Savior
Golpeo el saco con mas fuerza de la normal, odiándome a mi mismo por sentirme tan desequilibrado como cuando era un niño golpeado por su papi, solo que hay una diferencia y es que esta vez el imbécil estoy siendo yo.
Hay tanta presión sobre mis hombros que no se como actuar. Recibo todos los días un video de Joshua siendo vilmente golpeado, su rostro está prácticamente irreconocible, estoy seguro de que tiene roto un brazo y algunas costillas.
De verdad quiero ayudarlo, pero no he podido dar con ninguna maldita pista y el enfermo que está detrás de todo esto se niega a que vaya solamente yo para el intercambio, quiere a Ailén y no voy a permitirlo.
Lo abrumado que estaba no me dejaba con suficiente claridad, pero tengo un plan ahora, tengo una idea y para eso debo de confiar en mi chica, mi Jessie. Quiero tanto protegerla que olvido lo fuerte que es, ha sobrevivido prácticamente toda su vida sola sin mi ayuda.
Los secretos que le guardo no son por protegerla, de hecho, son algo más egoísta, algo que solo me concierne a mí, sin embargo, si quiero un futuro con ella debo dejar de lado mis inseguridades y sincerarme con ella, así que una vez se lleve a cabo el plan y descubramos quien nos esta jodiendo la vida le contare todo.
El plan es tan simple que me siento tan estúpido de no haberlo pensado antes. Accederé a ir junto con Ailén a ver en que consiste su juego, solo que ella no ira y el no lo sabrá. Se que suena arriesgado, simple y tonto, pero lo único que me queda es tenderle una emboscada bien planeada.
Detengo mis golpeas hacia el saco una vez termino de descargar mis frustraciones. Limpio mi rostro con una toalla y me dirijo al baño en donde tomo una ducha rápida.
Voy a la cocina en donde la empleada ya tiene listo lo que le pedí por lo que le agradezco antes de apresurarme hacia arriba, al cuarto de cierta pelirroja que esta enojada conmigo.
Dormir sin ella fue toda una tortura y no me refiero a lo sexual, aunque también extrañe eso. Su cuerpo contra el mío me brinda una tranquilada inexplicable, al igual que su olor me da la sensación de seguridad.
Toco la puerta un par de veces mientras con la otra sostengo la bandeja con su desayuno. No obtengo respuesta.
―Vengo a hacer las paces― murmuro inseguro al no saber como se hacen este tipo de cosas―te traje el desayuno― el silencio gobierna y suspiro ― me arrepiento de las cosas que dije, Jessie, no se bien como explicarte mis sentimientos, pero eso no justifica que te trate mal― admito― solo quiero cuidarte porque...me importas mucho y mira ¿Qué tal si abres la puerta y te digo las cosas a la cara? Aparte tu desayuno se esta enfriando, son crepas con extra-chocolate y frutos rojos especialmente para ti.
Frunzo el ceño ante su mutismo, un raro presentimiento se asienta en la boca de mi estómago y sin detenerme a pensarlo empiezo a forzar la puerta. Dejo el desayuno en un mueble cercano para golpear la puerta con mi cuerpo, esta se abre con un golpe en seco.
―Ailén―mi corazón se desboca en mi pecho al ver la habitación vacía. Abro la puerta del baño sin esperanzas de que este ahí, moviéndome por mera ansiedad ante el miedo que recorre mi cuerpo y tensa cada uno de mis músculos.
Ella no esta aquí, no esta en la casa y casi puedo asegurar que no está a salvo.
―No― susurro pasándome las manos por el cabello mientras trato de pensar a toda prisa en donde rayos esta. Le marco, pero me manda a buzón de voz.
Mierda.
Llamo a su guardaespaldas quien se supone la lleva y la recoge a todos laos.
―Señor― responde.
― ¿Dónde diablos está? ― inquiero. El miedo dándole paso a la ira.
― ¿Quién, señor?
― ¿Dónde está Ailén, maldita sea?
―Ella...ella no ha salido.
― Te juro por Dios que si le pasa algo vas a decir no haber nacido― cuelgo colérico a la vez que suelto un grito.
Mi celular vibra con la llegada de un nuevo mensaje, cierro los ojos tomándome un tiempo ya que me imagino de quien es y no se si estoy listo para la inminente verdad. Con la mandíbula apretada y recobrando fuerzas reviso que es y lo que veo me hace caer de rodillas.
La tiene.
Es una foto de ella, su rostro preocupado y asustado, esta atada a una silla. No se le ve ningún golpe visible, pero eso no evita que la bilis se me suba a la garganta ante la idea de que la lastimen.
La respiración me falla, el cuerpo me tiembla y no si es mas el temor o la rabia que tengo. Arraso con todo lo que hay alrededor de mi antes de volver a incorporarme cuando un nuevo mensaje me llega.
¿Listo para jugar?
Sonrió para mi mismo dejando que mi rabia se convierta en maldad pura. Me aferro al miedo para que el sobreviviente en mi salga a la luz tal y como cuando era un niño.
Estoy mas que listo para jugar.
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Tear of my blood
Mystery / ThrillerEl quiere salvar a las personas. Ella quiere ser alguien en la vida. Ninguno sabe nada sobre el amor.