Birthday Boy

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-Feliz cumpleaños, mi Príncipe.

Fueron las primeras palabras que Gun Atthaphan de 21 años escuchó al despertar. Se encontraba adormilado y apretujado a un cuerpo ajeno, cómodo como nunca antes.

Y feliz.

El sentimiento de felicidad que sentía era tan grande que apenas lo podía contener en el pecho, nunca creyó que podría tener un cumpleaños tan perfecto, una mañana tan bonita, una persona tan extraordinaria a su lado como el hombre que le abrazaba en ese momento con brazos firmes, y le susurraba el mejor feliz cumpleaños que había oído en su vida con una voz ronca y sensual de recién despertado que oía por primera vez.

Jamás habían despertado juntos, desde que se habían conocido sólo habían dormido juntos una vez, el mismo día que Off publicó aquella foto suya durmiendo en su hombro que tanto escándalo causó, pero aquel día Off despertó antes.

Esta vez era muy diferente, había sido una noche completa de acurrucarse juntos con sus cuerpo en la más perfecta armonía, pieles desnudas tocándose y aquella sensación de intimidad que los envolvía con una fuerza abrumadora que ninguno sabía muy bien como interpretar.

En su mente repasó todo lo que había ocurrido el día anterior, los regalos, las caricias, las risas, el sentimiento de plenitud que no había abandonado su pecho desde el día anterior, y felicidad, demasiada felicidad.

Inconscientemente llevó sus dedos a su nuevo collar para acariciarlo con cariño, sonriendo al recordar el hermoso regalo.

-Buenos días, Papii- murmuró finalmente en respuesta, removiéndose un par de veces entre sus brazos, perezoso.

Que correcto se sentía, no le costaría nada acostumbrarse a algo similar cada mañana.

Gun sintió la nariz de Off escurriéndose entre sus cabellos desordenados para aspirar un beso detrás de su oreja, haciendo que se retuerza riendo por las cosquillas, causando también la risa de Off.

Su risa era más profunda y ronca de mañana, más perezosa, y Gun adoró saber que era una de las poquísimas personas que tuvieron el privilegio de verlo en esa faceta.

-¿Mi bebé de 21 quiere acurrucarse en la cama toda la mañana o prefiere un lujoso desayuno de cumpleaños en la más costosa cafetería que Bangkok puede ofrecer?- le susurró al oído nuevamente.

Al oírlo Gun sonrió e hizo un adorable puchero con sus labios de una manera infantil, restregando su cuerpo desnudo contra Off de manera caprichosa, no podía evitar actuar como un niño mimado cuando Off le hablaba así, como si estuviera dispuesto a cumplir todos y cada uno de sus caprichos.

No quiso ni siquiera abrir sus ojos, todo le parecía un sueño, tan perfecto y surreal que no quería arruinarlo volviendo a una triste y solitaria realidad.

Así que aún con los ojos cerrados sonrió echando su cabeza hacia atrás.

-Ambos- respondió risueño y mimado haciendo reír a Off quien comenzó a llenar sus mejillas de besos.

-Ambos entonces, todo lo que mi pequeño príncipe cumpleañero quiera- afirmó contra su oído y Gun sintió ganas de llorar.

¿Cómo podía evitar actuar mimado y caprichoso con palabras como esas? ¿Cómo podría no apegarse demasiado a alguien así? ¿Cómo?

-Y quiero ver series en tu gigantesca TV- agregó bromeando.

-¿Algo más?- dijo Off riendo.

-Dime cosas lindas en inglés- pidió, volteando hasta quedar cara a cara con él y finalmente abrió sus preciosos ojos para verlo.

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