Malas noticias

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Cuando despierto Savior no está en la cama, algo típico de él. Me alisto para ir al colegio con el cuerpo adolorido y un dolor de cabeza ligero, ah, pero eso sí, con una sonrisita en la cara.

Mandy ya tiene listo mi desayuno por lo que apresuro a desayunarlo, Savior aparece en el comedor muy tenso. Al verme aprieta más la mandíbula antes de exhalar, después avanza hacia mí.

─ ¿Todo bien? ─ pregunto preocupada a lo que el no responde, toma mi brazo poniéndome de pie para abrazarme fuertemente por un rato.

─Si─ responde en un susurro bajo sin mirarme ─ Vámonos que se te hace tarde.

Su mano toma la mía entrelazando nuestros dedos para así caminar hacia el carro, el cual abordamos en silencio. Como siempre me sienta sobre sus piernas aferrándose de mi cintura, pero a diferencia de otras veces, hoy no se apresura en comerme la boca, sino que se me queda viendo a la vez que acaricia mi rostro causándome una fuerte sensación de calidez en el pecho.

Al llegar estoy a punto de bajar, cuando recuerdo la petición de Jaime por lo que respiro inflándome de valentía antes de aclarar mi garganta.

─Mmm... Jaime quiere conocerte ─ su mirada cambia por primera vez en esta mañana a una de curiosidad.

─¿Y cuál es el problema en eso?

─Él es como un padre para mi─ confieso─ lo adoro como no tienes idea y tener su aprobación es importante para mí ─aun con la tela sobre sus labios deposita un beso en mi frente.

─Puedo encargarme de eso.

Ambos bajamos del carro y aunque quisiera no sentirme nerviosa me parece imposible, pero él que tome mi mano me hace sentir acompañada recordándome que ya no estoy sola, hace tiempo que no lo estoy.

Al llegar a la puerta toma todo de mí no sonreír al ver a Jaime parado rectamente con una mirada amenazante sobre Savior como si no le duplicara la estatura o anchura. La diferencia entre ellos sobresalta por todas partes.

─Buenos días─ saluda Savior extendiendo su mano hacia el quien la mira unos momentos antes de tomarla.

─Se ha tardado en presentarse ─ recrimina.

─Una disculpa ─ dice honesto─ tengo la cabeza ocupada en asuntos importantes.

─¿Son esos asuntos mas importantes que algo referente a Ailén?─ abro los ojos en sorpresa por su actitud.

─Esos asuntos importantes son asegurarme de que nada le pase a ella─ aclara ofendido haciendo a mi corazón latir desenfrenado.

─Hablemos en privado─ le señala la cabina se seguridad antes de girarse hacia mi ─ Señorita, tiene clases que atender.

Lo miro anonadada sin creer que quiere deshacerse de mi para tener una conversación privada con Savior, como buena niña berrinchuda pongo un puchero en mis labios buscando apoyo en la mirada de Savior quien me mira sonriente.

─Ten un buen día, Jessie ─ paso por en medio de los dos de camino a la puerta indignada.

─No seas maleducada ─ me reprende Jaime y por mas sorprendida que este por esta situación le susurro un "lo siento" antes de continuar con mi camino.

Las clases como siempre pasan con su respectiva normalidad, pero me percato que no me cruzo a Joshua en toda la mañana por lo que a la hora del almuerzo me apresuro a mi lugar en donde ya se encuentra Paula.

─ ¿No vino Joshua? ─ pregunto preocupada.

─Joder, no y desde anoche no responde al celular.

─Eso no es común en el ─ frunzo el ceño a la vez que saco mi celular para marcarle obteniendo el mismo resultado que ella.

─Ailén no quiero sonar paranoica, pero tengo un muy mal presentimiento.

─Saliendo vamos a visitarlo─ propongo en acuerdo─ a lo mejor simplemente se siente mal ─ intento consolarnos, pero no funciona.

Confundidas continuamos con nuestra rutina hasta que el reloj marca las cuatro de la tarde anunciando la hora de salida por lo que me encuentro con Paula pronto y nos vamos en su carro hacia la casa de Joshua. Le avise al chofer/ guardaespaldas que nos siguiera.

Una vez en nuestro destino los empleados nos reciben ya que como es usual sus padres se encuentran de viaje.

─Buenas tardes, señoritas ─ saluda el ama de llaves luciendo inquieta ─ ¿En qué podemos ayudarlas?

─Venimos a ver a Joshua.

─Él... no se Encuentra─ murmura actuando nerviosa.

─ ¿Salió? ¿Sabe a dónde o a qué hora vuelve? ─ pregunto intercambiando miradas con mi amiga.

─Salió ayer por la noche y no ha vuelto ─ confiesa preocupada ─ llevo todo el día tratando de localizar al chofer con el que salió.

La castaña se gira hacia mi totalmente descompuesta buscando alguna respuesta que obviamente no puedo darle. Nos despedimos después de pedir que se nos avise si aparece, pero ya ambas sabemos que algo está mal.

─Es Joshua─ murmura Paula llorando─ No sale por las noches, no se pierde un día de clases, ni apaga el celular ─ asiento tirando de mi cabello al o saber que hacer. La abrazo dejando que llore en mi cuello.

─Lo encontráremos ─ declaro ─ Savior nos ayudara.

Tear of my bloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora