Lo bueno de llegar a casa había sido ver que ya todo estaba arreglado, lo más probable era que su madre se había encargado de apilar las cajas en algún lugar.
Subió a su nueva habitación y se tiró al suelo, su cama estaba llena de polvo y él no tenía energía para limpiar, la idea de dormir en el suelo no era muy tentadora, pero tener que arreglar y limpiar la habitación, tampoco lo era.
Pensó una vez más en lo que había dicho su madre, y quiso darse a sí mismo la oportunidad de empezar de nuevo también. En su anterior preparatoria tenía muchos amigos, su facilidad por llevarse bien con las personas era increíble, esperaba que esta vez también fuera así.
Escuchó algunos suaves golpes en la parte y luego vió la cabeza de su madre asomarse.- ¿Quieres algo de cenar? Yo estoy satisfecha con la tarta de hace rato, probablemente sólo coma una fruta, y si te soy sincera, no tengo ganas de cocinar, así que ve y cómprate algo de comer - dijo su madre entregándole dinero.
Escuchó algunas indicaciones de su madre sobre una pizzería, y decidió ir caminando, sentía que ya era algo tarde para ir en skate.
La pizzería lucía bastante normal, tenía un aspecto familiar, con el suelo a cuadros negros y blancos, mezas rojas y algunos niños corriendo por el lugar.
Ordenó una pizza tamaño familiar y se sentó en una de las mezas a esperar, más tarde, había llegado su pedido.
No había podido comerse toda la pizza, era demasiado para él, así que se quedó allí esperando digerir para luego volver a casa.
Estaba concentrado contando los cuadros negros en el suelo cuando una voz lo interrumpió.- ¿Vas a comerte eso?
Pensó qué tal vez y era un vagabundo, pero se llevó una gran sorpresa al levantar la vista. Era un joven de su edad, tal vez un poco más bajo que él, de un llamativo cabello rojo alborotado, ojos marrones, unas cejas oscuras, algunas pecas en sus mejillas, una expresión despreocupada y un cuerpo muy atlético.
- Ya no - respondió.
Una parte de él no entendía porque aquel joven quería los restos de su pizza, no se veía como alguien de bajos recursos, tenía una remera blanca con una imagen de flash, bermudas Nike rojas y calzados Nike también rojos, además de tener un smartwach en su muñeca.
- Amén - respondió el joven sentándose y empezando a devorar todo a su paso.
James simplemente no lo entendía, trató de restarle importancia, paseó su mirada por el resto del lugar, pero una parte de sí mismo le decía que esta era una situación demasiado incómoda, no podía a que el otro se fuer.
- Dios, podría comer pizza todos los días de mi vida - hizo una pausa - Eres nuevo ¿cierto? porque jamás había visto tu cara.
- Si, acabo de mudarme cerca de aquí.
- Lo sé.
James frunció el ceño, ¿qué estaba mal con este tipo?
- Wow, tranquilo amigo, no soy una especie de acosador de baños, te decía porque en este barrio todo se sabe ¿conoces el típico grupo de viejas chismosas? Bueno, es así, pero con todo el barrio, tenemos certificación en chisme - dijo haciendo más cómodo el ambiente.
- Joder, lo hubieras dicho antes, estaba pensando si pelear con correr - respondió James sonriendo.
- Habrías terminado mal de las dos formas, soy campeón estatal de atletismo - sonrió orgulloso.
- Impresionante ¿cuál es tu nombre?
- Soy Cameron para los adultos y Cam para los amigos - sonrió extendiendo la mano.
- Yo soy James - respondió estrechando su mano.
Cameron soltó su mano y se levantó de la silla, posteriormente empezó a estirar sus brazos.
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Cardigan
Teen FictionBetty, no haré suposiciones de por qué te cambiaste de aula, pero creo que es por mi culpa. Basado en la canciones Cardigan, Betty, August, Illicit Affairs de Taylor Swift