Capitulo 3:

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--¡Hola!--

Giselle tomó asiento con una sonrisa frente al chico que la había salvado antes, mientras él leía un libro, y no le prestaba atención.

--¿Me recuerdas?-- agregó la chica, en un tono alegre

El chico levantó la mirada, con un rostro muy inexpresivo. Giselle se sintió algo intimidada por su mirada fija, pero sacando su espíritu Gryffindor, le sostuvo la mirada con actitud alegre.

--Soy la chica a la que salvaste--

--Ah sí...-- habló él, volviendo su atención al libro, sin darle importancia a la conversación --Eres la tonta a la que Malfoy molesta--

Giselle frunció el ceño, pero se contuvo de decirle algo, ya que no iba con intenciones de discutir. Hacía dos días que había ocurrido el incidente con Abraxas, en el que fue salvada por aquel chico misterioso, y en esos días había planeado como acercársele para hablarle, y agradecerle. Fue una suerte que lo consiguiera solo en la biblioteca, aunque siempre lo veía solo.

--Bueno... yo quería hablar contigo...-- Giselle bajó la mirada avergonzada --Quería agradecerte por salvarme--

El chico solo gruñó, y pasó de página en su libro.

--Incluso te traje un regalo--

La pelirroja sacó de su túnica una caja de galletas. Las galletas se las había enviado su madre como un regalo que siempre le daba semanalmente, pero esta vez, Giselle quiso compartirlas con el chico que la había salvado. Hasta se molestó en decorar la caja con los colores de Slytherin, para que se viera mucho más bonita, y le agradara a él.

--Ten. Las hizo mi madre, son deliciosas-- dejó la caja en la mesa y la empujó hacia el chico

Este levantó la mirada, pero no vio las galletas, sino a Giselle, y no se veía nada contento.

--Escúchame bien, tonta. No quiero tus galletas, no quiero que me hables, y no pienses que somos amigos solo porque te defendí una vez de Malfoy. Cosa que no voy a volver a hacer jamás, ¿Me entendiste?--

Giselle frunció el ceño enojada.

--¡Oye! ¡Estoy siendo amable contigo! ¡Siempre te veo solo y creí que...!--

--Creíste mal-- la interrumpió el chico, también empezando a enojarse --Y si ya terminaste con tus tontos agradecimientos, vete ya, porque este libro es mucho más interesante-- bajó la mirada hacia el libro

Giselle gruñó, y se levantó más enojada que antes. Aquel encuentro no había salido como ella hubiera imaginado. Miró las galletas en la mesa, pero decidió no llevárselas. A lo mejor, las galletas ayudaban a descongelar el frio corazón del Slytherin.

Salió de la biblioteca, intentando calmarse. Ahora no podía perder el control de sus poderes.

Mientras se dirigía a la Torre de Gryffindor, pensó en la extraña actitud del chico, ¿Qué era lo que le pasaba? ¿Por qué era tan malo con ella? Bueno, a esa última pregunta si le tenía respuesta, y es porque ella era hija de Muggles. Debió haber imaginado desde un principio que no le caería bien por eso.

Soltó un suspiro de tristeza, y borró a aquel chico de su mente. Lo peor, era que había tenido ilusiones de tener un amigo.

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--... en la última década los gnomos quieren...-- Giselle miró confundida el libro que leía, mientras la abrumaban los otros libros que la rodeaban y casi no le permitían ver a su alrededor --¡¿Qué era lo que querían los gnomos?!--

Nuevo Comienzo (4 Libro) (Hinny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora