Acéptalo

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Estaba muy frustrada de nuevo por lo de mis cosas que ni siquiera tenía ánimos de desayunar, él lo noto y pregunto el motivo, pero cuando se ofreció a comprármelas y yo me negué comenzamos a discutir por lo que ahora nos encontramos de pie a lado del comedor.

─¡No lo voy a aceptar!

─¿Por qué no?─ pregunta exasperado.

─Savior, ya vivo aquí y como gratis ─ digo obvia─ no voy a dejar que me compres la laptop y los libros.

─Ah, pero al nerd de tu amigo si lo dejas ayudarte─ espeta molesto.

─Es un favor que le pienso recompensar.

─Peor aún, a mi no me necesitas recompensar nada─ niego con la cabeza frustrándolo ─ ¿Por qué eres tan terca? ¿no puedes obedecer y ya?

─Claro, como soy sumisa─ espeto sarcástica, pero veo como el comentario hace que sus ojos brillen con malicia y diversión.

─Me lo hueras dicho antes─ dice con voz seductora─ ya se como convencerte─ su mano toma mi cuello sin delicadezas haciéndome jadear de la sorpresa. Entreabro los labios y su vista se torna aún más oscura cuando lo nota, su otra mano me toma de la cintura pegándome a él y yo ubico mis manos en sus hombros ─ A lo mejor un buen orgasmo te deja mas obediente─ susurra en mi oído mientras su mano en mi cintura desciende por mi estomago hasta mi sexo tocando encima del pantalón.

No sé como rayos pasamos de discutir a eso, pero nublada por la lujuria subo mi rostro al suyo rozando nuestros labios, la tela sobre los suyos causa comezón en los míos que mueren por contacto.

─ Quítatelo─ pido en un gemido sintiendo como aprieta mi punto sensible por sobre el Jean.

─ ¿Quieres besarme? ─ increpa llevando la mano que tenía en mi cuello hacia uno de mis pechos acunándolo para después  alejarse y romper el momento─¿Por qué si no nos ponemos ni un poco?─ se sienta en su silla triunfante por devolverme la jugada de ayer.

─Hijo de...

─Sigue desayunando─ demanda sonriente logrando que le enseñe mi dedo medio antes de que me siente en la silla. Siento la humedad entre mis piernas incomodarme por lo que hago una mueca que no le pasa desapercibida.

─¿Sucede algo?─ pregunta sonriente.

─No, igual y le pido a mi amigo nerd que me ayude también con otra cosa─ sugiero provocándolo, logrando que su sonrisa desaparezca.

─Apúrate que se te va a hacer tarde─ es lo último que dice molesto.

Me voy a la escuela despidiéndome de él quien no responde. Voy camino a la salida cuando siento aún la humedad en mis bragas y me devuelvo a mi cuarto cambiándomelas y también de pantalones porque al parecer son tantas las ganas que me moje a sobre manera.

Cuando paso por la sala principal él está sentado ahí con un libro en su mano y al notar que me cambie vuelve a sonreír.

─Que te vaya bien─ dice esta vez burlón ─ te quedan mejor esos pantalones.

Maldito hijo de puta, vamos a ver quien resiste más y no voy a detenerme con este juego hasta que suplique que me lo folle convirtiéndolo a él en el sumiso.

Llego a clases me excuso con los maestros por la ausencia de ayer, tomo notas en una libreta pequeña que me traje en un bolso que me regalo Jaime en mi cumpleaños pasado y a la hora del almuerzo avanzo directa hacia la mesa en donde ya me esperan Paula y Joshua, pero la voz de Clara me interrumpe.

─¿Hasta cuando te vas a seguir sentando con ellos?─ inquiere en tono molesto.

─ Pues... hasta que pase el evento ─ contesto no muy convencida.

Tear of my bloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora