Sex Expert

Conservar

-Cuando conocí a Gun por primera vez casi se me sale el corazón por la boca- Som se rió mientras masticaba su comida, los otros cuatro lo oían sonriéndole- se veía tan joven que creí que mi hijo iría a la cárcel por salir con un menor.

La madre de Off se rió de su ex marido tomando su vaso de jugo. Off también reía mirando a su novio de costado.

Estaban todos sentados en una gran mesa cercana al ventanal del restaurante, riendo y conversando amenamente, casi toda la atención de los presentes estaba completamente centrada en Gun, quien trataba de dar la mejor impresión posible a sus suegros a pesar de que había llegado un poco tarde a la reunión.

-Cuando los conocí a ustedes mi corazón también salió por mi boca porque estaba desnudo- dijo Gun riendo, mirando hacia Som y Ken-¡Oye! Con ella también- apuntó a Dararat, todos en la mesa estallaron en carcajadas.

Gun sonrió orgulloso de su chiste, volteó a ver a Off que lo miraba con una suave sonrisa y ojos brillantes.

-Nong Gun, te ves adorable en tu uniforme- la mujer lo alagó logrando que Gun se ponga tímido, había ido directamente de su universidad al restaurante por lo que seguía vistiendo el uniforme de su facultad.

-¿Sabes, Nong Gun? Al principio Off quería ir a un restaurante italiano, pero cuando le dije que este restaurante te gustaría más ya no reclamó y aceptó venir aquí- Ken puso en evidencia a su hijo sonriendo detrás de su servilleta.

Gun miró de nuevo a Off y sonrió conmovido.

-Papii- dijo en voz baja, la mano de Off se encontró con la suya debajo de la mesa y por unos segundos compartieron un corto momento íntimo entre ellos.

-Cuando quieran comer comida italiana auténtica solo deben visitarme en Milán- la única mujer en la mesa se unió a la conversación.

-Mamá es curadora de arte allá- explicó Off a Gun y este asintió.

-Así que llevas el arte en la sangre- comentó Gun, logrando arrancar de su suegra una sonrisa de satisfacción.

-Qué muchacho tan halagador- Dararat rió- come más cariño, casi no has tocado tu plato.

Gun negó con ambas manos en una expresión respetuosa.

-Acabo de comer en mi facultad, no tengo mucha hambre- refutó sonriendo, aunque realmente no comía porque tenía el estómago revuelto por dentro, simplemente era bueno ocultándolo.

¿Quién dudaría de aquella preciosa sonrisa adornada por dulces hoyuelos?

Hasta Off caía por ella.

-Él come como un pajarito-Su novio habló por él-siempre que vamos a un buffet tengo que pagar multa porque pide mucho más de lo que puede comer- Gun se sonrojó porque era cierto.

Siempre se emocionaba con la comida grasosa del buffet y tomaba más de lo que realmente podía comer.

-Tengo que mantener una figura delgada por mi trabajo- explicó Gun.

-Tonterías Príncipe, tienes el cuerpo perfecto- Off no estuvo de acuerdo- de hecho desde que volvimos de Francia estás más delgado- opinó, analizando el cuerpo de su novio con la mirada.

-¿Lo estoy?- preguntó Gun sonriendo, Off asintió.

-Igualmente mi hijo tiene razón, tu cuerpo está perfecto- dijo Som y Gun sonrió agradecido con el hombre.

-¿Son muy exigentes con el peso incluso con los modelos masculinos?- preguntó Dararat, interesada en el trabajo de su yerno.

Gun pensó por unos segundos antes de responder la pregunta.