Él mira hacía arriba y sonríe como el diablo

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Esto tenía que ser una broma.

Después de un horrible día, todo lo que quería era llegar a casa y descansar.
Bueno, para él ese bar era su casa, él realmente vivía ahí, así que si, era su casa.
Normalmente trabajaba allí por la noche, a veces llegaba tan cansado de su otro trabajo, que simplemente decidía no hacerlo.
Como hoy, solo bajaría a jugar villar con los viejos pandilleros de siempre, parte de su trabajo era jugar mal para que ellos apostaran en su contra y luego remontar, para terminar llevándose todo el dinero.
Era jugar sucio, pero no le importaba, había un montón de facturas que pagar, no podían culparlo.
Para Jake, el fin si justificaba los medios.
Así que era una tarde como cualquier otra, cuando vio a Allison entrar por la muerta del bar como si fuera su casa.
Si, esa Allison.
Dios ¿esto era en serio? Esa tipa era un horrible dolor en el culo, suficiente tenía con verla en la secundaria como para también tener que aguantarla aquí.
Jake no tenía nada en contra de ella, pero ella parecía vivir única y exclusivamente para molestar a Jake.
Y por supuesto que él iba a defenderse.
Jamás permitiría que nadie si quiera soñara con menospreciarlo.
Nunca. No en esta vida.
Aunque si se permitía a sí mismo ser sincero, él no la detestaba, pero tampoco era su persona favorita, siempre engreída y altanera creyendo que todos debían ceder a sus caprichos, que montón de mierda.
Decidió no prestarle atención, era obvio que ella no frecuentaba lugares como ese, pero no era problema de Jake, a la mierda ella y todo lo que tuviera que ver con ella.
Luego de cuatro partidas seguidas en las que Jake obviamente ganaba, miró hacia donde ella estaba solo por simple curiosidad.
Oh no, estaba en la barra, eso no iba a terminar bien.
Bueno, no era su problema.
Siguió jugando con esos viejos detestables, pero algo en el fondo de su mente no podía calmarse.
¿En serio iba a preocuparse por esa estúpida perra?
Ella sola se estaba buscando problemas.
Suspiró y se sentó en una de las bancas para tratar de despejar su mente.
La paz duró exactamente dos minutos con cuarenta y cinco segundos.
Un hombre mugroso de lo más borracho estaba molestándola.
Una parte de él, la parte mala y cruel insistió en que no era su problema, ella sola se lo había buscado.
Pero había otra parte de él que simplemente no podía permitir que algo así sucediera ante sus ojos.
No supo en que momento sucedió, pero él ya estaba frente al hombre.

- Largo - soltó.

El hombre lo miró y solo procedió a seguir molestándola, la paciencia de Jake se agotaba poco a poco.
Estaba dispuesto a solo hacer a un lado al idiota ese, hasta que imbécil puso una mano sobre el muslo derecho de Allison.
Estaba oficialmente muerto.
No supo que golpe dio primero.
Solo se dio cuenta de que estaba lanzando puñetazo tras puñetazo, su rostro era un desastre sangriento.
Se escuchaban un montón de gritos en el bar, pero nada de eso importaba, él se lo había buscado y Jake quería sangre.

- ¡Detente Jake! - escucho la voz de Allison entre la multitud.

Ella lo miraba horrorizada, apenas podía pararse, por supuesto que apenas podía pararse, debía estar increíblemente ebria.
Soltó al hombre y se acercó a ella, la estiro del brazo y se dirigió al fondo del bar.
Se escuchaba como Allison no paraba de gritarle que la soltara, pero poco le importaba, había tenido suficiente de ella en una tarde.
O bueno, ya era de noche.
Llegaron hasta la habitación que Jake llamaba su casa y la empujó dentro.

- ¿Qué demonios te pasa? - gritó Allison.

- ¿Qué demonios te pasa a ti? ¿Acaso estás loca? - hizo una pausa y apretó su frente con los dedos - ¿Qué crees que haces aquí? Por si no te diste cuenta no estamos en la secundaria, eres una estúpida imprudente.

- ¿Y a ti que te importa?

- ¡Me importa una mierda! Perdón por evitar que ese tipo abusara de ti, pero si tanto quieres puedes ir corriendo con él, largo de aquí - dijo abriendo la puerta.

Allison le dio una bofetada.
Jake se frotó la mejilla y sonrió - ¿Así me agradeces? Vete a la mierda.

Jake se acercó lentamente a ella hasta arrinconarla contra la pared.

- ¿Sabes que creo? Que armaste todo esto solo para llamar mi atención, porque seamos sinceros, este no es lugar para una princesita como tú - dijo mirándola desde arriba.

- Estas completamente loco - dijo dandole golpes en el pecho.

Jake la tomó de ambas muñecas y sostuvo cada una a los costados de su rostro, se acercó tanto a ella que no quedaba ningún espacio entre los dos.

- Al menos no soy yo el que está ebrio.

- Suéltame o voy a empezar a gritar - dijo amenazandolo.

- Puedes gritar todo lo que quieras, nadie vendrá a ayudarte ¿por qué simplemente no lo admites? Querías esto, querías tenerme así de cerca - dijo susurrando prácticamente en sus labios.

Allison lo miró y se acercó a su rostro ¿acaso era posible? ¿Ella lo besaría?
Apretó la mandíbula, no, ella estaba jugando con él.
Estaba dispuesto a alejarse hasta que Allison vomitó en su pecho.
Dios, que puto asco.
Trató de sostenerla, tenía los ojos entrecerrados, apenas se mantenía de pie.
Esto era demasiado surreal.
La llevó al baño y la bajó en la tina, ya vería que hacer con ella, primero debía deshacerse de esa remera llena de vómito.
Se sacó la remera, y abrió la ducha para que la tina empezara a llenarse.
Sentía la mirada de Allison sobre él.

- ¿Te gusta lo que ves? - se rió.

- Está fría - respondió.

- ¿Qué?

- El agua, tengo frío.

- Te aguantas, es para que se te pase la ebriedad.

- Tengo frío.

Jake solo la ignoró.

- Vas a quitarte la ropa, para que puedas limpiarte el vomito, yo no voy a tocarte.

- ¿Por qué no?

- Porque no, estás ebria, cuando recuperes los sentidos vas a agradecerme.

- Yo creo que es una mierda, no me tocas porque tienes miedo.

Jake lanzó una carcajada - ¿Miedo de qué?

- De que te guste lo que veas - respondió Allison quitándose la blusa.

Puta madre.

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