12; ¿Cuál es tu pasión en la vida?

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Había demasiado tráfico; también estaba la zona céntrica que siempre, a cualquier horario, las personas abarrotaban

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Había demasiado tráfico; también estaba la zona céntrica que siempre, a cualquier horario, las personas abarrotaban. El movimiento era constante, apresurado a dónde quiera que fuera; y por supuesto que también existían los conflictos entre personas por tonterías que consideraba absurdas e infantiles, pero sucedían. Por eso, intentaba mantenerse alejado de todo aquello que pudiera generarle problemas que no necesitaba en su día a día y que, como forastero de Daegu, le disgustaba.

A veces funcionaba, otras no. Y esa mañana, especialmente, mientras iba en búsqueda de su café en Line Store, chocó con la bandeja de una joven de menor altura y que portaba un uniforme de alguna institución educativa que no supo identificar porque tuvo que centrar su atención en el enorme desastre que había en el suelo y en la zona media de la camiseta que ella vestía.

Perdió la cuenta de las veces en las que se disculpó con ella. Estaba rojo hasta las orejas debido a la culpa que lo golpeaba con cada insulto que esa irrespetuosa joven le otorgaba. Lo único que pudo callar su boca en ese momento fue ofrecerle dinero para que pudiera solucionar los inconvenientes que le había causado, y luego recogió su café y se largó de allí lo más rápido que pudo.

Cuando llegó a su lugar de trabajo, hizo consultas y una cirugía de emergencia que se le fue asignada de pronto por el doctor Jung, el jefe del área de emergencias traumatológicas, y que estuvo al borde de enloquecerlo por las diversas complicaciones que tuvo que resolver durante las seis horas y media de la operación.

Exhaló en medio de una sonrisa que lo hacía lucir más fresco que horas antes; estaba feliz, cansado y aliviado por haberse reunido con la familia y comunicarle cómo serían los próximos días de su paciente. Y finalmente, sin que nada ni nadie más pudiera impedir su difícil intento de relajación en medio del desastre que encontraba en esa ciudad y su sitio de trabajo, se escabulló al asombroso jardín del hospital.

Se encontró con colegas, pacientes y sus familiares, y también la naturaleza en las épocas otoñales que estaba cargada de colores magníficos, como el amarillo, el verde y los diversos tonos de marrones en las hojas secas, que se complementaban entre sí y caían al cesped verde formando montañas donde algunos niños jugaban. Eran las tonalidades que más predominaban por esos días de otoño, las que más aprovechaba para capturar en imágenes de buena calidad en su teléfono, y las que mejor parecían acentuarse al jardín de Wooridul... y eso automáticamente lo convertía en su lugar favorito por aquellos días.

Lo más simple podía hacerlo muy feliz.

Al igual que la fotografía, que era su hobbie.

A Hyungsik le tomó muchos años de práctica para poder entender cómo se manejaba una cámara profesional o cómo ajustar la que su teléfono traía. Sabía mucho sobre ángulos, filtros, posiciones en la escena que quería capturar, absolutamente todo. Tomar fotografías le cambió la manera de ver el mundo, lo hizo valorar la vida en todos sus sentidos. Era grato para él enseñarle lo que amaba en sus ratos libres a las personas que apenas comenzaba a conocer, como al hombre de cabellos rubios de un tono bastante claro que se acentuaba muy bien en su tez.

The Way I Loved You | YoonMin (Serie Only, 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora