Besar sus labios era como disfrutar de agua fresca en un día muy caluroso, lo había ansiado tanto, ella respondía con la misma intensidad, igualando sus ganas, respondiendo a su necesidad, sus ropas estaban repartidas por toda la habitación, que más daba, luego se ocupaban de recogerlas, las pequeñas manos de ella acariciaban sus cabellos castaños, haciéndole olvidar cualquier cosa que no fuera ella.
Las manos de el navegaban libres por toda su blanca piel, sin decidirse en donde quedarse mas de unos segundos, hasta que en una batalla perdida una de ellas abarcó uno de sus amados montes, al tiempo que su boca estaba ya dedicando especial atención al otro y su otra mano apretaba a su antojo una de sus suaves pero firmes posaderas, una nueva habilidad fue descubierta en ese instante por los dos, al ser capaz de utilizar ambas manos al mismo tiempo con mucha eficiencia, causando que ella simplemente se volviera gelatina en su poder.
Sus miradas se encontraron, llenas de emoción y deseo, al tiempo en que su mano se fue colando para llegar a ese maravilloso templo que ella guardaba, acariciando con destreza, hasta hacerla voltear los ojos cuando consiguió enviarla a ver las estrellas, no perdió tiempo, el quiso cobijarse en su calidez, instintivamente ella se abrió para él, pero en el momento en que iba a ser recibido un fuerte sonido lo despertó, observando el techo de su sala, muy confundido, se encontró con que había tirado un jarrón que estaba en la mesa.
―caray, debí quedarme dormido en algún momento, ―reflexionaba en voz alta, ―supongo que tendré que darme una buena ducha, para poder calmarme y bajar un poco el problema que se me ha armado, ―dijo al observar las consecuencias muy notorias que semejante sueño causaron en su cuerpo, específicamente en su pantalón el cual parecía portar una pequeña tienda de campaña.
En un avión una rubia pecosa estaba tratando de calmar su respiración, para poder correr al baño, esperaba no haber hecho ningún sonido dormida, solo eso le faltaría, se frotaba la cara, su rostro estaba todo rojo de pena, pero también por las reacciones que su sueño le habían provocado, ahora solo tenia que ir a limpiar su desastre al baño, lo mas seguro es que tendría que cambiarse su ropa interior, menos mal que empacó algunas en su maleta de mano, pero ni con toda la vergüenza del momento se borraba la sonrisa que se dibujó en sus labios.
Tiempo atrás
La semana había pasado con altos y bajos para Candy y Terry, sus actividades comenzaron a envolverlos, dejándolos tal como ellos tenían previsto, muy ocupados, cansados y con apenas tiempo para nada, aun así, no dejaban de hablar, aunque sea para saludarse cada mañana antes de salir a cada uno de sus múltiples compromisos, ni que decir en la noche, no se dormían sin haber compartido todo lo que pasó en su día.
Terry estaba muy optimista, su entrevista con el encargado del área de becas en la Escuela de Medicina Grossman de la NYU fue mucho mejor de lo que el esperaba, por lo que pudo averiguar Candy obtuvo una beca con ellos, pero ella optó por quedarse en Chicago, por lo que no seria problema su traslado, al parecer el expediente educativo de su pecosa era algo admirable, ellos no podían estar mas satisfechos por contar con ella estudiando en la universidad para el próximo semestre.
La pasantía también era algo que lo tenía satisfecho, se había adaptado bastante rápido al nivel de trabajo, solo se sentía un poco disgusto con la actitud de uno de los ejecutivos encargados de monitorearlo, mejor dicho, uno de sus jefes, al parecer al señor Peterson no le simpatizaba mucho lo sobresaliente que estaba resultando Terry.
Ser pasante es algo muy duro, por un lado, se debe estar pendiente de los estudios, eres prácticamente el encargado de realizar el trabajo que nadie más quiere hacer, además de seguir las órdenes de todos los que estaban a cargo del pasante, mejor dicho, trabajar sin descanso y sin reconocimiento, puesto que, si haces algo bien, los demás se toman el halago, pero has algo mal y te regaña hasta el portero.
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Deber y Amor
RomanceDespués de una maravillosa temporada vacacional invernal, Terry se encuentra en una encrucijada, una decisión que tomar, su determinación al tomarla le hace ver que ya no hay vuelta atrás.