Corrijo: una mala noche

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Joshua

El plan sale fatal y mi jaqueca se incrementa.

Lo escucho susurrándole perversiones en el oído, los veo besarse en medio jadeos y gemidos que se clavan en mi como un puñal.

Apago la cámara junto con los micrófonos de ambas. Una idea estúpida llega a mi mente y como buen adolescente la acato, voy a emborracharse así que le pido al chofer llevarme a un bar y esperarme Una vez ahí, me siento en un taburete, bebiendo solo, preocupado y amargado.

Ailén y Paula llegaron a mi vida como un huracán arrollador que se llevó mi tranquilidad y estabilidad emocional a su paso, lo curioso es que también me brindaron amistad, cariño, diversión, así que para mí vale la pena el costo.

Nunca he sido alguien que reciba atención, mis padres viajan todo el tiempo junto con mi hermano menor, ya que el trabajo de mi padre lo requiere, pero yo me quedo a cumplir con mis estudios y responsabilidades. No digo que son malos padres, porque se que me quieren y me tienen viviendo en condiciones, sin embargo, eso no evita el hecho de que a veces me sienta solo y me pregunte que se sentirá tener una familia más normal.

Supongo que cada familia tiene algún fallo o es a su manera, hay personas como Ailén quienes sufren desde niños y nadie les da nada, les toca sobrevivir, también personas como yo quienes tenemos vacíos, pero de cierta forma somos afortunados o personas como Paula que tienen aparentemente todo, pero la realidad es que su madre la abandono cuando era niña y por eso su padre la consciente y le da todo lo que está en sus manos intentando llenar ese error.

Lo interesante es que luego nuestros caminos se cruzan y a través de personas nuevas consigues sanar, apoyarte, sentir. Esas dos chicas me hacen envejecer cien años con sus problemas, pero también me hacen sentir acompañado en medio de platicas bobas.

Entonces, ¿Por qué estoy así? Bueno, no pude evitar enamorarme de ella. De su belleza, carácter, personalidad, de lo que significa en mi vida. Su elegancia y estilo envuelven mis sentidos atrayéndome a ella, su curiosidad e inocencia que me hacen adorarla, ese cabello castaño junto con sus facciones que me encantan.

Lastima que yo soy solo su bobo amigo nerd. Suena algo cliché que me haya enamorado de la inalcanzable de la escuela, pero en mi defensa lo hice cuando la conocí, me enamore de su interior y no de su envoltura como la mayoría.

No pude evitar ver como se besaba con aquel tipo corpulento, con tatuajes con la típica cara de tipo malo mientras que yo soy flacucho, encorvado, neurótico, rubio con gafas.

─Póngame otra─ pido tendiéndole mi vaso de piña colada al bartender, si nunca bebo alcohol y eso es lo suficientemente fuerte para mí. Ridículo.

Cundo me lo tiende tomo la dulce cereza rojo y entonces me dan ganas de llorar, Paula huele a cerezas, su olor es dulce y embriagante. Hipo aguantando el llanto bebiéndome la piña colada de dos tragos sintiéndome muy hombre. Alguien se sienta a mi lado mas no me volteo a verlo.

─¿Mal noche, muchacho?─ observo al tipo de unos cuarentas años que me sonríe cómplice ─ un wiski en las rocas─ pide.

─Algo así─ respondo lamiendo el sabor del coco en mis labios.

─Supongo que es un mal de amores, ¿Qué otro problema podría tener un joven de tu edad? ─ rio amargamente.

─Si, un simple mal de amores─ no crea que tengo miedo de que nos maten en cualquier momento a mí, a la chica que me gusta o a mi mejor amiga.

─Te entiendo─ susurro sin mirarme─ de bien del desamor.

─Que triste─ suspire─ pensé que por su edad me diría que las cosas pasaban o una cosa sabia ─ ríe sonoramente.

─Tengo cuarenta y cuatro no sesenta.

─Error mío─ me encojo de hombros.

─Háblame de esa chica─ pidió.

─Uff... ella es simplemente increíble─ doy un trajo a la bebida de mango que pedí─ es inteligente, bonita, graciosa.

─Suene perfecta.

─Oh no lo es─ el hombre me mira atento─ es curiosa, empecinada y burlona pero curiosamente eso también me gusta, aunque nos meta en problemas.

─Entonces realmente estas enamorado─ se quedó pensativo ─ cuando aceptas a alguien tal y como es, eso es el amor.

─Voy al baño─ anuncio poniéndome de pie.

Desconocido

Realmente me cayo bien ese chiquillo, no es estúpido e impulsivo como la chica de la que esta enamorado o la mujer de Savior. Enciendo un puro y le doy una calada para después dejar ir el humo.

Si tuviera alma lo dejaría, pero ya me da lo mismo lastimar inocentes. Saco el liquido que vierto en su bebida, la mezclo un poco con el sorbete volviendo a mi lugar como si nada. Unos minutos después el rubio aparece tambaleándose con una mueca de desagrado.

─Los baños públicos son tan desagradables─ dice haciéndome reír, es tan inocente─ bueno, fue un gusto conocerte señor viejo, pero debo irme porque mañana tengo clases.

─Un gusto muchacho joven─ le tiendo la mano─ ¿no te terminaras tu bebida? ─ pregunto casual.

─Uy, si ─ se la bebe rápidamente─ estaba muy buena.

Nos volvemos a despedir y el comienza a caminar hacia la salida, pero tal como era de esperarse sus pasos se vuelven lentos y su cuerpo se torna débil. Me acero rápidamente pasando su brazo por mis hombros y tomándolo de un costado. Su mirada conecta con la mía asustadiza y confundida.

─Fue una mala decisión salir esta noche─ comento malicioso sacándolo del lugar por la puerta trasera. Se desmaya y mis hombres lo toman rápidamente subiéndolo al carro para después atarlo y vendarle los ojos.

Bueno, es hora de que comience el verdadero juego.

Abordo el carro dirigiéndonos al almacén en donde tendremos al chico. Al llegar el ya esta despertando así que mis hombres lo amarran rápidamente en una silla. Mira desubicado a todos lados, maldice en voz baja parpadeando varias veces y cuando por fin logra estabilizarse posa su mirada fijamente en mí.

─Tu...Eres el mismo hombre con el que se tropezó Ailén, con el que hable en el bar ─ asiento sonriente.

─Por eso estas aquí─ rodeo su cuerpo hasta detenerme detrás de él agarrándolo de los hombros─ tu amiga es muy distraída y tu amada muy curiosa, ambas inteligentes, pero con varios defectos, pero tú, tú eres el único que podía descubrirme.

─Maldito...

─Pensaba traer también a esa chica castaña que te gusta, pero tuve compasión de ti. Esta sana y salva gracias a ti ─ el chico aparta la mirada furioso ─ en cambio tu otra amiga, la pelirroja, no la puedo dejar fuera de la ecuación─ me aparto haciéndole una señal a mis hombres─ pido disculpas por eso y por esto.

Le sueltan un puñetazo en el mentón que lo hace escupir sangre, es muy frágil. El siguiente cae en su ojo, otro en su pómulo, estomago, una patada y otra y dejo de contar los golpes ya que me parece una tarea muy imposible pues los golpes llueven sobre él. Quisiera ser compasivo, de verdad que sí, pero no se puede ya que esto esta siendo grabado para que llegue a Savior junto con un mensaje y si no se ve lo suficientemente violento, sangriento y perverso, el no me tomara en serio.

Comienzan a desnudarlo, moretones rojizos se forman en su cuerpo, perdiéndose entre la sangre que escurre y...

─Paren el video─ ordeno antes de salir del lugar sin mirar al chico ni decir otra orden.

Que hagan lo que quieran, me lo voy a imaginar al igual que le va a tocar a Savior.

Tear of my bloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora