[ 𝐒𝐄𝐆𝐔𝐍𝐃𝐎 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐒𝐀𝐆𝐀 '𝐎𝐍𝐋𝐘' ]
«La forma en que te amé.»
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Él era un alma sensible, un ser increíble engullido en el romanticismo más profundo. Como un príncipe con armadura, Hyungsik irradiaba encanto y simpatía, p...
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El líquido quemó mi garganta e hice una mueca, y como no estaba solo, DongHae me acompañó bebiendo un nuevo shot de soju.
«Otro trago amargo.» Pensé de inmediato. Y como aprendí a beber en compañía de mi padre, también lo recordé a él diciéndome: “Yoongi-ssi, si el sabor de un trago es amargo, eso significa que algo en tu vida no va bien. Quizás un asunto sin resolver, lo que sea, enfréntalo.”
Instantáneamente me pregunté qué podría ser... Por un momento pensé en algo, o peor, en alguien concreto, más la idea se fue alejando de mi mente con una lentitud aterradora. Y entonces, para dejar de concentrarme en mis pensamientos, levanté mi cabeza y DongHae apenas logró formar una mueca muy poco parecida a una sonrisa en mi dirección.
Éramos los únicos en aquel bar callejero, el alcohol ya se encontraba instalado en nuestras venas desde hacía un par de horas y mi cuerpo estaba adormecido debido a los efectos de este.
Se sentía bien, aunque no resolviera nada en nuestras vidas.
—Yoongi-ah, ¿sabes... una...cosa? —Noté sus ojos perdidos mientras arrastraba sus palabras—. Antes de entrar a la universidad, creía que todo pasaba y era cuestión de tiempo. Pero... en mis prácticas y-y posterior a mis primeros pacientes —Hizo una pausa—, me di cuenta que no. El tiempo no... cura.
Por algún motivo, DongHae bebía y siempre terminaba la noche con un seminario de filosofía o algo parecido por sus reflexiones patéticas. Aunque, en ese momento, no consideré que estuviera en lo incorrecto.
—Sí, el... tiempo no... cura —asentí, utilizando mi mano como soporte para mi cabeza. Para ese entonces, mis ojos apenas podían resistir a estar abiertos—. Nada. En absoluto. ¿Y... sabes? Perder a mi hermana casi me mata, y... —Mis labios se abultaron— y el tiempo sólo empeoró el... dolor —Lo miré. De repente, quería soltarme a llorar—. Pero... cuando entendí que salir adelante era mi responsabilidad..., me aferré a estar aq-aquí.
Recordaba muy bien que durante los primeros meses me observaba al espejo todas las mañanas y me decepcionó tanto darme cuenta que estaba descuidándome y no hacía nada para solucionarlo, como si no me importara realmente lo que me ocurría. Luego, comencé a luchar, motivándome con las pocas fuerzas que tenía porque sabía que mi voluntad era mil veces más grande y yo podía, claro que podía.
—Yoongi-ah —Me llamó de nuevo, sirviéndonos una mínima cantidad de soju a los dos—, ¿tú por qué aún insistes en... aferrarte a... una ilusión que es-está rota? ¿Mmh...? Dímelo. —parpadeé y sonreí sabiendo perfectamente a qué se estaba refiriendo, y también pensando que en cualquier momento caería rendido sobre la jodida mesa de plástico porque mis ojos ya no podían mantenerse abiertos.
