Querido, me gustas

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A menudo solía tener momentos así.
Cameron a pesar de mostrarse simpático y desinteresado, era en realidad alguien increíblemente sensible y emocional, era todo un lío poder entenderlo.
Ni siquiera él podía comprenderse a sí mismo, sin embargo, Dominic de algún manera, siempre podía entenderlo.
A menudo pensaba en Dominic como un amigo, un hermano, le debía muchísimo, era la persona que más apreciaba en el mundo.
Solo que ahora Dominic no estaba, se encontraba estudiando en la biblioteca, mientras Cameron había finalizado su entrenamiento de atletismo.
Le encantaba ese deporte, lo hacía canalizar sus frustraciones, le ayudaba a despejar su mente y por supuesto, le gustaba mucho el deporte, así que ponía todo su esfuerzo en ello.
Pero aún así, había emociones que el atletismo no podía apagar, ni despejar ni nada.
Justo como ahora, era algo realmente difícil de explicar, solo que se sentía como si nadie en el mundo lo necesitara, como si no pudiera conseguir sentirse bien consigo mismo, como si estuviera triste todo el tiempo, solo que no sabía la razón, y no era solo sentirse triste, era sentirse vacío.
Trató de escatimar esos pensamientos, eran sólo cosas que se decía a sí mismo, tal vez podría controlarlo.

- ¿Tienes un momento? - interrumpió una voz suave.

Volteó y se encontró con una de sus compañeras, solía verla en algunas clases que compartían, tenían la misma estatura, se veía asiática, su cabello negro y recogido en una coleta baja, usaba anteojos redondos, su rostro era pequeño y ovalado, traía un suéter negro que era por lo menos 3 tallas más grande que ella y un falda tableada verde.

- Si ¿en que puedo ayudarte? - respondió con una sonrisa suave.

- Cameron, me gustas ¿saldrías conmigo? - dijo mirándolo apretando los labios.

No podía sentirse mas sorprendido, Cameron sabía que era "lindo" pero las chicas no se acercaban a él nunca, ya que se había declarado abiertamente asexual y al parecer una relación que carecía de contacto físico no llenaba los estándares de las chicas hoy en día.

- Bueno, yo, me siento bastante halagado ¿como era tu nombre? - preguntó tratando de sonar lo más amigable posible.

- Asami - respondió frunciendo el ceño.

- Asami - hizo una pausa - Suena como un nombre bonito - la miró y luego trató de mirar en cualquier otra dirección, podía ser muy tímido en este tipo de situaciones - La cosa es Asami, que no podemos salir, yo soy asexual y no te gustaría estar en una relación con alguien que no se siente cómodo con el contacto sexual, ademas no nos conocemos bien, y para que dos personas salgan deben gustarse mutuamente, no quiero decir que me desagrades, solo no estoy interesado en relaciones y esas cosas.

- Lo sé - respondió.

- Bien, entonces espero que no tomes esto a mal.

- Sé que no eres de relaciones y que eres asexual, y se que yo no te gusto, pero igual me gustas, así que vengo a pedir una oportunidad - respondió confiada.

- Asami, las cosas no funcionan así, amistad es todo lo que puedo ofrecerte.

- Bueno, de algo se empieza, pero quiero que sepas que estos sentimientos no van a cambiar - respondió - Si no puedes enamorarte de mi, esta bien, pero al menos quiero saber que lo intenté.

Eso llamó la atención de Cameron "al menos quiero saber que lo intenté" muy interesante, ya que la mayoría se rendía incluso antes de empezar.

- No, si vamos a hacer esto, vamos a hacerlo bien - dijo tomando las manos de Asami, la sintió temblar un poco, lo supuso, toda esa confianza era una actuación.

- Asami, acepto salir contigo - respondió sonriendo.

El rostro de Asami se tiñó en todos los colores de rojo que podían existir.
Ella realmente no había esperado que Cameron la aceptara, conocía las limitaciones que él tenía, pero jamás había pensado en que recibiría un si por respuesta.

Cameron solo podía pensar en la que se acababa de liar, pero al menos había sido sincero, y el que avisa no traiciona.

Lo siguiente que sucedió fue que intercambió número de celular con Asami y la vio irse lentamente.

Dominic iba a caerse de espalda.

Ya quería ver su cara.

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