Capítulo 27: Embarazo

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Perfect Love 3: The Last Day

Capítulo 27: Embarazo

Bill estaba con los nervios de punta. Había recibido noticias del incendio, pero decidió no dejar solo a Thomas, en caso de que eso no fuera más que un distractor y de pronto se presentara el inquisidor en su casa reclamando a su hijo por traición. La tensión lo tenía enfermo y en más de una ocasión terminó vomitando frente al baño.

Karmillia le preparó un agua de hierbas, con intensión de relajarlo y hacerlo dormir. Él aceptó y tras una hora, cerró los ojos. Estaba en el sofá grande de la sala y la chica se acercó hasta él para acomodar sus piernas y tender una cobija sobre su cuerpo. Había algo extraño en su jefe, podía percibirlo, era un cambio en su aroma, no significaba que oliera mal, seguro era imperceptible para los demás, pero para sus finos sentidos era una muestra de que las profecías se cumplirían pronto. Dejó un beso en su frente y lo dejó descansar.

El pelinegro se vio rápidamente envuelto en una ola de imágenes inconexas en un principio, pero poco a poco, fueron mostrándose con mayor claridad. Se vio a sí mismo, con más años encima, con ropajes muy abrigados, en un campo cubierto de nieve junto al gran lobo blanco de ojos rojos, su hijo y de Tom. La imagen nuevamente cambió a otra, en la cual se oían clamores de guerra, su hijo aulló fuertemente, como grito de guerra y muchos lo siguieron.

¿Tom? ¿Dónde está Tom? Se preguntó atormentado dentro del mismo sueño. Pero las visiones volvieron al tiempo actual, fuego, llamas y gritos. Cruces ardiendo y la sensación sofocante del humo por doquier.

—Debes confiar en Rolf —Se oyó desde su espalda. Bill giró dentro de la visión y se vio a sí mismo, con el cabello corto y muy negro—. Debes hacerlo, confía en él. ¡HAZLO!

El grito lo despertó y dio un salto, arrojando lejos la manta que lo cubría. Tenía la frente perlada de sudor y sus manos temblaban. Kami llegó corriendo a la sala y lo buscó a tientas.

—¿Está bien, señor? ¿Qué ha pasado?

Bill tragó con dificultad y tomó la mano de la chica, sentándola a su lado—. Estoy bien. Solo fue un sueño, Kami.

—¿Solo un sueño? ¿O algo más?

—No lo sé —respondió con honestidad. No tenía idea de por qué sus visiones habían cambiado. ¿Por qué su yo, con apariencia del futuro le habló? ¿Y por qué se refirió específicamente a Rolf? Estaba molesto con el lobo de la capa gris, pero no desconfiaba de él. ¿A qué se refería todo esto?

—Han pasado varias horas y ninguno ha vuelto —comentó Kami refiriéndose al incendio—. Hanna preparó algo de comer, ¿quiere que le sirva un poco?

—No, gracias. Tengo el estómago revuelto —contestó, pese a que sus tripas rugían, no quería comer nada porque sabía que terminaría devolviendo todo otra vez.

Se oyeron ruidos en la entrada y Bill se levantó de un salto para ir a ver. Abrió la puerta y arrugó el ceño al ver como su lobo desmontaba furioso de su corcel negro. Detrás de él, Adam y Pepe no parecían mejor.

—¿Qué ha pasado? —Preguntó, saliendo de la sala, seguido por Kami.

—El incendio fue provocado —respondió Tom, entregando las riendas del caballo a Gunnar, quien no se movió hasta recibir más información—. Algunos aldeanos encontraron al culpable...

—Pero eso es bueno, ¿no? —interrumpió el de rastas, pero el ceño apretado de sus hijos le obligó a callar.

—Sonja fue la primera en enterarse y nos pidió reunirnos en la estación de policía para interrogar al criminal.

Perfect Love 3: The Last Day (Tokio Hotel Twc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora