Antes del caos

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Hace una semana que Savior me prometió encontrar a Joshua, pero no se ha tenido respuestas. Solo se enteró de que la misma persona que me amenaza para llegar a él está detrás de todo esto.

Los padres de mi amigo al enterarse pusieron dinero y contactos a nuestra disposición para su búsqueda, pero no han vuelto de su viaje. Les da lo mismo la vida de su hijo, solo lo hicieron por apariencias y porque alguien tiene que heredar la empresa familiar.

Paula ha estado devastada, no para de llorar y por mas que quiere centrarse y ayudar, le parece una tarea imposible. Savior volvió a ser el hombre de las cavernas que se molesta si intento ayudar, me quiere al margen de esto y por esa misma razón hemos estado peleando, cree que no me doy cuenta, pero se que ocurre algo ya que evade mis miradas.

Mi paciencia y fe se han colmado por fin por lo que decido tomar cartas en el asunto. Por la madrugada me despierto, observo a mi justiciero dormir boca abajo exhausto así que aprovecho y salgo de la cama en silencio.

Camino de puntitas hacia su despacho en donde comienzo a revisar los documentos e información referente a la búsqueda de el rubio. Exhalo frustrada al borde de la desesperación por querer una pista o algo que me sirva, pienso en el y que de seguro ya tendría teorías sobre como rescatarnos si fuéramos Paula o yo las secuestradas.

Encuentro las placas del auto en el que salió Joshua esa noche, las cámaras de las calles nos hicieron saber a qué bar fue, después de eso Savior fue y descubrió que las cámaras fueron bloqueadas ese día asegurando lo obvio y es que fue algo planeado.

Sin ninguna idea sobre cómo conseguir más información o alguna pista me pongo de pie para volver a la habitación cuando de pronto veo a Savior en el marco de la puerta.

─No es un puto juego, Ailén ─brama molesta─ te quiero fuera de esto.

─Es mi mejor amigo, quiero encontrarlo.

─Y yo lo hare, pero solo si no te pones en peligro.

─No entiendo cómo podría estar en peligro por ayudar ─ repito por decima vez en la semana.

─No necesitas entenderlo.

─Cuidado con como me hablas, Savior─ siseo acercándome a él─ no me hagas enojar ─ sus fosas nasales se dilatan.

─¿Encontraste algo?─ niego─ No te vuelvas a meter a mi despacho a escondidas.

Se va dejándome ahí parada y ardiendo de furia, pienso en algo para insultarlo, pero cuando abro la boca un sollozo sale de mi boca a la vez que mi cuerpo tiembla. Él se gira rápidamente mirándome sorprendido antes de volver a acercarse.

─Mierda, Jessie, no quería hacerte llorar ─ abofeteo su mano cuando intenta tocarme.

─ ¡No soy ninguna inútil! ─ grito en medio del llanto ─puedo servir de ayuda, soy muy inteligente y he sobrevivido toda mi vida sin ti, ¿sabes por qué? ─ limpio mis mejillas bruscamente con el dorso de mi mano ─ porque hasta que llegaste tu fue que llegaron los problemas, los riegos y los miedos. Si yo digo que voy a encontrar a Joshua, lo voy a hacer... voy a encontrar a mi mejor amigo.

─ No dudo de ti, solo te protejo.

─Protégeme de ti. Lo único que he necesitado esta semana son abrazos, no discusiones y miradas evasivas─ lo señalo─ por que si me dado cuenta de que algo va mal, así que dime ¿qué es?

─Te lo dije un día─ suspira exhausto─ te oculto muchas cosas.

─Pues dímelas.

─Aun no, no puedo...no quiero ─ asiento mirándolo con decepción.

─Cuando quieras decirlas tal vez ya no querré escucharte.

Salgo del cuarto sin mirar atrás, lagrimas aun ruedan por mis mejillas y ya no son únicamente por la angustia de no saber dónde está mi mejor amigo, ahora también son lágrimas de decepción y despecho por que aparentemente el chico con el que salgo no me tiene la suficiente confianza como para decirme ciertas cosas.

Es rara la manera en que han transcurrido estos dos meses, es rara la manera en que lo conocí, el como él confió en mi palabra y me ayudo sin motivo, como empezamos a vivir juntos, pero es aún más rara la manera en que desde las primeras veces que cruzamos miradas se sintieron profundas, llena de atracción, pero también de otra cosa que no puedo definir.

A veces me besa pasional, lleno de deseo y anhelo mientras que en otras ocasiones lo hace lento, pausado y con esmero como si quisiera grabar cada momento.

Puede ser serio, hosco y sarcástico, pero se asegura de que desayune bajo su atenta mirada, hace espacio para acompañarme de camino a la escuela, se presento a Jaime sin poner obstáculo, me ha cuidado desde que me conoció y me hace sentir segura a su lado. Lo curioso es que yo también he desarrollado sentimientos por él.

Hablo de algo mas intenso, hablo de que no importa el poco tiempo que llevamos conociéndonos, se siente una conexión entre nosotros difícil de describir, pero que con cada momento que pasamos juntos aumenta. Creo que me estoy enamorando.

Me encierro en la que fue mi primera habitación aquí y quisiera decir que recobre el balance, pero no, la verdad es que lloro hasta quedarme dormida solo para despertar de madrugada ante el sonido de mi celular.

El numero desconocido ilumina la pantalla del artefacto confundiéndome ante la idea de quien en su sano juicio me marca a esta hora por lo que contesto.

―Ailén― murmura la voz derrotada de Joshua haciendo que todo mi cuerpo se estremezca ―Ni se te ocurra gritar, princesita de Savior― dice un hombre con sarna―supongo que no se te ha dado el mensaje― mis nervios aumentan a cada segundo.

― ¿Qué quieres? ― increpo en un susurro.

―No sabes como me molesta que las cosas no salgan como quiero. Resulta que le dije a tu novio que si se presentaban los dos a una dirección dejaba ir a tu amiguito―mi corazón se encoge dándome cuanta de que el comportamiento extraño de Savior se debía a que me estaba ocultando esto―pero se negó y por su culpa he tenido que lidiar con este pobre nerd quien no aguanta un golpe más, te juro esta hecho mierda― ríe malvadamente― así que ahora tengo un nuevo trato...

Tear of my bloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora