Caminaba en la ciudad para comprar ciertas cosas que necesito. Encontré la primera cosa que buscaba.
-Si busca un canasto para un picnic romántico, le recomiendo esta.-me dice la señora de la tienda.
-No es para eso, pero es para una ocasión especial.- La compro y le entrego el dinero. -¿Qué es eso?-
-Una madera especial, sirve para escribir lo que desea.-
-La llevaré, ¿puede escribirme algo por mí?-
-Claro, deme un momento.-
Cuando la anciana se retira, pude ver que unos niños querían comprar algo, estaban acompañados de una anciana que viendo en su situación... se veían que estaban muy mal. No pudieron comprarlo y se van.
Corrí de inmediato y compre el pastel que ellos querían comer, pero uno grande. Luego corrí donde ellos y los detuve.
-Menos mal que los alcance. Tengan.-
-No. No debe...-
-Solo hágalo, no querrá que los niños se depriman. Se la doy ya que hoy tengo un día especial.-
-Pero, joven...-se la entrego y ella lo acepta.
-Si quieren pagarme...-mire a los niños quienes eran mellizos. -Deben prometerme algo, que si ven a alguien con alguna necesidad o problema, lo ayudarán aunque sea un poco, ¿está bien?-
Los dos niños se miraron y dijeron que lo harían. Hice una reverencia formal y me fui. Ya tenía algo que comprar también.
Ya tenía tres cosas que necesitaba, ahora...
Fui a un restaurante y pedí los platos más grande para mí solo, la gente me miraba asombrado por pedir tanta comida. Pero... era para ciertas bestias.
-¡Que delicioso!-
-La carne, es rica.-
-No puedo parar de comer, es demasiado bueno.-
-¡Que rico! Subterra come bien.-
Terminé con todos los platos, pague el dinero y me fui. Las bestias y las deidades estaban satisfechos con la gran comida que comieron, un gran bufet y la verdad, fue un momento agradable.
Justo cuando encontré la otra tienda, mire que había un joven que estaba tratando de ayudar a a una niña pequeña, pero él no llegaba.
-¿Te doy un apoyo?-le hable.
-¿Ah? No yo...-
-A veces la ayuda es necesaria tomarla cuando no podemos hacer algo. Vamos, te ayudo.-
Acepta mi ayuda y juntos recuperamos el globo y se va con la niña, quien debe ser su hermana menor, se despiden de mí y yo de ellos.
-Que bueno eres.-me dice Priscilla.
-Bueno... solo di una mano, nada más.-le respondí.
-¿Que vas a hacer con la guitarra? ¿Sabes tocarla?-
-Algo así.-compre una y me fui a ver otras cosas que necesitaba.
Entre a un callejón algo pequeño, se veía como un atajo.
-Oye. Dame tú dinero.-detrás de mi estaba un hombre adulto que me amenazaba con una cuchilla, pero este tenía una mala postura.
-Me amenazas y no tienes una postura intimidante.-
-¿Que dices? Deja de hablar y dame tú dinero.-
-Si no tienes una postura adecuada, te caerás de inmediato.-

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El último usuario.
FantasyLos monstruos tienen aún gobernante, un espadachín oscuro, que domina a la perfección el arte de la espada. Se creía que había un guerrero que usaba un arte único para derrotarlo, pero su fin había llegado. Nathan, un niño que vive de lo más bien e...