Ailén
―Bienvenida muñeca― su voz envía escalofríos a todo mi cuerpo. En cuanto llegue a la dirección que me dio me subieron a la fuerza a una camioneta, después me volvieron a arrastrar para amarrarme en esta silla en lo que parece ser una bodega.
―Cumple tu parte del trato― pido tratando de ocultar el miedo en mi voz ganandome una risa siniestra de su parte.
―Tu inocencia tilda a la estupidez― se burla entre risas― sin embargo, para tu suerte tengo palabra― hace una seña hacia sus hombres quienes desaparecen por la puerta antes de volver con Joshua.
Lo arrastras por las piernas como si fuera un animal. Lo posan frente a mi y jadeo ante lo que encuentro. Uno de sus ojos esta tan inflamado que ni siquiera lo puede abrir mientras que el otro apenas es una rendija. Esta prácticamente desnudo con un brazo torcido en una posición paranormal, todo su torso esta teñido de un violáceo que se pierde ente la sangre seca. Medio sonríe cuando me ve.
― Ailén― susurra como si no pudiera creer lo que ve.
―Josh― lloriqueo forcejeando contra las cuerdas―¡Suéltenme, por favor, no tratare de hacer nada! ― el hombre me mira sonriente antes de fingir condescendencia.
―Oh, claro, pero que maleducado de mi parte interrumpir este reencuentro― se acerca a la vez que saca una navaja con la que corta las cuerdas que me atan con brusquedad, tanta que termina cortándome los brazos ―ups.
Apenas hizo una fina línea en cada uno, pero la sangre brota con fuerza. Sin importarme mis recientes heridas me precito hacia el cuerpo de mi amigo.
― ¿Estas realmente aquí? Inquiere con la voz seca y rasposa.
― Si... ― tomo una de sus manos entre las mías. Lo que parece hacerlo reaccionar por que empieza a llorar.
―No, no, tienes que irte Ailén― aprieta mi mano―¿Qué haces aquí? Te harán daño, vete.
―Pero que tierno― nuestro secuestrador se acerca hasta que Joshua lo puede ver― he de decir que te voy a extrañar.
―Vete al infierno― responde mi amigo en apenas un suspiro como si le doliera hasta respirar.
―despídete, niña― pide con desdén antes de esbozar una sonrisa maquiavélica― a menos que quieras que se quede para el juego principal.
―No― apenas y sigue con vida― ve con Paula, Josh― beso su mejilla con miedo al no saber si volveré a verlos― los quiero― él comienza a retorcerse y negar indispuesto a dejarme aquí, lo ignoro poniéndome de pie para dejar que lo vuelvan a tomar y lo saquen de aquí. Cuando están por cruzar la puerta no puedo resistirme más y le grito.
―¡Joshua! ― este se deja de quejarse para escucharme ―¡Dile que lo quiero, que no venga...― me abofetean callándome.
―Buen intento, pero lamento decirte que ya viene para acá ― informa el monstruo frente a mi antes de irse dejándome sola ahí.
No se molesto en volver a atarme ya que cierra la puerta con llave dejándome sola entre cuatro paredes con el corazón martillándome en el pecho. Cada segundo que pasa se siente como el mismo infierno ante la incertidumbre de si me hará daño, lo cual es muy probable.
Me abrazo a mi misma intentado reconfortarme, pero no son los brazos de Savior. Tal vez no conozco mucho acerca de él, de hecho, me ha dicho a la cara que me oculta cosas, aun así, no me importa porque siento que en estos dos meses lo conocí mejor de lo que se conoce así mismo.
Nuestra última discusión se reproduce en mi cabeza y casi quiero reír ya que es toda una ironía que la vida te demuestre lo cierto que son algunas frases, como por ejemplo que cuides lo que sale de tu boca, o que siempre estés bien con las personas ya que no sabes si es la ultima vez que las veras. En mis palabras el destino es una perra a quien tienes que joder tu valorando cada segundo de tu tiempo e invirtiéndolo en lo que te haga feliz.
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Tear of my blood
Mystère / ThrillerEl quiere salvar a las personas. Ella quiere ser alguien en la vida. Ninguno sabe nada sobre el amor.