Sex Expert

Ceder

-Quiero intentar algo- susurró Gun contra los labios de Off, al separarse de un intenso beso.

-Lo que quieras, Príncipe- respondió el otro sin dudar, sonriendo con todos sus dientes, tomando el rostro del menor con ambas manos y dando tres rápidos y sonoros besos en sus labios sonrientes.

Gun le dio una mirada traviesa y empujó a Off hasta que quedó por completo recostado en la cama, quedando él sobre Off con cada pierna a un costado de su cintura, luego tomó una venda con forma de antifaz de terciopelo negro y lo meneó frente a sus ojos, explicando con ese gesto lo que pretendía hacer, haciendo que Off sonriera con cierta emoción.

Con cuidado le puso el antifaz, amarrando las cintas detrás de su cabeza, Off quedó a oscuras sin poder ver nada, solo sintiendo las manos cálidas de Gun acariciar sus mejillas y luego sus labios besar su boca muy lentamente.

Sintió la respiración fresca del chico mezclándose con la suya mientras Gun jugaba con Off, dándole húmedos besos que duraban solo un par de segundos antes de que el chico se separe de nuevo, bajaba a su cuello chupando solo unos segundos y luego volvía a besarlo, solo para repetir el mismo patrón. Torturaba a Off con su respiración cosquilleante paseándose sobre su piel, y sus jugosos labios recorriendo aquí y allá, tentándolo.

Las manos de Off estaban sosteniendo la cintura de Gun, y a tientas logró encontrar su miembro comenzando de inmediato a acariciar su pene ya mojado de presemen, no podía verlo pero sí podía sentir el palpitar y la humedad de esa parte tan importante del cuerpo de Gun, podía sentir cada vena contra sus dedos, cada relieve que acariciaba con ternura y de esa manera, a ciegas, todo se sentía mil veces más intenso.

Sintió que Gun volvía a bajar en busca de sus labios pero esta vez el beso era más profundo, la lengua de Off no dudó en salir en búsqueda de la de Gun mientras su mano aceleraba el ritmo de las caricias a su pene, Gun también respondía el beso con pasión mientras su cadera, que originalmente estaba sobre el estómago de Off bajaba lentamente hasta que su miembro quedó justo bajo las redondas nalgas de Gun causando que el hombre bajo él deje de respirar por unos milisegundos.

Gun sonrió cuando sintió que el pene de Off dio un leve salto al sentir sus nalgas al mismo tiempo que gemía en medio de su beso.

Luego, Gun empezó a mover sus caderas, muy lentamente de arriba a abajo, lo suficiente para hacer que Off levante lo más que pueda sus propias caderas, queriendo desesperadamente más fricción, sintiendo todo con mucha más intensidad al tener su vista bloqueada.

La boca de Gun se alejó de la ajena nuevamente, y con besos húmedos y cortos fue recorriendo su mejilla, sonriendo al sentir restos de barba de Off contra sus labios, así hasta llegar a su cuello y susurrarle con tono seductor a un Off que comenzaba a hiperventilar mientras raspaba la piel de su cuello con sus dientes, tentando al mayor.

-¿Puedo, Papii?- susurró, su aliento cálido contra su cuello haciendo que Off se erice por completo bajo él.

-Mi Príncipe- gimió apretando la cabeza contra el colchón, desesperado y sintiendo su pene palpitar bajo las nalgas de su chico travieso- justo ahora podrías pedirme que me arranques los ojos y la respuesta sería sí, mil veces sí.

Gun sonrió victorioso al oír su respuesta, y meneó un poco más sus caderas para enloquecer aún más a Off, al mismo tiempo que tomaba una buena porción de la piel de su cuello entre sus dientes y empezaba a chupar, lentamente al principio pero luego con más fuerza, terminando con una fuerte y rápida mordida y luego varios chupetes leves al rededor de esa área.

Siempre había querido hacer eso, cada vez que besaba el cuello de Off o lo chupaba levemente deseaba ir más fuerte y poder dejar una marca, realmente saborear su piel, pero como Off no podía hacerlo con él debido a su trabajo, siempre creyó que era justo que él tampoco lo hiciera, ahora quería tirar por el caño esas limitaciones que se había puesto a sí mismo, así que besó, chupó y lamió el cuello, las clavículas y cada parte de piel que podía alcanzar de su cuerpo.