendo francos, acababan convirtiéndose en el hazmerreír de todos) y como un pobre pájaro impactando contra una ventana, el chico atravesó un carro de suministros pequeño y un estruendoso ruido hizo que quien estuviera rondando por allí, levantara sus ojos con curiosidad.
Se trataba de Song Kang, descubrió poco después de echarle un mejor vistazo desde la distancia. Song Kang se había convertido en su residente permanente desde hacía un año, pero lo conocía de anteriores rondas en las que lo acompañó. Era un hombre muy bueno, Taehyung no podía más que felicitarlo por escoger pediatría como su especialidad principal y otorgarle de su propia sabiduría.
Decidió hacerse el tonto, como todas aquellas veces que Song Kang no escuchaba su despertados, como consecuente no llegaba a horario y tenía que trotar por los pasillos del hospital a su encuentro. Taehyung ignoraba ese detalle, desde el primer día supo que sería toda una aventura servir como maestro de un alumno tan torpe, distraído, pero bueno al fin y al cabo.
Tras unos quince o veinte minutos, y luego de tolerar los regaños de un pequeño grupo de enfermeros y enfermeras por su torpeza e idiotez, Song Kang se posicionó enfrente de su titular y carraspeó en busca de su atención. Taehyung levantó su mirada de la pantalla de su teléfono, le sonrió sin enseñar sus dientes durante unos segundos y terminó relajando los músculos de su cara, puesto que ese día, precisamente, no quería sonreír. Por alguna razón sólo había conseguido descansar tres horas en su departamento, y aunque Taehyung no acostumbraba a permanecer mucho tiempo en la cama, en ese momento no había nada más molesto que trabajar largas jornadas y no poder conciliar el sueño una vez que debía hacerlo.
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The Way I Loved You | YoonMin (Serie Only, 2)
Fanfiction[ 𝐒𝐄𝐆𝐔𝐍𝐃𝐎 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐒𝐀𝐆𝐀 '𝐎𝐍𝐋𝐘' ] «La forma en que te amé.» • • • Él era un alma sensible, un ser increíble engullido en el romanticismo más profundo. Como un príncipe con armadura, Hyungsik irradiaba encanto y simpatía, p...