Perfect Love 3: The Last Day (Tokio Hotel Twc)

Capítulo 12: El dedo de Dios

Notas de MizukyChan: En este capítulo se hace referencia a la imagen que Haru Chan obsequió para el fic.

Perfect Love 3: The Last Day

Capítulo 12: El dedo de Dios

Tom sintió un ruido en la ventana y abrió los ojos. Estaba recién aclarando, pero se notaba en la poca luz, que el día sería muy frío. El ruido volvió a aparecer y el lobo se sentó en la cama, mirando el origen.

-¿Qué haces aquí? -Preguntó en un suave susurro.

Caminó hasta la ventana, completamente desnudo y abrió lo suficiente para que el ave oscura de Rolf, se posara en el borde. El animal se quedó muy quieto, esperando que el humano retirara el mensaje que cargaba en la pata. Tras hacerlo, emprendió el vuelo.

Tom cerró la ventana con rapidez, estaba helado y su pareja todavía estaba en cama, no podía permitir que enfermara por un descuido suyo. Llevó la vista al pequeño papel atado y lo abrió.

"Reúnete conmigo en las afueras de tu mansión"

El lobo apretó el ceño, cuando Rolf pedía reunirse solo con él, casi siempre terminaba provocándole celos. Pasó una mano por su cara, debatiendo la idea de fingir demencia y volver al lado de Bill en la cálida cama.

Escuchó ruidos fuera y pensó que definitivamente, no podría volver a dormirse, así que procedió a limpiarse y vestirse para encarar al metamorfo de la capa gris.

Al llegar a la cocina, se encontró con la escena de sus dos hijos mayores, preparándose el desayuno el uno al otro. Sonrió y carraspeó, para evitarles un bochorno.

-Bueno días, padre. -Saludaron al unísono.

-Buenos días -respondió el lobo-. Necesito pedirles un favor.

-Claro -dijo Pepe de inmediato.

-Necesito que digas a John que hoy me retrasaré en llegar, pero que ayer dejé listas todas las herraduras de los Collins, solo hay que pedir que traigan los caballos.

-Solo ustedes trabajan en el día del señor -dijo Pepe rodando los ojos.

-Joseph dijo que si venían los miembros de la inquisición, debían evitar esas provocaciones -agregó Adam, mordiendo una tostada.

Tom achinó los ojos, Bill y él siempre tomaban turnos los días en que nadie más trabajaba, era justamente para evitar emergencias, pero si el monaguillo les advertía sobre ese sencillo acto, tendrían que tenerlo en mente.

-Bien, hablaré con Bill sobre eso -dijo Tom, cerrando el tema-. Adam, necesito que antes de ir al albergue, pases por el hospital y le digas a Gustav que Bill no irá este día.

-¿Papá está enfermo? -Preguntó abriendo los ojos preocupado.

-No, hijo, tu padre y yo iremos en una misión esta mañana -respondió honestamente.

-¿Una misión? ¿Es por la iglesia? ¿Las visiones? ¿Corremos peligro? -Preguntó Pepe, poniendo atención a las palabras del mayor.

-No, hijo, no es nada de eso.

-¿Entonces de qué se trata? -Insistió el moreno.

-Es mejor que no lo sepan de momento.

-Padre, míranos, Adam y yo ya no somos niños. Somos adultos tan respetables como ustedes. Somos parte de esta familia y merecemos saber lo que está ocurriendo -su voz no subió de tono en ningún momento, no estaba faltando el respeto a su padre, pero era claro que estaba molesto porque lo dejaran al margen.