—Deberíamos volver— instó el más joven de los alfas, mientras el bosque frio se tornaba más y más oscuro a su alrededor—. Estamos fuera de los límites de la manada.
—¿Te da miedo el bosque? —se mofó el mayor de los tres hermanos, insinuando una sonrisa burlesca.
El menor tenso su cuerpo ante la mofa de sus hermanos mayores, pero el miedo pudo más que la ira. Llevaba apenas cuatro meses desde su presentación y como cada alfa y beta de la manada Kim, era un deber unirse al grupo de entrenamiento y ser parte de la guardia nocturna. Todo con el fin de resguardar a su pueblo ante cualquier situación de peligro.
Pero todo era diferente aquella noche, empezando desde que rompieron las reglas apartándose de sus puestos para adentrarse al bosque frío y probar la valía del más joven. El alfa menor presentía a su lobo inquietarse, la oscuridad tenia un matiz que le erizaba el vello y le revolvía las tripas. Llevaban varios minutos caminando en dirección al norte, apartándose más de la intemperie.
Soplaba un viento gélido del sur, que hacia que los árboles susurraran como si tuvieran vida propia. Durante todo el recorrido el menor se había sentido observado, vigilado por algo oscuro e implacable que no le deseaba nada bueno. El mediano de los hermanos también lo había percibido pero no quiso indagar en ello y solo se dispuso a relajarse disfrutando de la tortura de su menor.
—Esperen —advirtió el mayor y los tres hermanos se quedaron estáticos. —¿Escuchan eso?
Los alfas agudizaron sus sentidos, escuchando al viento silbar y a los arboles susurrar, hasta que lo oyeron.
Lobos.
El menor sintió a su corazón dar un vuelco y el miedo recorrer su espina dorsal. Sus sentidos se nublaron ante el terror de la situación y no pudo moverse ni oír los gritos de sus hermanos, hasta que un lobo negro de gran tamaño apareció de entre los arboles y se abalanzo hacia el alfa mayor. Sus fauces desgarraron su cuello de un tajo, la sangre, roja como el vino veraniego, salpico la nieve y la cabeza rebotó contra una raíz gruesa y siguió rodando hasta detenerse cerca a sus pies.
El segundo hermano muto al instante, dejando salir a su lobo de tonos pardos y azabaches. Sus ojos conectaron con el lobo enemigo, soltando gruñidos altos y pesados jadeos.
—¡¡Corre ahora!! ¡¡Corre!! —. El alfa menor recobro sus sentidos ante el grito de su hermano mayor a través del lazo de sangre. Su cuerpo muto a su joven lobo y viro su mirada unos segundos en dirección a sus hermanos. Dos lágrima descendieron por sus iris claros y su lobo emitió un débil gimoteo antes de correr a grandes zancadas hacia la intemperie.
Su manada estaba en peligro y debía advertirles antes de que la horda de lobos llegaran a ellos.
—No es necesario que sigas viniendo, pequeño omega —. Seokjin hizo oídos sordos como cada vez que escuchaba esas palabras en su visita a la pequeña cueva. Desatando el nudo de su capa, sus manos revelaron el mismo canastillo de bambú que lo acompañaba con la excusa de que iría en búsqueda de piñones.
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INDIGO (Namjin) /COMPLETA/EDITANDO
FanficHay quienes afirman que nuevos seres Indigo serán concebidos dentro de la nueva generación de cambiaformas. Se ha sostenido que los cachorros Índigos nacerán con una característica particular, su aura de color azul. Una energía que su cuerpo emanara...