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-¿Tienes todo Mike?-le pregunte.

-Sí, eso creo.-me responde mientras revisa su bolso. -Sí tengo todo.-

-Entonces estamos listos.-

El grupo estaba listo para esto, entramos al portar y llegamos a una mazmorra que realmente era muy distinta a la última vez que estuve. Esta vez, se trataba de otra cueva pero mucho más laberíntica. Habían varios caminos, pero no debíamos preocuparnos, teníamos a alguien que sabía más de este lugar así que perdernos no fue de mucho problema. 

-Oye...-me habla Mike. -¿Realmente esto...?-

-Tendrás la misma respuesta.-lo interrumpí. -Ten confianza en ti mismo.-

-Pero esto...-se queda callado y afirma mejor sus cosas. -Olvídalo, gracias.-

Le hicimos caso al líder y nos dicen que nos quedemos oculto, entonces podíamos escuchar como combatían los demás guerreros. Luego de que terminan, nos llaman para hacer el trabajo.

Junto a Mike le quitábamos los cristales que tienen estos monstruos. Unos esqueletos que solo tenían el cristal en sus cabezas. Comenzamos con buen pie.

-Vaya, ¿esto es?-me pregunta Mike.

-Sí. Guárdalo y continua con el otro.-

Él ve como se desvanece y sigue con otro esqueleto. Ambos seguimos haciendo nuestro trabajo como mineros y recolectores mientras avanzábamos en está mazmorra.

Entrar a una mazmorra era lo que él iba a necesitar si quería ser alguien que Marie pudiera enseñar, de todas formas, ella no lo iba a aceptar con tanta facilidad, de todas formas él tenía que descubrir eso para que él pudiera ser un gran ingeniero.

Seguimos avanzando y entonces uno de los aventureros nos dice que nos cubramos, lo hacemos y podemos ver una gran manada de lobos que se iba a acercando. Los magos y espadachines lucharon contra ellos, pero uno de los lobos comenzó a acercarse hacia nosotros dos.

-¡Viene!-exclamo Mike.

Era momento de probar esa katana que ese anciano me dio antes.

-Respiración de la oscuridad. Primera postura: Luna menguante.-

Desenfundo cortando por la mitad al lobo. Creando la forma de una Luna menguante de un color negro como la misma noche, termina el trabajo. La katana es muy ligera y corta bastante bien. Al limpiarla podía ver el filo del arma, de verdad que es una gran katana la que me dieron.

-¿Estás bien?-le pregunte a Mike quien estaba en el suelo.

-Sí... gracias.-le extiendo la mano para ayudarlo a levantarse, algo que él hace. -Cielos, ese ataque fue realmente increíble. ¿Cómo lo hiciste?-

-Con mucha practica, la verdad no controlo nada de magia, solo puedo usar mi propia fuerza de voluntad para pelear.-

-¿Fuerza de voluntad?-

-Sí, estuve entrenando por años el uso de la espada, cuando no tienes magia solo puedes volverte bueno en algo que realmente eres bueno. ¿No crees?-

-Sí... tienes razón. Pero, eso fue increíble. Me siento más tranquilo ahora que mi amigo tiene un buen manejo de la espada.-

"Amigo..." 

-Sí, tienes razón.-sonreí al escuchar esa gran palabra.

Hace tiempo que no me pude parar a pensar en eso, en hacer al menos un amigo. Ahora tengo a mi primer amigo y humano además, ya que la primera persona fue... Pronto la volveré a ver.

Luego de ese evento, continuamos, nosotros hicimos nuestro trabajo pero pude notar algo extraño en estos lobos. Tenían unos collares.

-Oiga.-le hable a uno de los aventureros. -¿Es normal que los lobos de estas mazmorras tengan collares?-

El último usuario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora