INDIGO (Namjin) /COMPLETA/EDITANDO

CAPITULO 14

El día era gris, con vientos gélidos y ligeros copos de nieve. Hace una horas que Jungkook deambulaba hacia la ribera del rio. La brisa helada atravesaba su capa negra y sus botas de cuero; estremeciendo su cuerpo y entumeciendo sus músculos. Hacia demasiado frío, pero ahí estaba, probando su valía y desafiando las palabras de Jimin.

"Requerirás más que tu confianza para cazar una buena presa".

Habia visto al omega cazar junto a sus hermanos, eran buenos y agiles; como si en su sangre fluyera el linaje de los cazadores ancestrales.

La nieve se hundía con sus pasos y su respiración se combinaba con las nubes blancas de vaho. Había seguido las huellas de un venado, llegando al limite de la manada. El curso del arroyo atravesaba las entrañas del bosque frio, y Jungkook lo sabía, conocía los riesgos de atravezar el umbral de los altos arboles de coníferas; pero aun así su terquedad fue mas fuerte que su razonamiento.

Jungkook levantó la vista y lo vio. Las orillas rocosas del río estaban cubiertas de hielo y sus aguas blancuzcas fluían inagotables desde los Colmillos Helados. El venado se encontraba al otro extremo, saciando su sed después de llenar su estomago de hiervas y hojas.  

Con movimientos sigilosos, se arrastro por los tallos altos del bosque. Sus manos cubiertas por gruesos guantes de piel, empuñaban el asta de una lanza. Escondiéndose en las sombras de un tronco hueco, analizó mejor a su presa. El viento agito su flequillo y la corta coleta de sus mechones azabaches, su aroma se expandió con la brisa que arrastraba la suave nevada, combinándose con el silencio y la esencia del bosque. 

Empuñando con mas fuerza su lanza, avanzo un par de metros hacia la orilla. El venado continuaba en su posición, sin percatarse de la presencia del omega. Jungkook supo que era su oportunidad, sin vacilación, flexiono los brazos y con fuerza ejecutó su tiro. La lanza pasó muy alto el río y atravesó las ramas a aproximadamente un metro por encima del blanco, incrustándose en la corteza de un viejo árbol.

—¡¡Mierda!! —exasperó airado, observando como su presa huía hacia la profundidad del bosque. 

—Creo que has acertado a una hoja de ese árbol —dijo Taehyung a espaldas del menor.

Jungkook se sobresalto por la repentina aparición del mayor, en su estado de irritación no se percato del grueso aroma del alfa.

—¿Por que estas aquí?¿Acaso me estas siguiendo?—Jungkook lo enfrentó, con el ceño fruncido y el viento ondeando la piel de su capa. 

Taehyung bufó por las ilógicas interrogantes del menor. Sus pies se movieron en dirección al omega, con la nieve crujiendo bajo sus botas y deteniéndose a una distancia considerable.  

—¿Por que lo haría?, mi deber es resguardar los límites de la manada, no cuidar de príncipes mimados como usted —espetó Taehyung, irguiéndose en su sitio y cruzando los brazos en su pecho. 

—¡No soy un príncipe! — refutó Jungkook. 

—Su pureza y linaje arrojan lo contrario— impugno el alfa—. Ahora le agradecería si regresa por el mismo camino que siguió, no queremos que sume otro problema a los muchos que ya tenemos. 

—Aun no puedo volver, necesito cazar una presa que pruebe mi valía. 

Jungkook viró su mirada hacia el otro extremo de la orilla, donde los arbustos ocultaban la lanza que debía estar incrustada en la carne del venado y no ondeándose como banderilla con el viento. 

—Lo hiciste con celeridad y sin bizquear bien al apuntar.

—¿Que?...

—Tu tiro con la lanza —espetó Taehyung—. Visualiza a tu presa y analiza la distancia entre ambos. Sostén la lanza en alto hasta la oreja dejándola paralela al suelo, siempre debes dar un paso hacia tu objetivo para ganar impulso. Al arrojar la lanza, gira un poco el cuerpo de lado para crear un ángulo de liberación que beneficie al movimiento. Si aplicas todos estos consejos te aseguro que darás un tiro certero a tu presa.