Capitulo 20:

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Mucho antes de las once y media de la noche, y sin que nadie los viera, Harry y Ginny se reunieron en la sala común y se escondieron bajo la capa de invisibilidad, esperando a que el momento llegara. Se la pasaron viendo con impaciencia como cada uno de los alumnos subía por las escaleras a sus respectivas habitaciones, e incluso se deleitaron con algunos rumores o chismes que repartían estos mismos estudiantes.

Casi llegada la hora, la sala se encontraba casi vacía, y digo casi porque solo estaban los hermanos Creevey. Estos se habían hecho con un montón de insignias de "Apoya a CEDRIC DIGGORY", e intentaban encantarlas para que dijeran "Apoya a HARRY POTTER y GINNY WEASLEY", pero hasta aquel momento lo único que habían conseguido era que se quedaran atascadas en "POTTER Y WEASLEY APESTAN".

Apenas Neville bajó hasta la sala común y comenzó a distraer a los hermanos Creevey, Ginny y Harry supieron que esa era su señal. Haciendo el menor ruido posible, caminaron hacia el retrato y esperaron aproximadamente un minuto. Harry mirando el reloj. Luego, Draco desde afuera, les abrió el retrato de la Dama Gorda, pues anteriormente Ginny le había dicho la contraseña.

Draco se hizo a un lado para dejarlos pasar, y a pesar de que no los veía, se dio una idea de donde podían estar, debido a que la pelirroja le susurró un "Gracias", antes de que se fueran.

Los terrenos del colegio estaban envueltos en una oscuridad total. Harry y Ginny, en completo silencio, bajaron por la explanada hacia la luz que brillaba en la cabaña de Hagrid. También el interior del enorme carruaje de Beauxbatons se hallaba iluminado. Mientras Harry llamaba a la puerta de la cabaña, Ginny oyó hablar a Madame Maxime dentro de su carruaje.

--¿Son ustedes, Harry y Ginny?-- susurró Hagrid, abriendo la puerta

--Sí-- respondió Harry, entrando al lado de Ginny a la cabaña, y luego se quitaron la capa

--¿Por qué nos has hecho venir?-- preguntó Ginny curiosa, mientras Fang corría hacia ella ladrando, para que le acariciara la cabeza

--Tengo algo que mostrarles-- repuso Hagrid

Parecía muy emocionado. Llevaba en el ojal una flor que parecía una alcachofa de las más grandes. Por lo visto, había abandonado el uso de aceite lubricante, pero era evidente que había intentado peinarse, porque en el pelo se veían varias púas del peine rotas.

--¿Qué vas a mostrarnos?-- dijo Harry con recelo

Ginny se preguntó si habrían puesto huevos los escregutos o si Hagrid habría logrado comprarle a otro extraño en alguna taberna un nuevo perro gigante de tres cabezas.

--Solo quiero que se cubran con la capa, vengan conmigo y no hablen-- les indicó Hagrid con gravedad

Harry y Ginny se miraron nerviosos.

"¡Quiero que me lleven! ¡Quiero que me lleven!" Fang jugueteaba entre las piernas de Ginny para llamar su atención.

--Fang quiere que lo llevemos-- le dijo la pelirroja a Hagrid

--Tenemos que llevárnoslo, porque no le gustaría...--

--Escucha, Hagrid, no podemos quedarnos mucho... Tenemos que estar en el castillo a la una-- lo interrumpió Harry serio

Pero Hagrid no lo escuchaba. Abrió la puerta de la cabaña y se internó en la oscuridad a zancadas. Harry y Ginny lo siguieron aprisa y, para su sorpresa, advirtieron que Hagrid los llevaba hacia el carruaje de Beauxbatons.

--Hagrid, ¿qué...?-- empezó Ginny

--¡Shhhh!-- la calló Hagrid, y llamó tres veces a la puerta que lucía las varitas doradas cruzadas

Nuevo Comienzo (4 Libro) (Hinny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora