Un plan estúpido, una decisión peligrosa y un ultimátum

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Al terminar mi jornada de estudios a las seis de la tarde voy rápidamente a casa para ducharme y cambiarme. Una vez estoy lista recibo notificaciones de que he sido incluida a un grupo de WhatsApp.

Los mas inteligentes de la escuela descubriendo un asesinato

Joshua: ¿Cómo se te ocurre ponerle ese nombre?

Paula: Esta cool ¿verdad?

Yo: Mas literal no pudiste ser.

Joshua: Ignoremos ese hecho. Las monitorearé a través del computar en mi casa así que pónganse el micrófono y la minicámara que les di.

Paula: ¿Deberíamos preocuparnos porque tengas este tipo de equipo?

Joshua: Deberías de preocuparte por hacer bien lo de hoy. Ya te dije que lo pedí en navidad, amo la programación.

Paula: Nerd.

Listo.

Yo: estoy lista.

Joshua: Sigan el plan y cuídense por favor.

Salgo del chat, tomo mi celular y las llaves y las guardo dentro del pantalón negro ajustado a la vez que repaso el plan en mi cabeza.

Investigando Joshua dio con los dos nombres que estaban cuidando las entradas esa noche antes de hacer el cambio con Jaime y otro guardia a las siete en punto que es cuando yo llegue. Entonces planeamos ir a espiarlos hoy a la espera de que alguien sospechoso hable con alguno de los dos. Paula espiara al de la entrada principal y yo al de la entrada secundaria en caso de emergencia.

Al llegar me posiciono entre un árbol enorme y un automóvil que da la perfecta vista hacia mi objetivo. Cada hora nos mandamos mensaje avisando que estamos bien y cuando son alrededor de las tres de la madrugada el sueño comienza a vencernos y creemos que lo mejor es irnos a casa, pero justo entonces veo como una camioneta negra se estaciona muy cerca de la entrada.

La camioneta me impide ver a la persona que bajo de ella y habla con el guardia por lo que me muevo silenciosamente saliendo de mi escondite acercándome, el móvil me vibra anunciando un mensaje del grupo.

Joshua: deja de acercarte maldita loca.

Te pones en peligro.

Los ignoro olímpicamente deteniéndome detrás de un auto a lado de la camioneta. Asomo mi cabeza y veo la espalda enfundada en una chaqueta de cuero negro justo como las que usa...no, es imposible, el no o ¿sí?

Aturdida por mi suposición veo como el guardia va hacia dentro dejando a la persona que se funde con la oscuridad debido a su vestimenta. Con el corazón en la boca salgo de mi escondite caminado hacia él, pero no alcanzo a dar ni siquiera tres pasos cuando alguien me cubre la boca con su mano y un brazo rodea mi torso obligándome a avanzar para atrás.

Asustado intento zafarme del agarre consiguiendo que me pegue mas a su pecho y de cierta manera reconozco el aroma que empieza a ser familiar para mí. Me estampa de frente con una pared por lo que mi mejilla termina recargada en esta.

─ ¿Qué demonios haces─ susurra en mi oído ─ buscas que te maten o tal vez ir a prisión?

─¿Cómo sabias donde estoy?─ logro articular ─ ¿me estas espiando?

─Aja, como no tengo nada mejor que hacer─ me da la vuelta logrando que nuestras miradas choquen enfrentándose ─ venía a amenazar al guardia para que hablara ya que en el interrogatorio no dijo nada.

La camioneta negra es encendida y sus luces alumbra la calle en donde estamos. Me quedo quieta del susto al pensar que nos han descubierto, pero él es más rápido tomándome en brazos obligándome a rodear con mis piernas su cintura.

─Mierda─ gruñe tapando con su rostro el mío ─ finge que nos estamos besando.

Asiento llevando mis manos a su cabello tirando de el a la ves que el ladea a un mas la cabeza como si nos estuviéramos dando un apasionado beso. El trozo de tela que usa para cubrir la mitad de su rostro roza mis labios logrando que me aferre más a él y los labios me piquen. Nuestros ojos no se despegan sino hasta que la camioneta pasa por nuestro lado pitando.

─ ¡Que buena zorra amigo! ─ gritan bajando el vidrio. Veo como la mirada de Savior se oscurece de la furia y aunque ambos giramos para ver el rostro de la persona la camioneta le da a toda velocidad sin permitírnoslo.

Me suelta bruscamente furioso clavándome una mirada mortal, pero esta vez no me quedo atrás, se la devuelvo con la misma intensidad.

─Casi descubría quien era ─ reclamo ─ si no hubieras...

─Casi obtenías un maldito tiro en la cabeza─ me corta─ ¿O que crees que pasaría cuando lo enfrentaras si de verdad era el asesino? ─ pregunta mordaz tratándome como estúpida.

─No lo se, pero ya no tengo tiempo ─ rebato.

─Lo que ya no ibas a tener era vida.

─No entiendes─ me exaspero ─ no quiero terminar en prisión.

Se da la vuelta dando por terminada la discusión mientras comienza a caminar por la acera alejándose y dejándome ahí parada.

─ ¡Mueve el culo que te voy a llevar a tu casa!─ exclama.

Me enfurece su tono de voz y lo metiche que es. Corro alcanzándolo solo para pararme delante de él.

─ ¡No te lo pedí! ─ lo señalo─ y háblame con respeto que nos es difícil ─ me mira sorprendido ante mi reclamo antes de fruncir el ceño.

─ ¿Podría escoltar a la bella señorita a casa? ─ inquiere sarcástico ─ ¿así está bien?

─Vete a la mierda ─ doy la vuelta caminando por las calles solitarias de la ciudad cuando lo escucho gruñir y seguirme.

─Solo sube al auto por favor─ habla de nuevo arrastrando las palabras como si le costara pronunciarlas.

─Claro, que amable─ me giro hacia el sonriendo hipócritamente antes de voltear a la calle─ ¿Cuál es el tuyo? ─ saca la llave de su bolsillo desactivando los seguros por lo que las luces parpadean.

Un Lamborghini negro de lujo deleita mi mirada. El camina hacia su auto abriendo la puerta para mi sin mirarme.

─Gracias─ murmuro antes de que cierre la puerta y rodee el auto para subirse.

Lo pone en marcha sin decir palabra alguna durante el inicio del trayecto hasta que decide hablar.

─Deja de investigar por tu cuenta poniéndote en peligro e inmiscuir a tus amigos─ suenas mas a exigencia que pedido.

─Nadie aparte de mi esta incluido en esto─ miento.

Mi celular que esta en mi regazo vibra anunciando una llamada del grupo por lo que la pantalla se ilumina con las letras Los más inteligentes de la escuela descubriendo un asesinato y una imagen de la pantera rosa vestida de detective.

La mirada de Savior se percata antes de que pueda colgar, mis mejillas se tiñen de rojo y el hace un amago de sonreír antes de volver a ponerse serio.

─Si quieres que te ayude lo haremos a mi modo─ advierte─ o lo dejas en mis manos o lo haces por tu cuenta.

Tear of my bloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora