22; Enamorado tuyo.

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Aproveché la mañana antes de comenzar mi turno en el hospital para buscar, acompañado de Holly, un gimnasio donde poder ejercitarme, puesto que necesitaba hacer algo más allá de sentarme detrás de un escritorio o encontrarme de pie por ocho horas ...

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Aproveché la mañana antes de comenzar mi turno en el hospital para buscar, acompañado de Holly, un gimnasio donde poder ejercitarme, puesto que necesitaba hacer algo más allá de sentarme detrás de un escritorio o encontrarme de pie por ocho horas consecutivas. Además, tras varias degustaciones de comidas italianas, eso tuvo un efecto en mí, especialmente en mis mejillas, y lo último que deseaba era perder la figura que durante tanto tiempo me ha costado, a la par de mi “entrenador” Jungkook, en formar. Después de algunas búsquedas muy fallidas por la ciudad, indignado por los altos precios, regresé a la recepción del hotel donde me hospedaba y Holly se tumbó sobre el suelo. Tenía las piernas fatigadas, aquí las calles eran peor de inclinadas que las que había en los barrios coreanos.

Rendido, me senté y masajeé mis muslos, utilizando luego el respaldo de la silla para descansar mi espalda y observé unos minutos a los huéspedes que entraban y salían, bajé la mirada hacia Holly y me reí un poco, nunca lo había visto tan agotado. Comenzaba a dejar en evidencia que sus ocho años estaba cobrándole factura, y una parte de mí se entristeció porque, desde que Jihyo partió, él y yo durante todo este tiempo nos hicimos cercanos y se robó mi corazón.

Aigo~, Jihyo-ah, tu ratón chillón de color chocolate está envejeciendo muy pronto —Ante la mención del nombre de mi hermana, Holly abrió sus ojos y el corazón se me estrujó al intentar dimensionar lo que él habrá sentido luego de percatarse de que ella jamás volvería.

—Oh~ —Un chillido interrumpió mis pensamientos, cuando me despejé, bajé la mirada y me encontré con una joven vistiendo ropa deportiva, haciéndola su coleta a un lado para poder ver a Holly con más claridad—. ¡Che bello! —expresó, Holly reaccionó aparentemente bien, lo cual, viniendo de su parte era demasiado inusual—. Ciao, ciao, ciao. Come sei carino, piccolo —Sus manos tomaron el rostro de mi perro y lo llenó de besos, haciéndome parpadear incrédulo, luego preguntó—: ¿Come si chiama, signore? —Levantó la vista y frunció sus cejas en mi dirección, entre sorprendida y quizás un poco aterrorizada. Me cuestioné por un momento la clase de imagen que estaba dándole a mis alumnos—. ¿Professor Min?

[Oh~ ¡Qué bonito! Hola, hola, hola. Qué lindo eres, pequeño. ¿Cómo se llama, señor? ¿Profesor Min?]

— ¿Ciao?

[¿Hola?]

— ¡Scusi questa audacia! —Se levantó aún con Holly en sus brazos, y la observé acunando a mi perro como si fuera un bebé—. Anche se, mi lasci dire che ha un cane molto tenero —Me miró y sonrió—. ¿Non è vero, piccoletto? —Volvió a posar sus ojos por un momento sobre Holly, cuya cola se mecía como una manera de comunicarle que estaba feliz.

Disculpe este atrevimiento! Aunque, déjeme decir que tiene un perro muy tierno. ¿No es cierto, pequeño? ]

Era un jodido traicionero, como aquella vez que lo llevé a Wooridul y saltó a los brazos de Jimin.

The Way I Loved You | YoonMin (Serie Only, 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora