Pero te conocí, bailando en tus Levis borracho bajo un farol

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Luego de que Dominic había desaparecido, James se sintió un poco fuera de lugar, la verdad es que no estaba tan borracho como aparentaba.
Augustine junto a Drew lo confundió un poco, como dijo Dominic, ella había estado coqueteando descaradamente con él, pero de repente la encuentra en la fiesta besándose con alguien que habla mierda de ella ¿qué carajo?
En fin, se dijo a sí mismo que no era su problema.
Ahora entendía porque Dominic había tardado tanto en volver, este lugar se volvía desesperante de repente.
Se abrió paso entre la multitud y pensó que tal vez un último vaso no iba a matarlo.
Agarró un vaso con una bebida amarilla, le gustaba mucho, no sabía lo que era, pero era dulce y ácida a a la vez.
Lo que le gustaba de esta casa era que tenía un jardín hermoso, un montón de faroles, se veía bien.
La idea cruzó su mente ¿y si se balanceaba por un farol?
Se veía divertido.
El problema de estar un poco ebrio, es que todo parecía buena idea.
Se acercó al farol que estaba más cerca, pero alguien estaba sentándose allí.
Oh, era ella.

- ¿Betty que haces aquí sola? - preguntó.

Ella volteó lentamente, se veía cansada, su cabello peinado en ondas, pero aún así un poco desordenado, un vestido con dibujos de flores y una chaqueta de tela de jeans.
Sus mejillas sonrojadas y sus ojos verdes inmensos.
Era lo mejor que James había visto nunca.
Quedó un poco desorientado, no sabía si era el alcohol o solo era Betty.

- Creo que las fiestas no son lo mío - respondió Betty cabizbaja.

James enarcó una ceja - ¿cómo es eso posible? Todos están diviertiendose allá.

- Tal vez hay demasiada gente para mi gusto.

- Bueno, te doy eso ¿y tú amiga? - preguntó refiriéndose a Allison.

- Hay tanta gente que se me perdió - respondió encogiéndose de hombros.

James rió - A mi también se me perdió Dominic, por un momento creí que estaría aquí.

- ¿En serio? Yo no lo vi.

- No, soy un terrible mentiroso, pero si te digo la verdad no vas a creerme - respondió James.

Betty lo miró por unos minutos en silencio - Inténtalo.

James se acercó lentamente al farol y se sujetó con una mano - Yo vine a bailar.

Betty rió - ¿bailar? Pero si la gente está bailando adentro.

- No es lo mismo bailar allá todo apretado que aquí - dio una vuelta colgándose del farol - Hasta siento que estoy en un musical.

Betty lo miró por un instante, a veces olvidaba lo hermoso que era James, era sencillo, y libre, lo veía balancearse por el farol cantando algo que difícilmente ella entendería, su cabello largo flotando en el aire ¿era tan suave como se veía? Sus ojos cerrados, apenas acababa de darse cuenta de que él tenía un lugar en la mejilla, debajo del ojo derecho.

- ¿No vas a dejarme aquí bailando solo verdad? - preguntó James mirándola.

Betty lo miró insegura ¿estaría bien bailar con él? No es como si significara algo.
No para él.

- ¿Qué canción vamos a bailar? - preguntó Betty acercándose al farol.

- Lo que sea que esté sonando allí adentro, después de todo se escucha bien aquí.

En ese momento los ojos de James se abrieron y brillaron - No puede ser ¿escuchas esa canción?

- ¿Creo que es Shake It Off? - preguntó Betty.

- ¡Si!

Betty enarcó una ceja - ¿cómo es que conoces una canción así? Pensé que tu estilo era más alternativo.

James rodó los ojos - Tal vez deberías olvidar las cosas que piensas de mí - hizo una pausa - La verdad, conozco la canción porque las porristas la bailan y como entrenan a la par que nosotros, ya me la sé de memoria.

Betty solo lo miró bailar - Creo que no soy buena bailando.

James extendió su mano izquierda - No es necesario que lo seas, es Taylor Swift después de todo, no va a juzgarte.

Betty sacudió la cabeza y tomó su mano, aunque ella pensaba que Shake It Off no era una de las canciones que se bailaban agarrados de la mano, pero no podía importarle menos.
La mano de James era suave, pero fría, ella se sostuvo también del farol y muy a pesar suyo, soltó su mano.
La verdad era que solo daban vueltas y vueltas en el farol, no estaban bailando, daban vueltas y reían, ni siquiera tenía idea de porqué eso era tan divertido.
James vió a Betty reír, pero reír de verdad, cuando solo te relajas y te dejas llevar por la corriente, mechones de cabellos estampándose en su rostro y ella alternando entre atajarse del farol y apartar esos mechones rebeldes.
Él no supo cuánto tiempo quedó embelesado, sólo sabía que las canciones pasaban una tras otra, y Betty se veía cada vez más en confianza, más bonita, sus ojos brillaban más que un centenar de estrellas.
Betty mirando el cielo, tal vez perdida en sus pensamientos, tal vez pidiendo deseos a las pocas estrellas que se alcanzaban a ver, era el paisaje más hermoso, el más soñado.
Cuando James salió de su trance, se dió cuenta de que sonaba una canción movida pero a la vez lenta, por lo poco que sabía, esa también era de Taylor Swift, tal vez un fan maniático había tomado preso al dj.
Esa canción no se la sabía de memoria, pero le encantaba el ritmo.

James bajó del farol - ¿Conoces esta canción?

Betty lo siguió - Si, es de mis favoritas.

James se acercó, tímido, extendió nuevamente su mano - ¿Me concede esta pieza entonces?

Betty lanzó una carcajada - Por supuesto que si.

James sostuvo su mano y la acercó a él, ella olía a perfume de frutas y flores, una extraña combinación que no podía ser más dulce, justo tal y como era Betty.
A diferencia de él, la mano de Betty era cálida, suave, trataba de sostenerla con cuidado.

Bajó la mirada a sus ojos y trató de guiarla - Creo que conozco esta canción ¿cómo se llama?

- Es Love Story, es muy buena - respondió Betty colocando su mano derecha en el hombro de James - ¿Es así como se baila? ¿Experto del baile?

James rió, maravillado, ella era tan bonita - Creo, no, más bien estoy seguro, de que deberías estar más cerca - respondió sosteniendo la cintura de Betty con su mano derecha.

El toque fue lento, delicado, debió pasar desapercibido, pero James sentía su corazón bombear más fuerte, las mejillas de Betty enrojecieron levemente y él quedó sin palabras.

Betty lo miró, tal vez James no era el único maravillado, mucho menos era el único que había quedado sin palabras.

- Si, creo que se baila así ¿también cantas? - preguntó tratando de desviar la conversación.

- Si, pero esta vez, tú primero - respondió dándole una vuelta a Betty.

- Me da vergüenza, pero está bien, tú bailaste primero, así que es un trato justo - empezó a tararear - Romeo, sálvame, están tratando de decirme como debo sentirme.

James se sintió tímido por un momento - Estaré esperando, todo lo que nos queda es huir.

Betty miró a los ojos de James - Tú serás el príncipe y yo la princesa.

James le dio una última vuelta, sostuvo su cintura de nuevo, sentía que Betty debía estar entre sus brazos - Es una historia de amor.

Betty se detuvo, sus delicados dedos rozando suavemente la mejilla de James - Cariño, solo di que sí.

James acarició la mano de Betty que estaba sobre su propio rostro, se sentía completamente hipnotizado, no podría dejar de mirarla ni aunque su vida dependiera de ello.

- Si - respondió sonriendo levemente.

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