A la mañana siguiente fui a casas para ayudar a mi madre a hacer la limpieza de la casa, que por tradición siempre la hacíamos los domingos por las mañanas.
-Cariño, luego quiero hablar contigo- me digo mientras guardaba la fregona con una sonrisa plasmada en el rostro.
-Mamá me dejas con la intriga-me quejé.
-Lo bueno se hace esperar- contestó a la vez que se encogía de hombros.
-Va, mamá, dímelo ya por favor- insistí.
Negó con la cabeza mientras se burlaba de mí.
-¿No tienes que hacer una presentación para el martes?
-Ostia la presentación de lengua- me llevé una mano a la frente- voy a mi habitación para hacerla.
-Espabila anda, luego te digo eso- afirmé con la cabeza y me fui directa a mi cuarto.
Terminé de hacer el "PowerPoint" y el guión de estos. Durante los días que quedaban hasta el martes iría estudiando lo que tenía que decir en cada apartado. Salí de mi habitación encontrándome a mi padre en el sofá dormido, con una mano colgando con una cerveza. Sin hacer ruido fui a la cocina para coger algo de merendar. Puesto que después de limpiar fui a mi cuarto para preparar la presentación, no había salido a comer, así que ahora tenía un hambre de narices. Cogí lo primero que vi, el pan duro de anteayer con tomate y aceite. Como decía mi abuelo, "AL BUEN HAMBRE NO HAY MAL PAN".
Vi como mi padre se levantó del sofá, fue directo a la nevera de la cocina para coger otra cerveza. Me miró, pero sin decirme nada volvió a ir al sofá para cambiar de canal en la televisión. Hoy era uno de esos días en los que papá iba tan borracho que no se podía casi ni mantener en pie, por eso no hablaba con nadie, y a penas se movía. Si era sincera, prefería ver así a mi padre. Porque cuando le faltaba una gota de alcohol en las venas, se ponía histérico.
Como vi que mi madre no estaba fui otra vez a mi habitación, para ver algo de Netflix y para no estar con papá en la misma sala. Cuando pasó un rato, escuché la cerradura de la puerta principal y fui directa a ver a mamá.
-Deja que te ayudo con las bolsas- me ofrecí para que no cargara tanto peso de la compra.
-Toma esta, que pesa menos.
-Mamá, deja que te ayude con las otras, ya no tengo tres años. Ya puedo cagar peso, es más, tú no deberías coger tanto.
-Por dios Levana, deja de decir eso, me haces sentir vieja- dijo, a lo que yo reí.
Las horas pasaron y llegó la noche, ya habíamos cenado y tenía todas las cosas preparadas para mañana, día de instituto. Se abrió la puerta de mi habitación como casi cada noche, dejando ver tras ella a mi madre.
-Levana hija, tenemos que hablar- cerró la puerta, acción que nunca hacía antes.
-Dime.- dejé el móvil sobre la mesita de noche del lado izquierdo de mi cama.
-¿Estás preparada para irte de aquí?- preguntó sonriente.
-Claro- la abracé lo más fuerte que pude mientras lágrimas recorrían nuestros rostros.
-Estoy conociendo a un chico por "Tinder", nos iremos con él- ya no me parecía tan buena idea.
-Mamá, esas aplicaciones son una estafa- le avisé.
-Pero si he hablado con él por WhatsApp y hemos hecho llamadas.
-¿Te gusta?
-Creo que sí, lo tengo que conocer en persona, que por suerte será de aquí poco.
-¿Quanto tiempo hacer que lo conoces?- cuestioné iniciando una serie de preguntas interminables.
-En junio hace dos años que hablamos.
-¿Tanto tiempo?- afirmó con la cabeza- ¿Cuántos años tiene?
-Cuarenta y seis, tres años mayor que yo.
-Antes has dicho que nos iremos de aquí, ¿Dónde iremos?
-A Canarias. Por un pueblo de Tenerife.
-Mala idea- pensé en voz alta- Eso está súper lejos, como veré yo a mis amigos, a Carmen y a Samu- rectifiqué, solo los tenía a ellos.
-Podrás invitarlos a casa en verano, e intentaremos venir aquí para las ferias. ¿Te parece bien?- asentí no muy convencida.
-¿Cuándo nos iremos?
-Si todo va bien dentro de dos semanas cogemos el vuelo para allí.
-¿Y qué haré con mis estudios?
-Podrás seguirlos allí, David está apuntándote en el instituto.
-¿Tiene hijos?
-¿Quién?
-Mamá, tu novio, que si tiene hijos.
-Tiene un niño de ocho años.
-Vaya, será como el hermano que nunca tuve- reímos las dos.
-Te va a encantar David, ya verás.
-Eso espero, peor que papá no creo que sea...-esta vez reí sin gracia.
-Bueno cariño, me voy ya a dormir. Que descanses- besó mi frente para después irse su habitación.
Al día siguiente fui la primera en despertar, preparé el desayuno para mis padres y fui directa al instituto. No me gustaba ser impuntual, por ese mismo motivo siempre llegaba diez minutos antes de que tocara la campana. Hoy volvería a encontrarme con los del grupo. Pero para mi suerte ya no los vería dentro de mucho tiempo. Ahora tocaba pensar en como le diría a mi mejor amiga que me iría de allí.
El día transcurrió sin problemas, los del grupito vinieron, pero no me dijeron absolutamente nada, cosa que me extrañó, ya que siempre hacían o decían algo sobre mí, comentaban en clase cosas mías... pero no dijeron nada. Yo tampoco le dije nada a Carmen, estuve reflexionando en como decírselo, pero no salió ninguna palabra de mi boca, a ella se le daba bien hacer nuevos amigos, por ello no me preocupaba, pero a mí ese tema me costaba mucho más, tenía miedo de estar sola en Tenerife y que en ese instituto hubiera alguien como los del grupito, tenía miedo en como podría reaccionar papá al enterarse de que nos íbamos a ir, tenía miedo de quedarme sola en el nuevo instituto, tenía miedo por David, ¿y si no me llevaba bien con él? ¿Y si su hijo no era de mi agrado? ¿Y si me iba mal en el nuevo cambio de vida? Preguntas y más preguntas recorrías por mi cabeza, se repetían, no tenían una respuesta coherente hasta el día que pasara, porque el futuro es incierto, y yo no lo podía decidir.--------------------------------------------------------------------------
Holaa personas guapaas, estoy súper contenta, hemos llegado a las 100 lecturas, os lo agradezco un montón, millones de gracias, ¡¡vamos a por más!!
Espero que este capítulo os haya gustado tanto como a mi, por fin se van lejos de su padre.
Como simepre os digo, si necesitáis ayuda o hablar, y no tenéis a nadie con quien hacerlo, podéis hablarme por instagram: _Carleta_33
Os deseo buen fin de semana <3 <3 <3
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Una rosa para el recuerdo/ Pedri González
Fanfiction¿Qué pasaría si viene un completo desconocido a darte una rosa?, ¿Qué pasa si todo resulta ser un reto que le hacen sus amigos? Esta es la historia de Pedro González y Levana López. Este libro no es un cuento de hadas, se convertirá en una historia...