Levana:
-Buenos días, Pedrito- saludé abriéndole la puerta de casa.
-Buenos días, pelirroja, ¿Preparada para leerlo?- dijo mientras me sacudía el pelo.
-Nunca he estado tan preparada en mi vida como lo estoy ahora. Así que obviamente que lo estoy.
-A ver que nos encontramos por aquí...-Habló Pedri y por la forma en que lo dijo me dio a sospechar.
-¿Lo has leído?- Inquirí.
-Bueno... lo he ojeado- le miré con mala cara.- A ver, tampoco he cometido un delito, lo he mirado por encima, tranquila.
-Más te vale Pedrito, si no te las verás conmigo.
-uh que miedo...- se burló a la vez que hacía gestos con las manos.
-¿has desayunado?- pregunté.
-Sí, claro, es lo primero que hago al despertarme.
-Pues muy bien porque yo no, así que si quieres mientras yo desayuno leemos el diario.
-La verdad es que tampoco hay cosas superinteresantes, a demás, hay algunas hojas que faltan.
-Las habrá arrancado, lo que había ahí era demasiado fuerte como para escribirlo, como por ejemplo el asesinato del gato del vecino, o el robo de los crons.-dije para chincharle.
-Que los crons no roban, ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?
-Eso está por ver, a saber a lo que se dedican sus padres...- hablé haciendo referencia a Marina.
-No pone gran cosa, ya te lo he dicho.
-Bueno, pero quiero leerlo, tú ya lo has leído, yo también tengo derecho a hacerlo ¿no?.
-Si, si yo no te digo que no.
-Pues eso, calladito estás más guapo.
Comencé a leer el diario, pero como no, Pedri tenía razón y no había casi nada sobre sus padres, lo único que se sentía sola porque muchas veces ellos no estaban por temas laborales, pero aparte de eso no explicaba nada más. Sinceramente, me daba un poco de pena lo que sentía, ya que yo también llegué a sentir ese sentimiento de soledad cuando vivíamos en Girona y yo tenía que encerrarme en mi cuarto.
-Lo único que dice es que se van mucho al Congo y que por eso se siente sola.
-Ya, pero eso no nos informa de nada.- Contestó Pedri desanimado.
-Volvemos a estar igual, sin nada. Al final vas a tener razón y todo...
-¿Pero por qué una familia tan rica como la de Marina trabajaría en uno de los países más pobres del mundo? No tiene sentido.
-Al igual se benefician de la pobreza de los demás.
-No, no lo creo, ellos no son tan malas personas como crees.
-Pedri, abre los ojos, las apariencias engañan y el mundo no es de color de rosa.
-Eso ya lo sé, pero te digo yo que esas personas no son tan malas, que he estado cenando en su casa y son de lo más normal.
-Bueno, vale, pero no me voy a quedar de brazos cruzados hasta descubrirlo.
-Levana, deja ya a Marina, olvídala, ya hemos visto que no hacen nada malo.
-Encima vas y la defiendes, yo es que alucino contigo, parece que aún te gusta y todo.
-¿Pero tú te estás escuchando? ¿De verdad piensas que me gusta?
-Pues sí, y no es tan raro, es tu expareja y es normal que sientas algo por ella, después de todo...- me encogí de hombros.
-Levana que ella no me gusta, ni tampoco me ha gustado nunca-dijo elevando la voz.
-A mí ni se te ocurra chillarme que la tenemos.- le advertí con el mismo tono.
-Bueno, pues no supongas cosas que no son, ella nunca me ha gustado, solamente salí con ella por la presión social.
-UH como si la presión social te importara mucho.
-Pues sí, y más cuando son mis amigos y mi hermano los que me presionaban a tener novia y dejar de ir de flor en flor, como se suele decir.
-Ellos solo querían que sentaras la cabeza, lo hacían por tu bien.
-Sí, claro, como si obligarme a salir con alguien a quien no quiero me hiciera cambiar de parecer...
-A lo mejor ellos opinaban eso, pero ahora se han dado cuenta de que no es así, también les habrá servido como lección. Castigo de uno, escarmiento de muchos- recordé a la abuela de Carmen cuando dije el refrán.
-Eso espero... lo más importante es que al menos a mí me sirvió, ahora sé que solamente voy a salir con alguien a quien de verdad quiera y sienta algo, obviamente si es mutuo el sentimiento.
-Como tenías que haber hecho desde el principio.
-Levana, ¿tú saldrías con alguien como yo?-la pregunta me sorprendió, no supe como reaccionar, así que Pedri lo notó- No tienes que contestar nada, solo era mera curiosidad.
-A ver, eres muy buena persona y tal, pero no sé, sí que es verdad que durante este último mes me has tratado bastante bien, pero has hecho cosas que no me han gustado, por ejemplo la patada que le diste a Joel, o por ejemplo el desprecio que le tienes a los pobres Monts, a demás de que si yo y tú estuviéramos juntos mis amigos no se llevarían bien contigo, a no ser que cambies. Pero no, no saldría contigo, más que nada, porque somos casi primos, y no estaría bien visto.
-¿Y a ti desde cuando te han importado las opiniones de los demás?- preguntó
-Pues me importan, no la de los demás, la de tu familia y mi madre si, a parte de que no quiero relacionarme con tus amigos.
-Normal, son un poco falsos, ya me he dado cuenta.- esta vez parecía un poco decepcionado. -Pero en el caso de que tú y yo... mi familia se alegraría, y yo no te impediría relacionarte con Monts, si es lo que tú quieres, entonces también es lo que yo quiero, a demás, intentaría llevarme bien con ellos.
-Joder Pedrito, ¿estás sentimental o que?, es una muy buena declaración, demasiado que hasta ha parecido real- reí, pero a él no parecía hacerle mucha gracia, y ahí supe que la había cagado pero bien, en el fondo me daba pena por él, pero no sabía si lo decía de verdad o era todo una farsa por la apuesta.
-Bueno, es que era... real.
-Pedri, ¿me estás diciendo que yo te gusto?
-A ver no exactamente, bueno, si, pero no te estoy pidiendo salir, ya sé que tú no sientes lo mismo que yo, pero... al menos no me dejes de hablar por lo que te acabo de confesar.
-Tranquilo, todo va a seguir igual entre nosotros, pero que no se enteren ni David ni mi madre, por favor.
-¿Por?
-Si tu tío se entera, te mata, y si mi madre se entera, se lo dirá a David, así que sería lo mismo.
-Bueno, me tengo que ir, que he quedado para jugar un partido contra los del pueblo de al lado. Piensa en lo que te he dicho, por favor.
-Lo haré, es tan irreal que aún creo que es de mentira- volví a ser la única en reír.- Jolín, alégrate que no es para tanto...
-Levana, te acabo de confesar todo lo que siento y tú te lo tomas a la ligera, estoy como para alegrarme- dijo sarcástico.
Al rato de que él se marchara vino a Elisabeth verme, le conté todo lo que había pasado con Pedri y ella juzgaba que era por la apuesta que hizo junto a sus amigos, pero por mucho que yo intentaba convencerme de que era por la dichosa apuesta, algo dentro de mí me decía que era de verdad, no sabía que creer, pero no quería que me hicieran daño.-------------------------------------------------------------
hola personitas guapas, este capítulo es uno de los más potentes para mi gusto, ahora que Pedri le ha soltado la bomba, ¿Qué creéis que hará Levana?, ¿Creéis que se lo ha dicho por la apuesta o porque realmente se lo quería decir?
De nuevo os tengo que agradecer todo el apoyo recibido, la historia ya tiene 11k de lecturas, estoy impresionada, nunca creí que llegaría tan lejos. Espero que recibir notificaciones sobre esta historia os alegre, al igual que a mi me alegran y me motivan vuestros comentarios.
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Una rosa para el recuerdo/ Pedri González
Fanfic¿Qué pasaría si viene un completo desconocido a darte una rosa?, ¿Qué pasa si todo resulta ser un reto que le hacen sus amigos? Esta es la historia de Pedro González y Levana López. Este libro no es un cuento de hadas, se convertirá en una historia...