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(La isla Tortuga)

(???)

-Hijo... tú serás... el siguiente rey... tú serás... el que traerá una nueva... generación... la era de las hormigas... a comenzado.-

Mi nacimiento... es el inicio, de la siguiente era... la era del caos.

(Nathan)

La fuerza de este caballero es similar a la mía. Maneja una espada oscura y se mueve como todo un maestro en la esgrima.

Los ataques eran continuos y luchábamos por todo el alrededor de esta sala. Sus ataques los podía notar que son violentos y elegantes, todo digno de un espadachín. Si las cosas se complican...

-Respiración del agua. ¡Segunda postura: Vals acuático!-

Con ataques de distintos lados, logro dañarlo. Bloquear sus ataques y dañarlo cada vez más. Artorias retrocede y de su brazo izquierdo saca un escudo que estaba equipado perfectamente en su brazo, ahora tenía algo con lo que se puede defender.

Nuevamente realizo el mismo ataque y esta vez lo daño poco por ese escudo y bloqueaba mis ataques como si ya los supiera cual sería, con el escudo bloquea mi ataque y contraataca con su espada, la cual logra dañarme y atacarme con el escudo. Logrando expulsarme lejos.

Aprende del error y logra con eso mejorar cada vez más. Si esto sigue así... estaría en serios problemas. Me recupero y debía usar más posturas... no tengo de otra que usarlas. Concentrando mi poder de sombra sin manifestarla, logro posicionarme para hacer mi ataque.

Guardo la katana y me acerco a él a toda velocidad... Él hizo lo mismo y estaba a punto de atacarme con la espada. Concentro mi respiración y mi katana estaba cambiando de color a verde.

-Respiración del viento.-dejo al principio de la hoja libre, podía ver como se acercaba la hoja de la katana cada vez más a mí, no perdí la concentración aún con el peligro que tenía delante de mí. -Séptima postura: Cortes de viento infinito.-

Desvaino para luego guardar la katana. Estabamos de espalda contra espalda. La sangre en mi frente caía... logro dañarme en uno de los cientos de ataque que hice y los cortes se hicieron aparecer cuando la armadura cae al suelo. Concentraba mi respiración y estaba con una rodilla en el suelo... fue un ataque realmente agotador. Debía tomar al menos un descanso si quería avanzar.

-Eso fue increíble.-me habla la armadura. -Fuiste tan rápido que solo pude dañarte un poco. Serás un digno oponente contra mi mentor.-

-¿Mentor? Suena divertido.-

-Je... por favor... libéralo...-

Deja de hablar y Yuria me avisa que es posible de extraerlo. Lo último que dijo me hizo preguntarme... ¿qué le pasó? Pero antes de seguir, ya que el portal para el siguiente piso apareció... coloco mi mano en la armadura y la primera vez no pude extraerlo, pero en la segunda... lo logré.

-Maestro.-me habla. -Por favor... denme un nombre.-se coloca de rodillas ante mí.

-¿Es posible que hable?-le pregunte a Yuria.

-Si... esta sombra... diría que es la más fuerte que tienes. Tiene un rango elevado. Si el combate hubiera seguido o si él se hubiera puesto serio desde antes... las cosas hubieran salido muy mal para tí.-

-Yuria.-

-No.-interrumpí a la señorita Beatriz. -Tiene razón. Las cosas ahora serán más complicadas, tampoco tengo tiempo de volver a casa. Solo debo continuar, descansaré unas tres horas y luego... seguiré. Por ahora... Artorias, ese será tú nombre.-

El último usuario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora