Capítulo 18: Linaje de Aquiles

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Perfect Love 3: The Last Day

Capítulo 18: Linaje de Aquiles

La aldea india se hallaba bajo una tensión permanente, los guerreros lobos que quedaban, hacían guardia todo el día. Fue justamente por uno de esos turnos, que uno de los guerreros percibió movimiento adelante.

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A algunos metros de distancia, el Gran Jefe arrugó el ceño cuando una de sus aves comenzó a agitarse en su jaula. A paso lento llegó hasta el gran buitre negro de Aquiles y achinó los ojos. Notó que el ave miraba en dirección del bosque y decidió soltarlo. El ave salió de su encierro y extendió las alas, emprendiendo el vuelo, sin embargo no fue demasiado lejos, hizo círculos en el aire, cerca de allí.

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El lobo vigilante emitió un rugido fiero y Thomas detuvo su paso. El joven Kaulitz se ocultó entre la hierba y disfrazó su esencia, como Kami le enseñó. Controló su respiración para no ser escuchado por los súper sentidos del otro lobo que lo esperaba cerca de ahí. Lentamente quiso avanzar, pero el graznido de un ave en el cielo, llamó su atención, era el buitre de Aquiles.

Decidió volver a su forma humana y tras ponerse un pantalón que guardaba en el morral, dejó que el ave lo viera y descendiera hasta su brazo—. Llévame con tu amo —dijo y el ave dio pequeño vuelos, dirigiéndolo.

El lobo vigilante, vio al joven con el ave y supo que era conocido de Aquiles, retrocedió y lo dejó pasar.

El Gran Jefe, siguiendo los movimientos del buitre negro, se acercó hasta el sendero y fue el primero en recibir al joven. Alzó la mano, en señal de saludo.

—Te ves agitado, joven amigo —dijo el anciano con la voz tranquila—. ¿Has tenido un largo viaje?

Thomas inclinó la cabeza, mostrando su respeto—. Ha sido un viaje muy largo, señor, además, el aire se calmaba y calentaba la tierra, mi garganta está seca y agradecería un trago de agua.

—Puedo darte a beber agua fresca, joven, pero ningún soplo de aire alivia la agonía. —El hombre inclinó la cabeza y cuando los ojos de ambos se encontraron, asintieron, dando a entender que podían hablar en paz.

—Soy Thomas Kaulitz, hijo de Tom y Bill Kaulitz, he venido por el mensaje enviado por Aquiles.

—Pensamos que enviarían al Hijo de la gran luna —respondió el hombre, achinando los ojos.

—Pepe quería venir, pero está trabajando para una asignación de las cruzadas, sería sospechoso que abandonara su tarea.

—Es cierto, ven hijo, te llevaré con Aquiles.

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Dos días habían transcurrido desde que Thomas dejó la mansión Kaulitz, Bill era el más nervioso, pues no había forma de saber si había llegado ya a la tribu india o si se había topado con algún inconveniente en el camino.

—¿Crees que todo ha ido bien, Tom? —Preguntó Bill, en la cocina, mientras preparaba una nueva infusión para Amanda.

—Si no tuvo ningún contratiempo, seguramente llegará hoy —respondió y agregó con una sonrisa—. Creo que todo está bien, porque Kami luce tranquila, y ya sabes que ellos están muy unidos.

—Cierto, ella puede sentir cosas que ninguno de nosotros puede.

Bill soltó un suspiro y se apoyó en la mesa con ambas manos.

—¿Estás bien?

—Sí, creo que estoy muy tenso con la enfermedad de Amanda.

—¿Te quedarás aquí el resto de la tarde? —Preguntó el lobo, abrazándolo por la cintura desde atrás.

Perfect Love 3: The Last Day (Tokio Hotel Twc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora