[ 𝐒𝐄𝐆𝐔𝐍𝐃𝐎 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐒𝐀𝐆𝐀 '𝐎𝐍𝐋𝐘' ]
«La forma en que te amé.»
• • •
Él era un alma sensible, un ser increíble engullido en el romanticismo más profundo. Como un príncipe con armadura, Hyungsik irradiaba encanto y simpatía, p...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Doce del mediodía y el silencio gobernaba a mi alrededor y en los rincones del salón de enseñanzas, los espacios siendo cubiertos por los sonidos discontinuos de mis alumnos tratando de simular una cirugía de tumor cerebral, compitiendo entre ellos como animales de una misma especie, hambrientos por obtener el mejor lugar y participar en la mayor parte de una intervención que tenía programada en pocas semanas.
Estaba en posición de reírme, de hecho, pude haber soltado una carcajada en varias oportunidades donde los notaba entrando en pánico por el contador de tiempo que les restaba para finalizar con la actividad que decidí poner en práctica para ellos. Sin embargo, mi atención estaba puesta sobre la pantalla de mi teléfono a la espera de una notificación. Cada cierta cantidad de minutos dirigía mi mano hacia el aparato y lo levantaba apenas, y nada. Ni una jodida notificación, pero en el fondo estaba agradecido porque, de otra manera, me encontraría lleno de ansiedad.
— ¡L'ho fatto!
[¡Lo logré!]
De inmediato se distinguieron diferentes voces entremezcladas entre sí, y se me escapó una sonrisa al momento de levantar la mirada y percatarme del panorama de mis alumnos realizando pucheros o al borde de un berrinche por no lograr el objetivo. Mis ojos comenzaron a buscar a la persona digna ganadora de participar activamente en la cirugía y no me tomó demasiado tiempo. puesto que ella levantó su mano y se colocó de pie.
—Congratulazioni, dottoressa —dije con mi atención puesta sobre las anotaciones que había comenzado a hacer, luego taché la lista de estudiantes a los que podía identificar y la miré con una expresión relajada—. Dica il suo nome, per favore.
[Felicidades, doctora. Diga su nombre, por favor.]
— ¡Grazie mille, professore Min! —Aplaudió, dándome la impresión de ser una persona demasiado alegre e hice una mueca, era un punto medio entre Kim Taehyung y Park Hyungsik juntos.
[¡Muchas gracias, profesor Min!]
Dos mujeres se unieron a su celebración con su misma energía y observé con mayor detenimiento la escena. Por un momento comencé a echar de menos a mis huracanados mejores amigos que siempre traían consigo desastres causados por sus torpezas y que me producían una felicidad particular.
—Il mio nome è Gia D'Angelo.
[Mi nombre es Gia D'Angelo.]
Asentí y rodeé su nombre en la extensa lista con rapidez antes de que lo olvidara. Posteriormente, los residentes fueron despidiéndose en cuanto les otorgué el permiso para hacerlo y la sala casi se vació por completo. Casi, lamentablemente, porque la señorita Gia D'Angelo caminó los pocos pasos que la separaban de mi escritorio, y con sus brazos rodeando su bata médica, conmigo cuestionando en mi mente el motivo de por qué parecía no estar sufriendo aquellos menos tres grados celsius que azotó a Florencia esta mañana, me dijo:
