2

7 2 0
                                    

Siento la luz del sol, ya era de día y podía levantarme de una manera tranquila y relaja...

-¡Nate!-siento como Tifa salta sobre mí y me despierta con eso. -¡Buenos días!-

-Sí... buenos... días.-

Qué manera tan brusca de levantarme, pero veo que ella está feliz, con lo que vivió antes es mejor así. Luego de estar listo, ella toma de mi mano para enseñarme parte del reino. No le vi el problema, más bien... estaba maravillado con lo que estaba viendo, un jardín tan, tan colorido, tan amplio, tan hermoso.

-¿Te gusta?-me pregunto Tifa.

-Sí.-dije totalmente asombrado.

-Hehe, me alegra oírlo. Aún falta explorar la ciudad, quedarás maravillado con lo que puedas ver. Esto es solo el comienzo.-

Lo que esperaba por ver... era algo que lo mantendría siempre en mi cabeza. El reino de verdad que me mantenía asombrado, funcionando con cristales, emitiendo unas luces las cuales tenían una gran variedad de color dependiendo del uso de magia, Tifa me mostró un nuevo mundo para mí, estaba tan... tan feliz de ver algo así.

-¿Qué te pareció todo Nate?-me pregunto Tifa.

-Fue... increíble. ¡Una maravilla!-le dije con alegría.

-¿Verdad? Todavía falta explorar la ciudad. Es cierto... vamos a ver el lugar donde entrenan algunos elfos. Vamos te llevaré.-

Ella toma mi mano y la sigo. Aunque sean dos días en este reino, siento que nuestra amistad bien profunda. De todas formas... es mi primera amiga que hago.

Me llevó a un lugar de entrenamiento donde estaban algunos elfos entrenando con la espada. Quede más que maravillado al ver que ellos usaban magia en sus armas y ataques con la espada. Estaba admirando algo realmente... increíble.

Entonces veo al abuelo de Tifa quien estaba entrenando a algunos elfos. Sus habilidades de combate estaban a un nivel muy distinto, casi lograba verlo pero a duras penas. Sus movimientos son tan... fluidos y potentes, que los demás elfos eran derrotados por él.

-Mi abuelo se encarga de entrenar a los elfos, mientras que mi padre lidera el reino, él entrena a los elfos más destacados que tenemos. Él también me entrena, deberías pedirle que también te entrene.-

-Suena bien.- pero había un problema. -Aunque prefiero no hacerlo.-

-¿Eh? ¿Por qué?-pregunta confundida y moviendo la cabeza.

-Soy un humano. No puedo quedarme mucho tiempo y además... no quisiera que eso...- me detiene con un cabezazo en mi estomago.

-No digas tonterías. Eres mi primer amigo y me duele mucho que te digas eso. No importa lo que digan los demás, yo te aceptaré.-

-Tifa...- No había pensando en el daño que le hacia a Tifa... aún no se mucho del mundo, no sé muchas cosas, pero mientras sea un buen hombre, creo que estaré bien. -Lo siento, yo no me lo había pensado que...-

-Qué bueno que estás aquí.-hablo el abuelo de Tifa quien aparece al lado nuestra. -Nathan. ¿Tienes un minuto?-

-Claro.-respondí. -¿Qué pasa?-

-¿Sucede algo abuelo?-le pregunta Tifa.

-Algo así, quiero comprobar algo de tí. Tu habilidad de combate, tranquilo solo será un breve combate con uno de los elfos.-

-¡Abuelo! ¡Eso es...!-la detuve colocando mi mano en su hombro. Muevo mi cabeza y sus padres estaban observando.

Creo entender lo que sucede, quieren saber si realmente yo hice el rescate de Tifa sin ayuda. Solamente hay una forma en que me crean...

El último usuario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora