Sex Expert

Domingo

Gun sonrió, al sentir la sensación de la suave mano de Off bajo sus pantalones, y dejó caer su cabeza sobre su hombro, mientras él tenía una de sus manos sosteniendo su cadera y la otra en su pene.

Avanzaron hasta el colchón puesto sobre el pasto del jardín, pero cuando Gun vio lo ridículo de la situación, no puedo evitar reír.

-El pasto dejará manchas en el colchón- dijo entre risas viendo como el colchón estaba literalmente en medio del pasto del jardín sin nada que lo proteja de las manchas- y también se arruinará tu césped- mencionó dejándose caer sobre el colchón con una sonrisa risueña, enternecido y agradecido por un gesto tan bonito.

Off repasó lentamente el cuerpo de Gun con la mirada al verlo caído sobre el colchón, se veía hermoso echado relajadamente sobre este, con sus cabellos algo desordenados y sus ojos brillando por la tenue luz del sol de esa tarde fresca.

-No uso este colchón y el jardinero se encargará del césped- dijo sin darle demasiada importancia, también sentándose al lado de Gun, conectando miradas más una vez, sonriéndose mutuamente.

-Gracias- dijo Gun acercándose a Off para subir sobre sus piernas, siendo de inmediato rodeado por sus brazos- por hacer esto por mi- agregó, con sus delgados brazos abrazó el cuello de Off mientras sacaba su lengua para dejar una suave lamida en los cerrados pero sonrientes labios de Off.

Sus brazos bajaron a las nalgas de Gun, comenzando a amasar la tierna carne con delicadeza.

- Tú mismo me dijiste que el sexo no se agradece Príncipe, se disfruta- dicho esto, Off comenzó a retirar la camiseta que Gun estaba usando en ese momento, ansioso por verlo desnudo más una vez.

El cuerpo de Gun experimentó un corto escalofrío al ser expuesto al viento fresco de la tarde nublada, pero el calor del momento y el contacto con el cuerpo de Off calmó la sensación y la reemplazó con ardiente calentura.

Off sonrió al ver que los pezones de Gun se irguieron y fue directamente a probar los deliciosos botoncitos

Se agachó para chuparlos, aún tenían rastros de la mañana, estaban endurecidos y demasiado sensibles después de tanta estimulación, al punto de que Gun dejó caer su cabeza hacia atrás en un agudo gemido al primer toque de los labios de Off.

Off volvió a sonreír, orgulloso de causar sensaciones tan potentes en el delgado cuerpo que estaba sobre su regazo.

Lo cargó sosteniendo sus piernas para dejarlo recostado sobre el colchón, y de inmediato subió sobre él para atacar sus labios, rojos y apetecibles como siempre, comenzando así una húmeda e intensa danza de lenguas, aprovechando la posición para restregar sus pelvis juntas para frotar ambos miembros aún cubiertos.

Se ganó una serie de agudos gemidos, que hacían el beso aún más disfrutable, Gun podía sentir como sus alientos se entremezclaban junto con sus bocas unidas, abrazó por completo el cuello de Off mientras levantaba la cadera para corresponder los movimientos que hacían sus miembros tocarse, restregándose como animales en celo.

Off se separó de los labios de Gun, rojos e hinchados a más no poder debido a que ya se habían besado un sin número de veces en el recorrer del día, le acomodó un par de mechones de cabello, apartando las hebras que estorbaban en su frente que comenzaba a sudar.

Lo miró sonriendo, encima de Gun y con sus rostros casi tocándose, la belleza de Off fue avasalladora para Gun.

-Ya tuviste tu salvajismo, ahora déjame comerte de a poco, disfrutando con lentitud cada pedacito de tu cuerpo ¿si?- Off dejó un delicado beso sobre la sensible piel de Gun, sonriéndole desde arriba, y luego bajando para aspirar el rico aroma de su cuello, arrancando un suspiro de Gun.