[ 𝐒𝐄𝐆𝐔𝐍𝐃𝐎 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐒𝐀𝐆𝐀 '𝐎𝐍𝐋𝐘' ]
«La forma en que te amé.»
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Él era un alma sensible, un ser increíble engullido en el romanticismo más profundo. Como un príncipe con armadura, Hyungsik irradiaba encanto y simpatía, p...
“Lo diré, de todos modos hoy es un nuevo día para encontrarte eludiéndome.
Vendré por tu amor, ¿okay?
Tómame (tómame).
Llévame (llévame) en un día o dos.
Así que sobra decir, pero, a los tropiezos aprendiendo lentamente que todo está bien”.
—Take on me - A-Ha.
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Exhaló antes de acabar con la última incisión sobre el útero, permitiendo que una cabeza comenzara a visibilizarse bañada en el líquido amniótico. Y con cuidado introdujo sus manos para poder sacarlo con la mayor de las delicadezas pero sin demorarse demasiado.
Cuando estuvo fuera del útero, el llanto no se hizo esperar y era realmente fuerte y Jimin lo entregó para que pudiera ser revisado por sus médicos de confianza. Una vez hecho eso, el bebé de un par de minutos de nacido fue entregado a su madre y su escandaloso llanto cesó, como muchas otras veces ocurría y que él consideraba era de esos momentos mágicos de los que pocos eran testigos.
Le gustaba sonreír en esos momentos. Traer bebés al mundo era la parte favorita de su trabajo y por supuesto que le demostraba a los demás su satisfacción y emoción en cada oportunidad que ingresaba al quirófano para realizar el procedimiento de una cesárea.
Mientras le ordenaba al instrumentista que le alcanzara los instrumentos que necesitaba para cerrar cada capa en la que había hecho una incisión de tamaño considerable, su teléfono comenzó a sonar y a retumbar en la enorme sala. Una enfermera tuvo que acercarse y tomar el aparato para notificarlo de la llamada de su adorable padre falso alias Kim Seokjin.
Decidió que lo mejor era intentar averiguar qué ocurría o de lo contrario tendría a Jin pisándole los talones.
—Jefe Kim, estoy en el quirófano —avisó antes de cederle la palabra al mayor—. ¿Qué necesita?
Frente a los demás debía comportarse y tratarse diferente para evitar algún malentendido, Seokjin se lo había dejado claro a todos sus amigos.
—“Doctor Park, lamento la interrupción” —respondió, y Jimin pudo jurar que algo le sucedía a su amigo porque el cansancio en su voz se notó casi sin esfuerzo—. “Cuandoacabes, ven a mi oficina.”
Una vez acabó con los puntos reabsorbibles, cogió la engrapadora y colocó punto por punto.
— ¿Puedo saber el motivo?
—“No hagas preguntas. Sólo haz lo que te indiqué.” —farfulló y Jimin apenas pudo seguirle el paso. Y tras la demanda sorpresiva, Jin finalizó la llamada.
