[ 𝐒𝐄𝐆𝐔𝐍𝐃𝐎 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐒𝐀𝐆𝐀 '𝐎𝐍𝐋𝐘' ]
«La forma en que te amé.»
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Él era un alma sensible, un ser increíble engullido en el romanticismo más profundo. Como un príncipe con armadura, Hyungsik irradiaba encanto y simpatía, p...
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Entre todas las personas que, a lo largo de su vida, le dejaron claro que no querían volver a verlo, las casualidades del universo cruzaron una vez más su camino con la peor de todas, la que más desprecio sentía, Park Joongki. Aunque él se limitaba a observar su rostro poco carismático y a tratarlo con desafecto, la indiferencia dejaba claro cómo se sentía hacia Yoongi después de tres años de haberse conocido por primera vez.
—Yeobeen, cariño, déjanos a solas un momento —solicitó en dirección a su esposa. Ella hizo un gesto para que se acercara y Joongki la siguió, alejando su presencia perturbadora por unos minutos mientras tenían una conversación aparentemente acalorada.
En el silencio que quedó entre ellos, él se sentó estratégicamente cerca del apoyabrazos de la banca para captar las elevadas palabras de Yeobeen, cuyas expresiones le indicaron que Joongki había esposado a una mujer que difícilmente podría dominar. Ella no vacilaba en momentos en los que era su deber exponer las equivocaciones del hombre, justo como lo estaba haciendo en ese instante.
Su sonrisa delataba un poco que encontraba graciosa la situación.
—Me niego a permitir que alguien vuelva a hacerle daño a mi hermano menor —el susurro se elevó más de la cuenta que supo que Yoongi estaba oyendo la conversación.
—No te comportes como el héroe de esta historia, porque no lo eres —dictaminó con fuerza, señalando a su marido con el dedo índice y la expresión enervada—. Te verás, más bien, como un entrometido —Yoongi asintió con un movimiento de cabeza apenas perceptible, esforzándose demasiado para no delatar el enorme deseo que nacía en su interior sobre reírse a toda costa—. Jimin seguramente se enfadaría contigo si te oyera.
— ¿Me estás amenazando? —Le pareció percibir un tono irritado, también apostó que se descolocó frente a la altanería de la mujer. Quiso reírse en el segundo exacto en que ella asintió, y al mismo tiempo, Joongki entreabrió la boca, como si estuviera muy ofendido con su esposa por decir la verdad.
Sin embargo, reinó el silencio para la pareja. No tuvo tiempo de seguir espiando su íntima conversación porque notó a Yeobeen acercándose a paso apresurado. Se puso de pie, recibió su reverencia e imitó la misma acción con una sonrisa que a Joongki no le gustó, ya que, al mirarlo de reojo, notó fácilmente su rostro enrojecido al punto de ebullición.
—Ciao, Yoongi-ssi, è stato un piacere conoscerti —dijo en un tono suave de voz.
[Adiós, Yoongi-ssi, ha sido un placer conocerte.]
—Ciao, signora Park —Realizó otra reverencia pequeña, rogando en sus adentros que desistiera de irse porque su esposo no sería tan amable con él si los dejaba a solas.
[Adiós, señora Park.]
—Sólo llámame Yeobeen —insistió con modestia, sonriéndole.
—Yeobeen noona —corrigió tímidamente, y Joongki y él la vieron apartándose sin antes dedicarle a su esposo una mirada fugaz que expresaba más de lo que ella pretendía. Incluso llegó a intimidarlo a él.
