Tratando de controlar su ansiedad, Terry seguía acariciando el arete de oro, como si eso le permitiera de alguna forma volver a los preciados momentos ya pasados, de pronto toco sus labios y sonrió, pasando su lengua, saboreando los recuerdos.
—cuanto daría por volver a ese día nuevamente pecosa.
Tiempo atrás.
Terry acompaño a Candy a la cabaña que compartía con sus amigas, luego se retiró a su habitación para tratar de descansar, cosa que sabia sería difícil después de lo sucedido, estaba aliviado de haber llegado a tiempo, aunque debía reconocer que su pecosa sabia defenderse muy bien.
Aun así, aunque estaba agradecido por que ella podía cuidar de sí misma, le gustaba poder encargarse de protegerla cuando le fuera posible y siendo honesto, le gustaría que eso fuera siempre, como le encantaría poder estar para ella en todo momento y con esos pensamientos, con una imagen en la que imaginaba a Candy entre sus brazos, fue quedándose dormido.
Después del incidente con Lionel, el personal del resort se encontró muy sorprendido por las nuevas disposiciones acerca de no poder tener relaciones románticas entre los empleados, ya que nunca antes se habían aplicado dichas políticas en ese lugar, claro aparte de Candy, Terry, Annie y Paty, nadie sabía lo sucedido la noche anterior, esta demás decir que la rubia pecosa había sido más que regañada por sus amigas por no haberles avisado, al mismo tiempo que se deshacían en halagos hacia el castaño por su actuación en defensa de ella.
—realmente mereces que le contemos a Albert sobre esto.
—¡no!, vamos Annie, estoy bien, no paso nada, no preocupen a Bert por algo sin importancia.
—Candy, realmente me sorprendes, tú sabes que no fue algo sin importancia, si eso nos hubiera sucedido a alguna de nosotras tu estarías igual o peor, así que por favor al menos acepta que en esta ocasión fuiste muy imprudente.
—no lo voy a negar Paty, prometo que no vuelvo a hacer algo así, pero ustedes saben muy bien que yo también se defenderme y que aun sin la intervención de Terry, nada malo me hubiera pasado, al menos no a mí.
—no seas presuntuosa Candy, sabemos que eres la mejor de las tres en cuanto a defensa personal, pero y vuelvo e insisto, pero, la mejor defensa es la prevención, porque tú no adivinas el futuro y no sabes con que te puedan atacar, imagínate y hubieran sido más de uno, si hubieran estado armados, si, si ya sé que exagero un poco, pero solo quiero que comprendas nuestro punto.
—está bien Annie, lo comprendo, prometo no volver a angustiarlas así.
—por otro lado, me parece injusto la nueva política de no relaciones románticas entre empleados, casi pareciera un castigo, como si te culparan por lo sucedido, expreso molesta Paty.
—eso mismo pienso yo, son unos hipócritas.
—saben que lo veníamos comentando con Terry anoche que me acompaño, por lo que creo que debemos estar pendientes de todo, me hace pensar que su cumplimiento del deber hacia la protección de sus empleadas más parece pantalla que una realidad.
—bien pensado, debemos estar atentas y cuidarnos entre nosotras, siempre juntas, —exclamo Annie.
Las amigas se abrazaron y se despidieron para comenzar su día, las tres siempre habían sido muy unidas, se habían conocido en la escuela y desde el inicio no se habían separado, pronto los primos de la rubia pecosa: Archie y Stear Conrwell, se habían vuelto poco a poco cercanos a las chicas, hasta que se convirtieron en dos lindas parejas.
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Deber y Amor
RomansDespués de una maravillosa temporada vacacional invernal, Terry se encuentra en una encrucijada, una decisión que tomar, su determinación al tomarla le hace ver que ya no hay vuelta atrás.