CAPITULO 15

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—No puedes permitir que Jimin viaje al Clan Sur —replicó Taehyung, de pie en el umbral de la cuadra de los caballos.

—Tampoco estoy de acuerdo —respondió Namjoon de espaldas a su hermano, preparando la montura en su caballo. Hera, como la había llamado el alfa, era una yegua joven, briosa y espléndida. Tenía una cualidad especial que quitaba el aliento. Era oscura como la profundidad de la noche, con crines que parecían cascadas plateadas y con un pequeño lucero blanco que adornaba su frente  —. Pero confió en él, como también confió en ti para que cuides de la manada mientras estamos ausentes. 

—La tierras del Sur son desconocidas para nosotros, no sabemos que clase de peligros puede existir en tierras extranjeras —repuso el menor de los alfas, preocupado.

—Soy consciente de eso Taehyung —suspiró, volviéndose hacia su hermano menor y observándolo con esos ojos avellanas que ambos compartían—. No soy ignorante de los riesgos que conlleva esta expedición. Jimin es un omega fuerte y preparado, además, Jackson estará con él y bien sabemos que él lo estima como un hermano menor y no permitirá que nada le suceda. Recuerda también a Mark y su cachorro, el omega ya lo amenazó con volver sano y salvo, con Jimin en las mismas condiciones. 

Taehyung suspiró rendido, sabiendo que lo único que podía hacer es confiar y rezar por la seguridad de sus hermanos.  

—Cambia esa cara, Jimin necesita que creamos en él y más ahora que en unas horas llegara el momento de nuestra partida —Namjoon palmeo la espalda de Taehyung para posteriormente volver a sus labores iniciales—¿Por que mejor no lo ayudas a empacar?, estoy seguro que necesitara algunos de tus consejos para esta travesía. 

El día había corrido en un destello y la noche se había asomado con prontitud. Los integrantes que conformaban la pequeña manada Kim se encontraban reunidos alrededor de una fogata comunal, donde un cerdo y un venado se asaban con el calor del fuego. 

El vino tampoco faltó. Cinco barriles fueron abiertos y repartidos entre todos los presentes. El arpa y los tambores complementaron la algarabía y pronto dieron inició a un festín bajo la luna. 

Seokjin se encontraba sentado sobre un tronco que servía de banco, a su lado se encontraba Hoseok y junto a él, Heesoon. Nada había cambiado entre el beta y el alfa durante el tiempo que llevaban viviendo con los Kim, su amor profesado aun se mantenía intacto y lo demostraban con pequeños roces o miradas dulces. En alguna ocasión Heesoon había hablado de matrimonio, alegando que ansiaba el día de manifestar sus votos bajo la bendición de la Diosa Luna y llamar a Hoseok como su esposo. Seokjin en verdad se sentía feliz por sus mayores. 

—Seokjin —Hoseok lo llamó interrumpiendo sus pensamientos—. Nosotros creemos que tal vez solo yo deba viajar hacia el oeste junto a Namjoon y Heesoon quedarse a tu cuidado. 

—Hyung, entiendo tu preocupación pero deben saber que no me quedare solo. Jungkook y Taehyung estarán conmigo, además de la manada. —Seokjin tomo las manos del beta, transmitiéndole la seguridad que necesitaba, haciéndole conocer que estaría bien. Que todo estaría bien. 

Namjoon admiraba al omega desde el otro lado, sus manos sostenían una copa de vino endulzado con miel y a su lado, Jackson, Taehyung y algunos cambiaformas de la manada compartían anécdotas de pelea, de cama y de caza. 

La cuarta hora del festín había avanzado y ya se observaba a los demás en un estado avanzado de ebriedad. Muchos continuaban bailando al son de las alegres notas musicales, mientras otros se encontraban regados en el suelo sin poder sostenerse. 

El crepitar de las llamas del fuego, aun se encontraban vivas y Namjoon supo que debía parar de beber cuando su visión comenzó a volverse borrosa. Sus ojos nuevamente volvieron a posarse en Seokjin, el omega se encontraba junto a Jungkook, contemplando a las parejas bailar en el centro. 

INDIGO (Namjin) /COMPLETA/EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora