El último usuario.

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Los Guardianes, como se hacen llamar estos soldados, me llevaron a una mansión donde atienden todo tipo de heridos, los tratan y curan los venenos que estos tienen, es como un hospital pero en el campo, una finca lo resume todos.

-Ya llegamos.-dijo el guardia que me carga.

-Vaya, que lugar tan llamativo.-dije mientras miraba a los alrededores. 

Para ser una finca es... bastante hermoso, casi similar a la belleza que es el reino de Eleanor cuando lo vi por primera vez. 

Pensando en ese reino... sentí que ha pasado mucho tiempo desde la última vez... cierto, dos años ya que no he sabido nada de aquel reino. Durante ese tiempo, ser como minero, ingeniero y cargador me ha ayudado en fortalecer mi cuerpo y mente para entender más las cosas. Después de aquella batalla... tengo la sensación de que he vivido un montón de cosas en mucho tiempo, pero no, solo fue un día y... un combate de vida y muerte. Un combate de ese nivel de verdad que pone a uno con miedo y nervios, un solo error... podría haberme significado la muerte.

Me dejaron en una cama y se retiraron, me podía cambiar de ropa a una de paciente, pantalones y una camisa de un color gris muy claro. Me dijeron que debía esperar que pronto me iban a atender. Solamente me quedé en cama y pensaba lo de esta reunión. Me hizo entender que aún necesito descubrir más del mundo que me rodea, un mundo totalmente distinto, veo que aún tengo mucho, mucho, mucho que aprender.

La puerta se abre y entra esa chica de la mazmorra. Se acerca con una sonrisa en su rostro y me siento en la cama para verla.

-Hola. ¿Estás bien?-le pregunte.

-Sí, estoy bien gracias.-me respondió. -Veo que aún no te sanan de tu daño.-

-No, aún no, aunque dudo que...-ella coloca su mano en mi cabeza y emite una luz en mi cuerpo. 

Mis heridas estaban sanadas y mis costillas no estaban rotas. Estaba como nuevo, esto es magia de curación de un rango S, increíble.

-Ahora que estás bien, vamos.-me dice.

-Claro, pero ¿a donde?-le pregunte.

-A tú entrenamiento de recuperación.-

-¿Entrenamiento?-

La seguí y conocía un poco el lugar, realmente es un lugar lo bastante tranquilo como lo es el reino de los elfos, aunque no tanta naturaleza tiene como lo es aquel reino. Me llevo a una sala algo grande, habían dos chicas y tres tipos como los de antes que estaban. 

-Bien aquí comenzará tu entrenamiento de recuperación física. Puede que te haya sanado, pero tú cuerpo necesita prepararse para el combate, no solo usar magia de sanación...-

-Significa que este sano al 100%.-continuó con lo que dice. -De acuerdo. Hagámoslo de inmediato.-

Ella asienta y me explica todo lo que tengo que hacer. Me presenta a Leia y a Anna, ellas estarían a cargo de mi entrenamiento de recuperación. Leia una chica casi similar al de la chica de la mazmorra, solo que su vestimenta se diferenciaban. Ella usaba una falda y su chaqueta, pero también llevaba una especie de chaqueta delgada sin mangas de un color blanco. Por otra parte, Anna tiene un cabello azulado oscuro, el mismo uniforme que todos los demás solo que este es más azul, su cabello es largo mediano al punto de llegar un poco más abajo de su cuello. Una es callada y la otra hablaba, está última tenía actitud estricta, será mejor tratarla bien.

Mi primer entrenamiento es de estiramiento, los tres sujetos de antes, me ayudaban a estirar mis piernas, brazos, espaldas... en pocas palabras me ayudaban en tener mi cuerpo más flexible.

Admito que dolía pero no lo demostraba, aguantaba o les exigía más. Es cierto que no tengo magia, pero... me exigí a mi mismo de mejorarlo hasta que este pulido a lo máximo de su capacidad.