Perfect Love 3: The Last Day (Tokio Hotel Twc)

Capítulo 35: Mal Presentimiento

Notas de MizukyChan: Con un pequeño retrazo porque la página estaba en mantención. Pero ya está aquí y solo quedan 5 capis más para el final. Gracias por el apoyo

Perfect Love 3: The Last Day

Capítulo 35: Mal Presentimiento

Una vez que el sheriff recibió el completo informe de la persona que envió a investigar a los atacantes de Thomas, decidió dejarlo descansar y esperar la llegada de uno de sus compañeros, previsible para el día siguiente.

—Recuerda, ni una palabra de esto a nadie... hasta que yo de la señal —dijo justo antes de abrir la puerta y dar unos golpes en su espalda—. Duerme bien.

—Sí, señor. Gracias, señor —respondió el policía y emprendió la marcha.

Georg volteó el rostro y vio el ceño apretado de su colega y amante—. ¿Qué está maquinando tu mente brillante? —Preguntó con una sonrisa, tratando de aliviar la tensión, pero al ver que la mujer no cambiaba su expresión, simplemente caminó hasta ella y se sentó a su lado—. No te angusties... resolveremos esto, ya lo verás.

—Me temo que esto no se resolverá, Geo, sino que se volverá peor.

—No atraigas los malos augurios —comentó el castaño.

—No se trata solo de malos augurios. Me temo que todo este intrincado plan del enviado es solo el comienzo. —Ella tomó la mano de su pareja y le dio un apretón—. Creo que es el inicio del fin.

—Pues entonces, tendremos que movernos rápido y entre las sombras, con el fin de destruir sus planes y salvar a nuestra ciudad de las garras de la Guerra Santa...

—Que de "santa" no tiene nada —terminó Sonja con la voz cargada de ironía.

—Esa es mi chica. —El castaño sonrió y le dio un piquito en los labios—. Necesito que me lleves a las reuniones secretas que has concertado con los miembros del batallón de defensa y con sus hijos.

—¿Hablas en serio?

—Explicaremos los planes de Ignacio a todos en secreto y luego los expondremos públicamente en una reunión en el ayuntamiento —informó el sheriff.

—¿Por qué el doble trabajo? —Inquirió la mujer, arrugando el ceño.

—Porque yo también tengo un mal presentimiento —susurró—, y antes de que se vuelva realidad, necesito que todos nuestros aliados renueven su confianza en los Kaulitz y en la verdadera causa de esta batalla: mantener la paz de Berlín.

—Enviaré un mensaje y nos reuniremos antes del alba de mañana —afirmó Sonja, levantándose de su cómodo lugar en el sofá.

—Bien. Regresaré a mi casa, tengo que preparar algunas cosas —dijo el castaño en forma misteriosa y tras besar castamente los labios de la oficial, se retiró del lugar.

A la mañana siguiente, la oficial Tappe tocó levemente la puerta de Georg y juntos, se dirigieron entre las sombras, hacia el primer sitio de reunión. Una mujer los recibió con el rostro serio y los guió con una vela, al interior de la taberna.

Los hombres, nerviosos, esperaban frotándose las manos, para espantar tanto el frío como el temor de aquella inesperada reunión. Ninguno de ellos había quedado inmune a los rumores que se esparcieron sombre los lobos que asesinaron, en la misma iglesia del Señor, al incendiario de la mansión Reber. Algunos de ellos habían intentado comentar, aprovechando que todos estaban allí, pero Carl, el taza, que extrañamente estaba sobrio, los hizo callar, alegando que la mujer policía les diría la verdad.