Perfect Love 3: The Last Day (Tokio Hotel Twc)

Capítulo 15: Noticias

Notas de MizukyChan: Aprovecho de invitarlos para mañana a leer una nueva leyenda urbana, que en realidad no es de terror, sino más bien de suspenso y romance. Se llama "Túnel"

Perfect Love 3: The Last Day

Capítulo 15: Noticias

La reunión de esa noche con su familia, lejos de tranquilizar a Bill, lo dejó en un estado de mayor confusión y miedo. Gunnar y Amanda tenían razón, él como médico había visto morir mujeres en el parto, ¿qué pasaría con él en el momento del alumbramiento? Él podía luchar como doctor para salvar la vida de sus pacientes, pero al ser él el paciente, ¿quién lucharía por mantenerlo con vida? Por otro lado sus hijos y la sensación de impotencia que sentían, que su amado Tom sentía, ellos eran fuertes y estarían dispuestos a sacrificarse en un abrir y cerrar de ojos, pero en este caso no había nada que hacer. Pero sin duda, lo peor de todo era la incertidumbre de sus visiones del futuro, si su amado Tom no estaba allí para ayudarlo a criar a su bebé, ¿valdría la pena tener uno? Bill ya estaba feliz siendo padre de Adam, Pepe y Thomas, el que no fueran hijos de su carne y sangre no cambiaba el hecho de que fueran suyos, que fueran su familia, que los amara con todo el corazón, entonces, ¿estaría dispuesto a sacrificar a su amado Tom por tener un hijo biológico de él? ¿Dejaría morir al amor de su vida solo para cumplir una profecía que decía que su hijo salvaría a Zion?

—¿En qué piensas, amor? —Preguntó Tom entrando a la habitación.

El de rastas bicolores parpadeó al sentir la luminosidad de la vela, no escuchó la pregunta de su lobo, pero alzó la cabeza.

—Bill, cariño, deja de atormentarte. —Pidió Tom, sentándose a su lado en la cama.

Al pelinegro se le aguaron los ojos—. ¿Cómo no voy a estar atormentado, Tom? Cada vez que pienso en que este bebé no tendrá a su padre...

—Sshh —interrumpió el mayor—. Este bebé tendrá a su padre. —Besó su frente con ternura—. Te tendrá a ti a su lado, ya lo sabes, ya lo viste. Ni siquiera debes atormentarte por el parto, porque ya te viste junto a nuestro hijo en el futuro, ya sabes que lo tendrás y que seguirás con vida.

—Pero...

—¿Has tenido más visiones? —Volvió a interrumpirlo. Bill negó con la cabeza—. ¿Lo ves?

—Creo que las bloqueé de algún modo cuando no te vi en ellas.

—Mi amado Bill, no debes hacer eso, cualquier indicio del futuro podría ayudarnos, darnos alguna clave, incluso podría aparecer yo si miras con más atención. —Sonrió coquetamente—. Tal vez no me viste en esa visión porque estaba en casa esperándote para hacerte el amor.

Bill no pudo evitar sonreír y un nudo se instaló en su garganta—. Dios, ojalá fuera eso. —Sus ojos otra vez se aguaron.

—No sé cómo funciona tu don, pero te aseguro esto, desde hoy hasta el día en que muera, te haré el amor cada noche, para demostrarte el inmenso amor que siento por ti.

Sin esperar respuesta, atrapó los labios de Bill en los suyos y los besó con decisión. Las manos del doctor se aferraron a su cuello, buscando profundizar e integrar sus lenguas. Los sonidos de sus bocas al chocar y unirse desesperadamente, fue suficiente para excitarlos a ambos y, como el toque de Dios todavía estaba presentes en sus cuerpos, su libido aumentó exponencialmente, avivando los deseos de amarse y poseerse.

Tom recostó a su amado en la cama y con rapidez lo desnudó, aprovechando de besar cuanta piel pudo. A tirones se quitó sus prendas y se ubicó entre las piernas de su amado, abrazándolo, para sentir como sus pieles se sentían calientes de deseo. Quiso buscar sus labios otra vez, pero Bill giró en la cama, quedando sobre él, lo besó poco a poco hasta llegar a su hombría y humedecerla con su propia boca. Tom estiró la mano hacia la mesita del costado, buscando los aceites y procedió a erguirse lo suficiente para alcanzar la entrada de su amado, mientras este seguía dándole placer con su boca. Bill se reubicó, quedando de rodillas a un costado del cuerpo de Tom, para facilitarle la tarea y él continuar trabajando la excitación de su lobo, sabía que con lo sensible que estaba no duraría mucho y no quería dejar insatisfecho a su guardián.