Tomaron todas las cosas que se habían comprado con una rapidez impresionante, y siguiendo a James y a Remus, se internaron en el bosque, guiándose por el camino que marcaban los faroles. A su alrededor, Ginny escuchaba gritos, cantos, y conversaciones, todas con tonos alegres, que lograron contagiarle ese sentimiento.
Aun no podía creer que estaba asistiendo al Mundial de Quidditch. Muchas noches se había imaginado estando allí, disfrutando de un momento que jamás en su vida olvidaría. Obviamente, Molly se había esforzado en que ella casi no saliera de su casa, porque no la creía capaz de controlar sus poderes frente a los demás, y es que no hubiera ido ese día, de no ser por la intervención de los Potter.
Siguieron caminando por el bosque unos doce minutos más, sumergidos en conversaciones muy agradables y algunos chistes, hasta que al salir por el otro lado se encontraron a la sombra de un estadio inmensamente grande. Aunque Ginny solo podía ver los gigantescos muros dorados que rodeaban el campo de juego, estaba segura de que adentro, podría haber cabido todo Hogwarts.
--Hay asientos para cien mil personas-- explicó James, al ver los rostros asombrados de los chicos --Quinientos funcionarios han estado trabajando durante todo el año para levantarlo. Cada centímetro del edificio tiene un repelente mágico de muggles. Cada vez que los muggles se acercan hasta aquí, recuerdan de repente que tenían una cita en otro lugar y se van... ¡Merlín bendiga el Quidditch y la Magia!--
Remus rodó los ojos, y James se encaminó con una sonrisa delante de los demás, hacia la entrada más cercana, que ya estaba rodeada de una multitud considerable de magos y brujas.
--Muy buenas noches, señor Potter-- saludó la bruja del Ministerio que estaba en la puerta, como encargada de comprobar las entradas --Me alegra verlo por aquí-- sonrió amablemente
--Jamás me perdería esto, Melisa-- respondió James, tendiéndole las entradas
--Excelente... Oh, hola, señor Lupin-- la chica sonrió coqueta hacia el castaño, quien de inmediato se sonrojó
--Hola... Melisa-- respondió, con cierto nerviosismo
--Veo que todo está bien, señor Potter-- dijo la bruja, mirando las entradas, aunque Ginny notaba que sus ojos de vez en cuando se desviaban hacia Remus --Pueden pasar. ¡Tienen la tribuna principal! Todo recto escaleras arriba, señor Potter, arriba de todo--
--Gracias Melisa--
James sonrió con amabilidad y les hizo una seña a los chicos de que lo siguieran. Remus también lo iba a hacer, pero la chica Melisa, lo detuvo.
--Si no es... tener mucha confianza, señor Lupin, quisiera hacerle una pregunta--
Remus tragó grueso, y miró hacia todos lados nervioso.
Ginny, quien iba de última en el grupo, se dio cuenta de la ausencia del castaño, así que se regresó un poco, viendo a Remus, intentando quitarse de encima a la empleada del Ministerio.
Reprimió una risita por la situación, pero luego Remus la notó, y le suplicó con la mirada que lo ayudara. Ginny no podía sentirse más divertida.
--Tal vez quiera ir a comer algo conmigo. Mi departamento siempre está libre...-- la chica no paraba de enviarle miradas de insinuación a Remus, y hasta intentaba acercársele, pero él se alejaba
--Estoy muy... ocupado--
En el momento no se le ocurrió una excusa mejor.
--¿Por qué no prueba, señor Lupin? Estoy seguro de que no se arrepentirá--
Ginny estaba a punto de caer al suelo de la risa, pero Remus le lanzó otra mirada de súplica, y pensó que ya era suficiente.
--¡Papá! ¿Por qué te retrasas?-- intervino la pelirroja, iniciando con su actuación y caminando hacia la pareja de adultos --Me prometiste que narrarías el partido entero para mí. Creí que nunca faltabas a una promesa--
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Nuevo Comienzo (4 Libro) (Hinny)
FanfictionComo siempre lean el pequeño anuncio que les deje al principio.