CAPITULO 13

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La noche era oscura y la luna plateada. El tímido murmullo del viento gélido se desplazaba silenciosa por la pared de piedra y pino, llegando a agitar las flamas vivas de la chimenea.

La luz natural del fuego dibujaba una delicada silueta envuelta en una túnica de lana gris, sus lacios cabellos castaños caían como cascadas por su espalda, meciéndose ligeramente con los suaves movimientos de su cuerpo. El reflejo de su rostro emitía un brillo único y de sus labios carnosos salían tarareos de notas dulces destinados al pequeño cachorro que acunaba en su pecho.

La encantadora melodía cesó y sus iris avellanas se posaron en el pequeño cachorro que la admiraba embelesado desde el umbral. Una sonrisa con dos muescas visibles en sus sonrojadas mejillas, enmarcaron su pálido rostro etéreo y con ilusión, invito a su primogénito acercarse a ella. 

Los pequeños pies envueltos en botas de cuero curtido, se arrastraron por el cálido interior de la recámara. Un pequeño bulto rodeado de pieles en la superficie de la cama, llamaron curiosamente su atención. Intrigado continuo caminando hasta el centro de la habitación, el aroma de su madre se encontraba combinado por otra más fuerte, una esencia similar al de la leche de cabra; pero más dulce. 

El es Taehyung y el pequeño que descansa sobre la cama es Jimin. Ambos son tus hermanos menoresdijo su madre dichosa, inclinándose a su altura y descubriendo al pequeño que su pecho cobijaba. 

Namjoon observó al cachorro con asombro. La poca piel descubierta presentaba una tonalidad levemente rosada. Su fina cabellera castaña caía como hilos suaves por su pequeño rostro hinchado, sus parpados se encontraban cerrados, negándose a mostrar el color de sus iris; al tiempo que sus labios se abultaban y su frente se fruncía, precedente a un claro signo de inquietud y llanto. Hana retomo su postura inicial y comenzó a mecer suavemente a su cachorro, evitando que sus quejidos perturbaran el buen descanso de su mellizo menor.

A los ojos de Namjoon la imagen le parecía algo nuevo pero hermoso. Ver a su madre resplandeciente aun con las tenues ojeras bajo sus parpados y el opaco brillo de su melena, le transmitía un sentimiento único y especial; sentimiento que se acrecentó al conocer a los nuevos integrantes que conformarían su núcleo familiar.

Vamos Jimin, ven con tu Hyung. El cachorro de un año de edad lo observaba desde su sitio con vacilación. Apoyado sobre la nieve con sus dos pequeños pies y con la brisa del bosque meciendo sus delicados mechones miel, dio sus primeros pasos en dirección a su hermano mayor.

Namjoon sentado sobre sus talones, observaba orgulloso el progreso de su cachorro más pequeño. Taehyung aplaudía sonriente a su lado, motivando a su mellizo. 

Jimin llego a los brazos de su hermano mayor, pequeñas risillas resonaban en el claro del bosque frio, producto de los múltiples besos que Namjoon depositaba en las abultadas mejillas de sus cachorros. 

Namjoon presentía el estado débil de su madre, el lazo familiar que los unía se sentía tenso e inestable. Sentado sobre un pequeño banco de madera y apoyado en la pared exterior de su hogar, levanto la mirada hacia el cielo. Por primera vez en mucho tiempo, este se pintaba de azul brillante y con suaves nubes de algodón, pero para Namjoon todo su mundo se reflejaba gris, con vientos helados y susurros melancólicos.

Namjoon, tu madre desea verte. Caminando tras el encogido cuerpo de su padre, se adentro a la pequeña habitación de su madre. La calidez que alguna vez sintió, fue opacada por el frio estremecedor y el ambiente sombrío.

INDIGO (Namjin) /COMPLETA/EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora